ASCAME advierte que los ODS de la Agenda se alejan de 2030 y que el Mediterráneo es una de las regiones más afectadas

El incumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que estableció Naciones Unidas para 2030 es una mala noticia para el mundo y, en especial, para la región mediterránea donde el cambio climático es el desafío clave de nuestro tiempo y el desafío principal para su desarrollo económico.
Así lo alerta la Asociación de Cámaras de Comercio del Mediterráneo (ASCAME) ante los datos del informe de Desarrollo Sostenible 2023 de la ONU, según el cual en 2030 solo se alcanzarán un 12% de las metas evaluables. Según el informe, un 50% de esos objetivos serán inalcanzables y, además, hasta un 30% de esas metas han empeorado en comparación con el punto de partida de 2015, que fue cuando se establecieron los 17 ODS.
Un contexto mundial desfavorable está contribuyendo a un lento progreso para alcanzar los objetivos de la agenda 2030. La pandemia ha tenido importantes consecuencias sociales, económicas y medioambientales que poco a poco se van reflejando en los datos. Las crisis y los conflictos en curso han perturbado las cadenas de suministro mundiales y han avivado la inflación y las incertidumbres y han contribuido a la volatilidad de los precios de los alimentos y las materias primas y a un entorno financiero limitado.
ASCAME advierte que esta situación es especialmente grave en el Mediterráneo, una de las regiones más perjudicadas por las consecuencias derivadas del cambio climático. No sólo provoca pérdidas de entre el 5 y el 15% de su PIB anual sino, también, desastres naturales cada vez más frecuentes, como inundaciones, terremotos, aumento de la temperatura del mar (se calienta un 20% más rápido que la media mundial), escasez del agua, pérdida de la biodiversidad o disminución de la productividad agrícola.
A lo que cabría añadir el impacto negativo que tendrá el incumplimiento de los ODS en la consecución de desafíos de carácter social que son cada vez más urgentes, como erradicar la pobreza extrema, garantizar la igualdad de género y una educación inclusiva, conseguir un mayor porcentaje de ciudades sostenibles, o avanzar hacia un modelo productivo basado en la economía verde y azul.
Según Anwar Zibaoui, coordinador general de ASCAME, “nuestro bienestar a medio y largo plazo depende de un entorno saludable respaldado por un desarrollo económico y social sostenible”. En su opinión, “Los 17 ODS siguen proporcionando un marco integral para la acción audaz y transformadora necesaria para construir un Mediterráneo más verde, justo y próspero”.
Llamamiento de ASCAME
En este contexto, ASCAME hace un llamamiento al sector público y privado para trabajar conjuntamente en la consecución de varias medidas que podrían revertir esta situación:
- Más financiación: para la institución es fundamental evitar las restricciones para la financiación de proyectos de desarrollo y de acción climática. Crear espacio fiscal para aumentar la financiación para la adaptación climática.
- Más implicación del sector privado: es preciso involucrar al sector privado, que aporta el 60% del PIB mundial y el 90% de los puestos de trabajo.
- Más políticas coherentes: las reglas para hacer frente a los riesgos y las crisis deben enmarcarse en políticas coherentes con prioridades específicas, no a corto plazo, no en acciones dispersas, sino de acuerdo con un enfoque integrado de progreso hacia el desarrollo sostenible.
- Más cooperación multilateral: urge un sistema multilateral reformado que sea capaz de hacer frente a los retos de futuro. Para poder alcanzar los objetivos de la Agenda 2030, ASCAME pide una reflexión sobre nuevas prácticas en la cooperación internacional y el multilateralismo. Según Anwar Zibaoui, “algunos países quieren obstaculizar la colaboración en algunos campos, pero no tiene capacidad para resolver los problemas globales por sí solos”.