A medida que los países del Golfo empiezan a suavizar gradualmente las restricciones de movimiento relacionadas con el Covid-19, se ha puesto de relieve la reactivación del sector de la aviación de la región. Las estrategias de recuperación eficaces se basarán en asegurar a los pasajeros que se han adoptado suficientes medidas de salud y seguridad.
Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional, en una reunión informativa celebrada en abril, se prevé que el tráfico aéreo en el Oriente Medio y África del Norte disminuya este año en un 51% -un descenso con respecto a la estimación de febrero de un 39%- en comparación con 2019. Mientras tanto, un informe de abril de PwC estimó que las aerolíneas del CCG perderían 10.000 millones de dólares en ingresos si la crisis durara un trimestre fiscal - o 23.000 millones de dólares si durara dos. Como resultado, muchas aerolíneas están buscando recortar costes. Qatar Airways ha declarado que no aumentará su flota ni este año ni el próximo, retrasando los pedidos anteriores con Boeing y Airbus a la luz de la disminución de la demanda tras la pandemia. Esto pone de relieve el desafío que tiene ante sí la industria de la aviación, ya que la actividad comienza a reiniciarse.
El transporte aéreo está empezando a resurgir gradualmente a medida que los cierres empiezan a disminuir y los esfuerzos por reabrir las economías se aceleran. Emiratos y Etihad han comenzado a operar rutas de vuelo regionales a medida que se van levantando lentamente las restricciones de viaje. Emiratos también ha anunciado más ofertas de vuelos de larga distancia en junio y julio, y los nuevos destinos incluyen Colombo (a partir del 20 de junio), Sialkot (a partir del 24 de junio) y Estambul (a partir del 25 de junio). La aerolínea también tiene previsto empezar a volar a Washington y Barcelona a partir del 15 de julio.
A medida que los aviones vuelvan a surcar los cielos, la seguridad de los pasajeros y la vigilancia se convertirán en el principal objetivo de las compañías aéreas. Se implementarán protocolos estrictos de monitoreo de temperatura y distanciamiento social en toda la región del Golfo.
Si bien es probable que el precio y la conveniencia impulsen la demanda de vuelos directos por parte de los pasajeros, la aplicación visible de las directrices gubernamentales y sanitarias también será clave para persuadir a los viajeros de que es seguro reanudar los viajes aéreos. Dado que cada país tendrá sus propios requisitos de prueba antes de la entrada, las compañías aéreas están estableciendo protocolos para garantizar la higiene de los pasajeros.
Los niveles de ocupación se están reduciendo al 50% para mantener el distanciamiento social, y también se impondrá el distanciamiento para los pasajeros que hacen cola en los aeropuertos. Algunos baños de los aeropuertos también han sido equipados con un sistema de monitorización de densidad para notificar a los que esperan cuando es seguro entrar. Varios aeropuertos exigen ahora que se usen máscaras en todo momento, y en el aeropuerto de Dubai y en otros centros de operaciones del Golfo se dispone de máquinas expendedoras con máscaras desechables. Se están empleando equipos de higiene para hacer cumplir el uso correcto de las máscaras y el cumplimiento del distanciamiento social. Los aeropuertos también incluirán cámaras de filtrado térmico y alfombras desinfectantes.
Entre las nuevas medidas introducidas por los Emiratos para tranquilizar a los viajeros figuran el suministro de equipos de higiene gratuitos para todos los pasajeros y el embarque escalonado. Además, los vuelos de más de una hora y media tendrán un asistente de servicio de cabina a bordo para supervisar el mantenimiento de los baños. Además, se exigirá a todos los pasajeros y a la tripulación que lleven máscaras y guantes durante todo el vuelo.
A medida que los viajes aéreos en el Golfo empiezan a cobrar ritmo en los próximos meses, las aerolíneas y los aeropuertos tendrán que adoptar normas de seguridad adecuadas y emplear estrategias de comercialización para poner de relieve sus prioridades en materia de salud y seguridad. Esto posicionará a los actores de la región para competir por un número más limitado de pasajeros internacionales durante algún tiempo, y garantizará que estén preparados para acoger a una gama más amplia de viajeros a medida que los cielos sigan abriéndose.