Yendry Ventura, consejero delegado del Centro de Células Madre de Abu Dhabi (ADSCC), habla con Oxford Business Group sobre los avances en medicina regenerativa e investigación con células madre y la inversión en este sector.
¿Cómo pueden los avances en medicina regenerativa, investigación con células madre y terapia celular adoptiva mejorar el sector sanitario de Abu Dhabi?
YENDRY VENTURA: Los avances en estos campos pueden ayudar a resolver problemas en todas las especialidades médicas. La medicina regenerativa puede ofrecer distintas soluciones para las disfunciones de órganos y tejidos debidas al envejecimiento, las enfermedades o los traumatismos. La medicina regenerativa puede ofrecer soluciones para afecciones crónicas en las que las terapias convencionales no han conseguido devolver a los tejidos y órganos un equilibrio homeostático, como cuando se tratan afecciones ortopédicas o casos más complejos como afecciones cerebrales y cardíacas. Algunas de las disciplinas con registros positivos en medicina regenerativa y tratamiento con células madre son la cirugía vascular, la ortopedia, la hematología y la neurología.
Los trasplantes de células madre se utilizan sobre todo en cánceres de la sangre, pero también tienen potencial para tratar trastornos autoinmunes como la esclerosis múltiple y el lupus. Por su parte, la terapia celular adoptiva abarca el programa de terapia con células T receptoras de antígenos quiméricos (CAR-T), pero su potencial va más allá de esta aplicación. Estas células pueden programarse para tratar determinados tipos de enfermedades. Un buen ejemplo es un tumor: la terapia adoptiva podría permitir extraer, multiplicar y devolver al organismo linfocitos infiltrados por el tumor -células que eliminan un tipo específico de cáncer- y receptores de células T modificados genéticamente.

¿En qué medida el éxito de la fabricación de células CAR-T ofrece oportunidades para nuevas inversiones en el sector sanitario?
VENTURA: Las células CAR-T son uno de los tipos de tratamientos regenerativos aprobados más avanzados del mundo. Básicamente, las células CAR-T se crean en un laboratorio y se programan para atacar tipos específicos de células o tumores. El proceso médico de utilización de células CAR-T es muy especializado y se lleva a cabo en entornos estrictamente controlados. Las células CAR-T se utilizan principalmente en el tratamiento de enfermedades como el linfoma; sin embargo, se están explorando otras vías para ampliar su aplicación a las enfermedades autoinmunes.
En teoría, las oportunidades de inversión en este segmento son enormes, aunque es importante señalar que las competencias especializadas necesarias para operar en él son de difícil acceso. Con una reserva de mano de obra en constante evolución, así como asociaciones internacionales de transferencia de conocimientos y el abanico general de posibilidades de tratamiento con estas células, cabe afirmar que el ecosistema que rodea a la terapia celular centrada en las células CAR-T está en su infancia y tiene un importante margen de crecimiento.

Dado que la terapia regenerativa es un campo altamente especializado de la medicina, ¿qué más se puede hacer para ampliar la base de conocimientos y el acceso al talento en este ámbito?
VENTURA: Cada vertical de la ADSCC tiene un subpilar de investigación, innovación y educación. Tenemos un componente educativo en el que atraemos talento internacional para facilitar la transferencia de conocimientos relacionados con la tecnología avanzada a la mano de obra local. Aunque la investigación realizada en las universidades tiene un valor incalculable tanto para el campo de la medicina como para los profesionales sanitarios, es difícil traducirla rápidamente en beneficios tangibles para los pacientes. Por eso la práctica clínica de la ADSCC pretende producir investigaciones que tengan un claro beneficio para los pacientes.
El principal objetivo de la atención sanitaria debe ser la promoción de la buena salud. La investigación básica centrada en la medicina básica nos permite comprender los mecanismos que subyacen a la forma en que las enfermedades afectan a las personas y dónde podemos desarrollar soluciones. Como investigadores, tenemos una responsabilidad social que va más allá de descubrir interesantes aplicaciones de terapia celular; queremos tender un puente entre la innovación y las soluciones sostenibles. Todo el mundo debería tener acceso a la evaluación y el tratamiento. Tomemos, por ejemplo, las células CAR-T. Aunque son un descubrimiento maravilloso, son difíciles de obtener, y las compañías de seguros no cubren actualmente los tratamientos relacionados, ya que la mayoría de los productos están aún en fase de ensayo clínico. Por tanto, se necesitan soluciones en un futuro próximo para que todo el mundo tenga acceso a terapias innovadoras que salvan vidas.