La coexistencia entre el vehículo eléctrico y los combustibles renovables, clave para el futuro de la movilidad sostenible

La jornada fue inaugurada por Hilario Alfaro, presidente de Madrid Foro Empresarial, y presentada por Luis Díaz, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad Nebrija. Díaz señaló que “el transporte es un sector esencial para el desarrollo económico y social, y el más afectado por el compromiso con la sostenibilidad”.
- El futuro de la movilidad
- Iberdrola
- Enagás
- Instituto Tecnológico de la Energía
- Implantación del vehículo eléctrico
- Ponencias
Para el vicerrector de la Nebrija, “estamos en momento crítico, en el que se hace preciso adoptar medidas para reducir la huella ambiental. La contribución de los transportes al efecto invernadero hace necesario reunirnos para valorar las formas en que puede abordarse. El compromiso con la sostenibilidad también es cuestión de valores, y como líderes en nuestros respectivos campos, tenemos la obligación de dejar un mundo mejor a las generaciones venideras”.

El futuro de la movilidad
La primera mesa redonda de este foro fue moderada por Víctor García Nebreda, presidente de AEESCAM, y se dedicó a analizar las distintas opciones energéticas que se plantean para el futuro de la movilidad sostenible.

Inés Cardenal, de la Plataforma de Combustibles Renovables, en representación de 348.000 empresas y más de 5,7 millones de trabajadores relacionados con el transporte, advirtió que “las regulaciones española y europea han confundido el objetivo, que es la neutralidad de las emisiones, no la electrificación. Creemos que, teniendo en cuenta todas las alternativas, puede haber mejores resultados y una transición más justa.
Los combustibles renovables pueden empezar a funcionar ya mismo y ofrecen una alternativa a sectores que no pueden o no quieren electrificarse. Hay que adaptarse a las necesidades de los clientes y no prohibir tecnologías ni ir a la guerra entre ellas: creo en la neutralidad tecnológica para cumplir el objetivo común”.

Iberdrola
Por su parte, Francisco Laveron, de Iberdrola, afirmó que “defendemos la movilidad eléctrica, porque somos una empresa eléctrica y por varios objetivos de interés social. La única forma de reducir de forma rápida y directa en los vehículos son las energías renovables. Cualquier cosa que queme algo, emite partículas y sustancias nocivas”.
Laveron habló también de la eficiencia energética: “Un motor de combustión interna es ineficiente y pierde energía. Y también supone un mayor coste; aunque hoy en día un vehículo eléctrico tiene mayor coste que uno térmico, eso va a evolucionar por la progresiva bajada del precio de las baterías”.
Además, el representante de Iberdrola recordó que España es el segundo mayor fabricante de coches de Europa “y como potencia, no puede ignorar que de aquí a 15 o 20 años, sólo se fabricaran coches eléctricos. Si queremos seguir siendo potencia, tenemos que fomentarlo u otros países nos van a comer”.

Enagás
Por parte de Enagás intervino en la mesa redonda Miguel Ángel Castro, quien destacó que “la electricidad no podrá acaparar toda la movilidad y los combustibles normales van a seguir teniendo cabida. Hay combustibles líquidos y gaseosos como el hidrógeno que van a seguir teniendo cabida, especialmente en sectores de uso intensivo como el transporte de viajeros o de mercancías.
Castro advirtió también de que, en 2027, el transporte entra en el sector de derechos de emisión, lo que supondrá un sobrecoste de hasta 45 euros por tonelada, que va a afectar a la cuenta de resultados de muchas empresas.

Instituto Tecnológico de la Energía
Caterina Tormo, del Instituto Tecnológico de la Energía, apostó por la interoperabilidad y la estandarización como claves. “Si el día de mañana se realiza un despliegue masivo de estaciones de recarga, la red va a tener un problema. Hace falta una estandarización del protocolo y perfilar las cargas del vehículo para que sea lo óptimo”.

Implantación del vehículo eléctrico
Víctor García Nebreda, secretario general de AEESCAM y moderador, planteó una cuestión clave a los ponentes, sobre a velocidad de implantación del vehículo eléctrico. Para Inés Cardenal, “apostar sólo por la electrificación está retrasando la renovación del sector del transporte. La realidad es que es muy preocupante que el coche más vendido sea de más de 15 años. Y es una gran incongruencia que se comercialicen combustibles 100% renovables que pagan el mismo impuesto especial que si fuesen fósiles, no hay incentivos para los consumidores”.
Por su parte, Caterina Tormo señaló que “se está impulsando una tecnología que no resuelve los problemas de todo el mundo. Europa es líder en motor de combustión interna, que tiene mucho recorrido; a lo mejor que hay que promover el uso de combustible renovales y complementar con una parte de fabricación eléctrica”.

Ponencias
Además de la mesa redonda sobre energía y movilidad, que fue el plato fuerte de la jornada, la sesión de mañana se complementó con diversas ponencias sobre algunos aspectos concretos.
Los profesores Carlos Gumiel y Rafael Barea del Cerro impartieron la ponencia “Objetivos de reducción de CO2 en Europa. Sus consecuencias directas en nuestras vidas”, con el objetivo de establecer el marco que explica las raíces del panorama actual en el que energía y sostenibilidad son factores clave.
En una primera parte, el profesor Gumiel ha explicado por qué las nuevas políticas de sostenibilidad están a la vanguardia. Según ha indicado, detrás de este tipo de políticas está el cambio climático. El panorama actual es desconocido y solo se puede tratar de entender a través de hipótesis. Así, insistía en que existen cambios en el clima provocados por la propia naturaleza del planeta (los llamados Ciclos de Milankovitch), que provocan glaciaciones aproximadamente cada 100.000 años. Teniendo en cuenta que la última fue hace 20.000 años, ahora no debería producirse un cambio climático. Sin embargo, este es un tema que preocupa a la sociedad porque se está dando un cambio climático antropogénico, en otras palabras, uno provocado por los seres humanos con la emisión de gases de efecto invernadero.

Las políticas e iniciativas empresariales hoy en día se enfocan en frenar la emisión de estos gases. El profesor Barea ha comenzado su intervención partiendo de esta premisa. Localizaba en los inicios de la reducción de gases en la creación de un mercado de derechos por parte de la Unión Europea. En este mercado, los precios de los derechos han ido cambiando con el tiempo, y así lo han hecho también los objetivos de reducción. 2020 fue un año esencial, ya que con la pandemia se frenó la industria y, así, las emisiones de CO2 bajaron. Se pensó que, al no liberar esos gases, su uso no era necesario y se limitaron las reservas. “Aquí es donde estamos ahora”, decía el profesor. Estamos en el momento de máximo cambio hasta la fecha: antes se perseguía una reducción anual de CO2 del 2% y ahora se espera llegar al 4,2%. “Sin duda, en este panorama los negocios se van a ver afectados en los años venideros”, concluyó.