El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo entra en África Occidental con el inicio de operaciones en Benín, Costa de Marfil y Nigeria

- África Occidental recupera el crecimiento económico
- La economía de Benín, Costa de Marfil y Nigeria
- El BERD como impulsor económico
Benín, Costa de Marfil y Nigeria serán oficialmente países receptores del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) a partir del próximo mes de julio. Su incorporación será efectiva “una vez que la enmienda requerida al tratado constitutivo del banco entre en vigor” según la página web oficial del banco.
El BERD comenzará a colaborar con estos países aplicando su modelo característico de apoyo al sector privado, actuando a nivel local y facilitando el acceso a la financiación, con el fin de potenciar las empresas locales y promover un desarrollo económico sostenible a largo plazo, lo que contribuirá a transformar las economías de estos países africanos.
La presidenta de la institución financiera internacional, Odile Renaud-Basso, demostró su compromiso con Benín, Costa de Marfil y Nigeria al declarar que “el BERD aprovechará sus recursos financieros y su experiencia para impulsar las economías de los países y brindar nuevas oportunidades a sus habitantes, complementando la labor de los socios de desarrollo existentes”.

África Occidental recupera el crecimiento económico
De acuerdo con un informe del Grupo Banco Mundial sobre la economía del África subsahariana, se estima que el crecimiento económico alcanzará un 3,5 % en 2025. Esta cifra representa una mejora frente a los años anteriores, en particular si se compara con la caída anticipada por el Banco Mundial entre 2022 y 2023, cuando el crecimiento pasó del 3,6 % al 3,1 % debido al aumento de los conflictos y la violencia en la región.
A pesar de este retroceso, 2024 ha sido considerado un año clave para el desarrollo económico del continente, con un crecimiento del 3,4 % que posicionó a la región como un área con alto potencial. Esta tendencia positiva se mantiene en 2025 con un 3,5 %, y se espera que continúe acelerándose hasta alcanzar el 4,3 % en el período 2026-2027.
El fortalecimiento del consumo privado y el aumento de la inversión, en un contexto de menor inflación y mayor estabilidad de las monedas locales han sido los principales argumentos que explican el crecimiento. Sin embargo, el Grupo Banco Mundial advierte que aún no es tan fuerte como para reducir de forma significativa los niveles de pobreza o satisfacer las expectativas de la población.

La economía de Benín, Costa de Marfil y Nigeria
En primer lugar, Benín experimentó un crecimiento económico notable del 6,5 % en 2023-2024, con una inflación estimada del 2 % en 2024. Se proyecta que su economía continuará expandiéndose alrededor del 6 % a medio plazo. Con un PIB de 21.322 millones de dólares y una población de 13,7 millones, Benín es una de las economías más pequeñas de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental (UEMOA), con una renta per cápita de 1.440 dólares. Su economía depende principalmente de la agricultura, pero ha crecido gracias a la expansión de exportaciones, mejoras en infraestructuras y mayor actividad comercial. En 2021-2022, creó una Zona Económica Especial (ZEE) con beneficios fiscales y aduaneros para atraer inversiones extranjeras y fomentar la industria, según declaró el CESCE en su Informe de Riesgo País 2025.
En cuanto a Costa de Marfil, según lo indica el FMI, ha mostrado una fuerte recuperación económica, con un crecimiento medio del 7 % entre 2012 y 2023, y proyecciones del 6,5 % para 2024 y 2025. La inflación es baja (3,8 %) en comparación con la región, y el PIB per cápita alcanzó los 2.900 dólares en 2024, solo superado por Cabo Verde en África Occidental. El crecimiento de Costa de Marfil se debe en gran parte a la diversificación de su economía, con los sectores de servicios e industria generando más del 75 % del PIB. La inversión privada sigue en aumento gracias a los incentivos fiscales y a la mejora de las infraestructuras y el acceso a la electricidad también ha mejorado notablemente, pasando del 34 % en 2013 a más del 90 % en 2024. Además, un importante proyecto petrolero liderado por la empresa italiana Eni podría llevar la producción a 200.000 barriles diarios para 2027.
Por otra parte, Nigeria registró en 2024 su mayor crecimiento económico en una década, impulsado por un sólido cuarto trimestre con un crecimiento interanual del 4,6 %. Como resultado, el Banco Mundial proyecta que la economía crecerá un 3,6 % en 2025.
El crecimiento de la economía de Nigeria se debe a las reformas implementadas por el presidente Bola Ahmed Tinubu, éstas incluyen la eliminación de subsidios a la gasolina, recortes en los subsidios de electricidad y la unificación del tipo de cambio. Estas medidas han ayudado a mejorar las finanzas del país y han permitido que el banco central aumente sus reservas a más de 37.000 millones de dólares. Además, el Gobierno ha logrado más ingresos (equivalentes al 4,5 % del PIB) y ha reducido su déficit fiscal (pasando del 5,4 % al 3 % del PIB).

El BERD como impulsor económico
Los tres países están experimentado un crecimiento económico fuerte y positivo, impulsado por factores clave como la atracción de inversores, la diversificación económica y mejoras en sus infraestructuras. En conjunto, estos factores abren un nuevo camino de crecimiento económico continuo, algo que se refleja en la inclusión de estos países en el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo. Su colaboración impulsará aún más sus economías, brindándoles acceso a recursos y apoyo técnico que potenciarán su desarrollo a largo plazo.
Simultáneamente, otros países africanos como Ghana, Kenia y Senegal han iniciado los trámites para convertirse también en países de operadores. En conjunto, estas incorporaciones muestran que el BERD está adoptando una nueva visión: ayudar a que el continente sea más fuerte y atrayendo la mirada de las potencias extranjeras.