El acuerdo fue firmado en Ankara, capital otomana, entre el presidente de la Junta Directiva del Fondo Saudí para el Desarrollo, Ahmed bin Aqil al-Khatib, y el gobernador del Banco Central de Turquía, Shihab Kavji Oglu. Si bien no se indicó ningún detalle relacionado con el plazo del depósito o la fecha prevista del mismo, en el memorando se explica cómo el acuerdo contribuirá a fortalecer la economía turca al ofrecer soporte al impulso de sectores claves de la economía del país. Según Bloomberg Economics el 2022, fue un año complicado en lo relativo al valor de las divisas y la depreciación de la lira (moneda turca).
Las relaciones entre Riad y Ankara están creciendo a pasos agigantados. El Fondo Saudí para el Desarrollo recalcó que el depósito se presenta como “una extensión de las relaciones históricas y los estrechos lazos de cooperación que unen al Reino de Arabia Saudí con la República de Turquía y su pueblo hermano”. Los datos indicaron que el Banco Central gastó cerca de 108.000 millones de dólares en contener el valor de su moneda; y, pese a ello, continuó siendo la segunda moneda de mercado con peor desempeño.

Como para cualquier economía, sostener el precio de las divisas es primordial como primer paso para la prevención de la inflación y, por consiguiente, de la hiperinflación. No obstante, todo el mundo está sufriendo de este germen de desvalorización de la moneda debido a la guerra entre Rusia y Ucrania. Aun así, los datos ofrecidos por el Régimen de Ankara indicaron que la inflación a finales del 2022 superaba el 85%, situándola entre las más altas del mundo. El Fondo Saudí para el Desarrollo inició las conversaciones con Turquía en noviembre de 2022.
Un depósito de este tipo podría impulsar la caída del valor de la lira turca y ayudar a sostener la economía, que ha estado experimentando un nivel récord de inflación. Los analistas afirman que esto también podría ayudar al presidente Recep Tayyip Erdogan a apuntalar el apoyo antes de las elecciones previstas para junio del año que viene. El Banco Central de Turquía tiene acuerdos de intercambio de divisas locales con varias de sus contrapartes por un valor total de 28.000 millones de dólares, explicó Reuters. Firmó un acuerdo similar con China por 6.000 millones de dólares, con Qatar por 15.000 millones de dólares y con Emiratos Árabes Unidos por unos 5.000 millones de dólares.

Turquía depende principalmente de los ingresos del turismo, las exportaciones, las inversiones directas y los bienes raíces para respaldar su economía al enfrentar la crisis de la inflación, el colapso de la moneda y las reservas de las divisas; problemas que se han agudizado tras los terremotos de Turquía y Siria. En enero el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que el valor de las exportaciones de la nación habían ascendido a más de 250.000 millones de dólares superando en más de un 12% los datos del 2021. Mientras tanto, el Banco Central de Turquía está considerando una medida para evitar que los bancos vendan derivados de la lira a sus clientes, para frenar la creciente demanda de dólares por parte de las empresas de todo el país.
Las necesidades del pueblo turco y de los emprendedores cuyas sedes financieras están en suelo nacional, puede aumentar de forma preocupante la demanda de dólares tras la devastación producidas por los terremotos -hasta ahora los más devastadores del año-. El Banco Mundial informó pérdidas materiales de 34.300 millones de dólares, o alrededor del 4% del PIB del país para 2021. El banco también redujo su pronóstico de crecimiento económico del país este año en medio punto porcentual.