Los claroscuros de la economía española en 2019

Atalayar

Pie de foto: Bolsa de Valores de Madrid, España. AP Photo / Francisco Seco

La economía a nivel global se está desacelerando, causando temor en gobiernos y el sector privado por igual. Europa es uno de los causantes de dicha ralentización por la debilidad que muestra la economía (en especial el motor industrial) de Alemania y los continuos problemas de Italia, oficialmente en recesión. La economía de la zona euro creció un 1,8% el año pasado, lo que supone seis décimas menos respecto del año anterior y la expansión del PIB más lenta desde 2014.

A nivel global las guerras comerciales lanzadas por Estados Unidos (con un déficit comercial récord desde 2008), principalmente con China aunque también con la Unión Europea, los vaivenes de la propia economía china, el Brexit y el resfriado de los países emergentes hacen prever unos trimestres complicados en lo que queda de año. El Foro de Davos, celebrado en enero de este año, fue una clara muestra de los síntomas que acechan a la economía global.

En el caso de España, tras varios años de crecimiento por encima del 3%, la economía también anticipa un periodo de desaceleración, como el resto del mundo, debido sobre todo a los riesgos geopolíticos. El PIB nacional creció un 2,5% en 2018, su menor alza desde 2014. Ahora se espera que crezca un 2,2% este año, un enfriamiento que está llevando a muchos a una preocupación cautelosa.

El reciente informe, Perspectivas España 2019, asegura que el 48% de los empresarios estima que la economía española empeorará a lo largo de 2019 mientras que solo un 7%, cree que mejorará. El estudio, realizado por la consultora KPMG con la colaboración de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), capta tanto el sentimiento empresarial actual del país como las proyecciones de economía y negocio. Destaca que el 57% de los empresarios califica de positiva la coyuntura actual y un 39% la define como “regular”.

Pie de foto: El logotipo de KPMG en las oficinas centrales de la compañía en La Defense, cerca de París, Francia. 16 de mayo de 2018. REUTERS / Charles Platiau

La incertidumbre política se establece como el principal escollo en el desarrollo de la economía. El 67% de los empresarios señala que la situación política de 2018, marcada por la moción de censura que derribó al Gobierno de Mariano Rajoy que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa, tuvo un impacto negativo en su empresa. Así, el 47% de los directivos asegura que la situación política ha paralizado algunas decisiones de inversión mientras que uno de cada cinco dice que ha paralizado decisiones de contratación por la situación política.

Los empresarios, que ya trabajan con las nuevas proyecciones económicas, son conscientes de las dificultades del momento, pero ello no detiene su deseo de inversión y expansión dado que uno de cada dos directivos contempla aumentar la partida de inversiones este ejercicio. Específicamente, las herramientas tecnológicas, la contratación y la formación e I+D, serán las prioridades de inversión en 2019. Dadas las dificultades en casa, predominan los encuestados quienes contemplan mantener sin cambios su presencia internacional (el 42% de los consultados).

El informe, por tanto, subraya que en 2019 habrá crecimiento en España, pero menor, debido al impacto de la desaceleración mundial ligada a las incertidumbres geopolíticas. Cuatro de cada diez empresarios que participaron en el estudio subrayaron la creciente importancia de los riesgos operacionales y geopolíticos. Así, el 25% de los directivos apunta la ciberseguridad como el principal riesgo empresarial.

Con todo, el cambio de opinión por parte de las instituciones europeas y de los inversores sobre España en los últimos años es notorio. La perspectiva positiva hacia el país es tal que ha llevado al Financial Times a preguntarse si el país se ha convertido en un ejemplo económico al titular recientemente "España lidera el camino en el crecimiento de la euro zona". El diario inglés asegura que millones de personas carecen de empleo, pero el país es una locomotora improbable de la región económica, algo que hace unos años parecía imposible que sucediera.

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