El Banco Central del Líbano muestra el declive de la influencia de Hezbolá

Ha prohibido instituciones financieras sin licencia como la Asociación Al Qard Al Hasán
Edificio del Banco Central del Líbano en Beirut - REUTERS/ MOHAMED AZAKIR
Edificio del Banco Central del Líbano en Beirut - REUTERS/ MOHAMED AZAKIR
  1. Hezbolá ya no tiene la fuerza de antes

El Banco Central del Líbano ha prohibido varias instituciones financieras sin licencia, siendo una de ellas la Asociación Al Qard Al Hasán que está relacionada con Hezbolá. 

El banco comunicó que “los bancos e instituciones financieras tienen prohibido realizar cualquier trato directo o indirecto, total o parcial, con instituciones de cambio no autorizadas o asociaciones y organismos no autorizados”. Entre ellas, señaló también a Cedars Inter S.A.L, Al Maysar Finance Investment Company y la Casa Musulmana del Dinero.

El incumplimiento obligaría a los involucrados a que su licencia se suspenda o se revoque al completo. También acarrearía que se congelen sus cuentas y activos y que sean objeto de investigación de la Comisión Especial de Investigación. 

El enviado estadounidense, Thomas Barrack expresó su contento cuando dijo que el Líbano está tomando el camino correcto contra Hezbolá. “La transparencia y la armonización de todos los intermediarios financieros del Líbano bajo la supervisión del Banco Central es un logro valioso y necesario”, recalcó Barrack.

Fundada en 1980 como una organización benéfica, la Asociación Al Qard Al Hasán es una de las fuentes de ingresos más importantes del grupo paramilitar apoyado por Irán. Además, esta institución no está sujeta ni a la legislación monetaria ni crediticia del Líbano. 

Hezbolá explicó que la asociación en verdad lo que hace es ofrecer préstamos sin intereses a los necesitados con el fin de consolidar la seguridad social. Pero Estados Unidos la acusa de ser una “tapadera para gestionar sus actividades financieras”. 

El economista jefe del Banco Byblos Nassib Ghobril, comentó que los bancos querían distanciarse de la asociación porque es un blanco de sanciones de Estados Unidos desde 2007. Pero recalcó que lo más importante es que el problema de la economía sumergida del Líbano por fin se está abordando. 

Partidarios de Hezbolá asisten a una protesta organizada por ellos contra lo que dijeron que era una violación de la soberanía nacional, cerca del aeropuerto internacional de Beirut, Líbano, el 15 de febrero de 2025 - REUTERS/EMILIE MADI
Partidarios de Hezbolá - REUTERS/EMILIE MADI

Hezbolá ya no tiene la fuerza de antes

El grupo paramilitar ha empezado a perder su equilibrio desde que empezó el enfrentamiento con Israel, en consecuencia, su influencia política en el país ha mermado significativamente. Ha bajado hasta el punto en que Hezbolá se vio obligado a aceptar al general Joseph Aoun como presidente de la República y el nombramiento de Nawaf Salam como primer ministro. 

El presidente libanés advirtió sobre del desarme del grupo chií en una aparición pública: “Hemos dejado claro que las armas deben estar exclusivamente en manos del Estado”. Expresando así al medio Al Araby Al Jadeed su deseo de que se haga a lo largo de 2025 gracias al diálogo con Hezbolá.

Según el medio El País, la sociedad libanesa también está más predispuesta al desarme del grupo paramilitar tras años en los que el Gobierno respaldaba que llevasen armas como acción defensiva contra Israel.

Por su parte, Naim Qassem, secretario general de Hezbolá, mostró su negativa a la iniciativa del desarme. Incluso advirtió de que se enfrentarían a cualquiera que lo intente del mismo modo que lo hicieron contra Israel. 

También negó rotundamente que el grupo estuviese debilitado, aunque mostró aceptación a dialogar con el presidente siempre y cuando acabe la contienda contra Israel. 

El investigador de International Crisis Group, David Wood, explicó que lo que quiere hacer el presidente Aoun es un proceso gradual de diálogo.