El Reino se presenta como la puerta de entrada al mundo árabe para Pekín

La alianza entre Arabia Saudí y China se refuerza con 30 acuerdos millonarios

El presidente chino Xi Jinping y al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman - PHOTO/AP
FOTO/AP - El presidente chino Xi Jinping y al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman

Arabia Saudí y China continúan estrechando su asociación comercial y económica. Después de la exitosa cumbre de diciembre que abrió una “nueva era” en las relaciones entre el gigante asiático y el mundo árabe, Riad y Pekín han profundizado notablemente la cooperación en diferentes ámbitos.

Con el fin de consolidar esta alianza impulsada por el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, y el presidente chino, Xi Jinping, se celebra en Riad la décima edición de un foro económico chino-árabe que se espera que fortalezca la asociación bilateral en varios campos. Por el momento, la parte china y saudí ya han alcanzado 30 acuerdos de inversión por valor de 10.000 millones de dólares en sectores como la tecnología, las energías renovables, la agricultura, el turismo o la sanidad, según recoge Arab News.

“El príncipe heredero ha ampliado continuamente los esfuerzos para mejorar la asociación fuerte y de larga data entre el mundo árabe y China en todos los ámbitos”, señaló el ministro saudí de Exteriores, el príncipe Faisal bin Farhan, durante la inauguración de la cumbre. El jefe de la diplomacia saudí ha destacado la relevancia de un foro de este tipo a la hora de intercambiar experiencias e identificar nuevas oportunidades que promuevan el crecimiento y la inversión, algo que, en palabras de Bin Farhan, contribuirá a la “prosperidad y el progreso”.

Durante el encuentro -organizado por Ministerios de ambos países en colaboración con la Liga Árabe- el Gobierno saudí ha acordado con varias empresas chinas proyectos relacionados con la investigación, el desarrollo, la producción y venta de automóviles, el desarrollo del turismo, así como la fabricación de material ferroviario. Igualmente, se ha promovido la asociación entre compañías chinas y saudíes.

El ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, ha recalcado que su país busca cooperación y no competencia con la segunda economía del mundo. El ministro saudí también ha recordado que ambos países comparten intereses y caminos similares, ya que, mientras el Reino desarrolla su proyecto nacional, Visión 2030, China trabaja en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, plan diseñado por Pekín donde Oriente Medio tiene un papel clave.

En este sentido, el ministro saudí de Inversiones, Khalid Al-Falih, ha calificado al Reino como “la puerta de entrada al mundo árabe” para el gigante asiático. El comercio entre ambos países ascendió a 106 mil millones de dólares en 2022, lo que supuso un aumento del 30% respecto al año anterior.

El petróleo, clave de la alianza saudí-china

Dentro del comercio, la energía es uno de los puntos fuertes de la estratégica relación entre Arabia Saudí, el principal exportador de petróleo del mundo, y China, el mayor consumidor de energía. Desde Riad son conscientes de que la demanda de petróleo sigue creciendo en la potencia asiática, por lo que aspiran a captar “parte de esa demanda”, tal y como señaló Abdulaziz bin Salman.

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REUTERS/MAXIM SHEMETOV - Planta petrolera de la compañía Saudi Aramco, en Abqaiq, Arabia Saudí

Con ese objetivo, la empresa petrolera estatal Saudi Aramco anunció en marzo dos acuerdos para aumentar su inversión en China, reforzando su posición como el principal proveedor de crudo para Pekín. No obstante, el Reino no es el único que quiere liderar el mercado petrolero en China. Debido a las sanciones impuestas tras la invasión a Ucrania, Rusia se ha visto obligada a vender su crudo a precios más bajos a países asiáticos, sobre todo a la India y a China.

Riad ignora las críticas sobre su asociación con Pekín

La sólida relación que se está forjando entre Arabia Saudí y China es uno de los actuales desafíos que debe enfrentar Estados Unidos. A través de su alianza con Riad, Pekín también gana influencia en Oriente Medio, y no solo en materia económica y comercial. El gigante asiático se convirtió en protagonista el pasado marzo tras conseguir un acuerdo entre Arabia Saudí e Irán para reanudar relaciones tras años de desacuerdos. Dado el éxito de su mediación, el gigante asiático se ha mostrado dispuesto a negociar una paz entre israelíes y palestinos después de décadas de enfrentamientos y violencia.

Desde Washington miran con recelo la irrupción de China en la región, así como los nuevos lazos entre Riad, uno de sus aliados regionales clave, y Pekín, su principal competidor comercial. Igualmente, las relaciones entre Estados Unidos y China se han tensado notablemente debido a la situación en Taiwán y la postura del Gobierno chino respecto a la guerra de Ucrania.

El Reino es consciente de la preocupación creciente de Washington debido a sus vínculos con China, aunque para Riad “no hay nada político al respecto”. “Arabia Saudí irá a donde se presenten las oportunidades”, subrayó Abdulaziz bin Salman, quien aseguró “ignorar por completo” las críticas sobre su alianza con China.

Arabia Saudí está tomando decisiones en base a sus intereses nacionales y estratégicos, incluso si estos no concuerdan con los de Estados Unidos. En los últimos meses los lazos entre Riad y Washington se han enfriado a raíz de, por ejemplo, la decisión de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo. Asimismo, el Reino ha decidido retomar relaciones con Siria, a pesar del fuerte rechazo de Estados Unidos a readmitir a Damasco en la Liga Árabe.

No obstante, Arabia Saudí continúa siendo un aliado fundamental de Estados Unidos en la región en materia de seguridad, defensa y lucha antiterrorista. En la reciente visita al Reino del secretario de Estado, Antony Blinken, ambas naciones han reafirmado la asociación bilateral en estas materias.