Estados Unidos reafirma una vez más su compromiso con el Golfo
En una reunión ministerial del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCG) en la capital de Arabia Saudí, Riad, Estados Unidos ha afirmado su compromiso con sus socios árabes del Golfo, como declaró el secretario de Estado, Antony Blinken: “Estados Unidos está en esta región para decir que seguimos profundamente interesados en asociarnos con todos ustedes”. Unas declaraciones que se producen unos días más tarde de que se reanudaran las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán gracias a la mediación de China, lo que puede suponer una pérdida de la influencia y el papel de Estados Unidos en la zona, siempre que la controversia esté relacionada con Irán.
Entre los temas que estaban fijados en la agenda, se encuentran los conflictos más sonados de la región como es el caso de Yemen, Sudán, Palestina y Siria. Antes de la reunión del CCG, Blinken mantuvo conversaciones en privado con el príncipe saudí Faisal bin Farhan, en la que acordaron seguir trabajando para combatir el terrorismo a través de la Coalición Global contra el Daesh, apoyar una paz duradera en Yemen, cooperar para poner fin a los combates de Sudán y promover la integridad, seguridad y estabilidad en la región. Asimismo, nada más llegar a Riad, el secretario de Estado estuvo dialogando con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, con el que también puntualizó la importancia de iniciar diálogos para conseguir la paz en Yemen, apoyar las evacuaciones estadounidenses en Sudán y progresar en la cooperación.
A principios de mayo, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, viajaba también a Riad para reunirse con sus homólogos indio, saudí y emiratí para conversar sobre la situación actual de la región del Golfo Pérsico y las relaciones de estos con Nueva Delhi. Un viaje que, según apuntan diversas fuentes, tuvo carácter preparatorio para la reunión del secretario Blinken con el CCG.
Estados del Golfo como Emiratos Árabes Unidos (EAU), Qatar, Bahréin y Kuwait están ganando, cada vez más, fuerza en el escenario internacional por su explotación de los recursos naturales y sus funciones de mediador en algunos conflictos de la región. De igual modo, quieren ampliar alianzas y comparten con Estados Unidos el interés económico y de seguridad. Desde hace tiempo, EE. UU. mantiene alianzas principalmente con los qataríes a quienes consideran “importantes aliados fuera de la OTAN” y con los saudíes y emiratíes a través de organismos como el Centro de Objetivos de Financiación del Terrorismo, que localiza e interrumpe la circulación de fondos hacia los terroristas.
Arabia Saudí es uno de los principales socios de Estados Unidos en la lucha contra Al-Qaeda en la península arábiga y el principal exportador de petróleo, con el que mantiene una colaboración estrecha en materia de seguridad y estabilidad de Oriente Medio a través de ejercicios militares como el Eagle Resolve 23, que se iniciaron en mayo en suelo saudí. Además, los saudíes han estado trabajando bastante sobre la región para disputarse el liderazgo con EAU, mostrándose comprometida con una solución al conflicto en Yemen y aportando ayuda humanitaria.
Por su parte, los emiratíes y estadounidenses comparten interés en temas de seguridad fronteriza, economía, cultural, política y defensa, entre otros. Para neutralizar el terrorismo y otras amenazas que plantean Irán y otros Estados de la región, tienen previsto compartir información de inteligencia.