En un intento por reforzar su presencia en el sector de la aviación y establecerse como uno de los principales enlaces aéreos de la región, Marruecos ha desvelado planes para mejorar las operaciones de su aerolínea estatal. El Gobierno marroquí, dirigido por el primer ministro Aziz Akhannouch, ha emprendido un programa para aumentar el capital de la compañía Royal Air Lines con el objetivo de cuadruplicar su flota de aquí a 2037.

El martes pasado se firmó un contrato entre el primer ministro Akhannouch y el director general de la compañía, Hamid Adou. En virtud del contrato, Royal Maroc pretende ampliar su flota aérea de los 50 aviones actuales a un total de 200 en los próximos 15 años.
El contrato también implica un aumento de la contribución del Estado al capital de la aerolínea estatal marroquí. Sin embargo, el importe exacto del aumento no ha sido revelado en el comunicado difundido por la Agencia Oficial Marroquí de Noticias.
En 2019, el capital de la compañía estaba valorado en aproximadamente 370 millones de dólares, y el Estado poseía más del 98% de las acciones. Para financiar la adquisición de nuevos aviones, el Gobierno ha incluido garantías de endeudamiento en su paquete de apoyo financiero a la empresa.

El ambicioso plan prepara a la compañía para competir en el mercado regional y expandirse potencialmente a rutas de larga distancia, especialmente con la adopción de Marruecos de una política de cielos abiertos.
Según el medio Al-Arab, Royal Airlines poseía anteriormente 60 aviones, pero debido al impacto de la baja demanda por cause la pandemia, desmanteló 10 aeronaves y vendió otras. Ahora, con el objetivo de convertirse en una de las mayores aerolíneas internacionales, similar a Emirates Airlines, Qatar Airways y Etihad Airways, Royal Air Maroc pretende ampliar considerablemente su flota.

Los expertos del sector creen que la compañía pretende establecerse como enlace crucial entre Europa y los países de África occidental, aprovechando la ausencia de aerolíneas de éxito en el norte de África. Sostienen que Marruecos, a diferencia de Dubái, Manama, Doha y Mascate, que compiten por convertirse en centros de tránsito para Asia Oriental, tiene una ventaja única. Ya que la costa mediterránea europea es relativamente cara, y el punto de operación alternativo más cercano es el aeropuerto de Estambul, por lo que se crean complejidades para los viajeros, lo que hace que las rutas de la aerolínea marroquí sean una opción atractiva.
Además, los expertos sugieren que Royal Air Maroc puede competir eficazmente con destacadas compañías aéreas como la holandesa KLM y la alemana Lufthansa, que actualmente dominan el mercado del transporte de Europa Occidental a África Occidental.
El director general de la empresa reveló durante la conferencia Bloomberg New Economy Gateway Africa el pasado mes de junio, que se había finalizado la licitación para la compra de nuevos aviones de largo y medio recorrido para dar cabida al creciente número de turistas y ampliar su red de destinos.

Para respaldar el importante proyecto de inversión de la compañía, el Gobierno tiene previsto poner en marcha un plan de desarrollo integral, mejorar su competitividad y digitalizar sus servicios. El programa también incluye la apertura de nuevos destinos internacionales para alinearse con los planes estratégicos del sector turístico. Además, Royal Air Maroc pretende reforzar la conectividad aérea nacional introduciendo aproximadamente 46 nuevos vuelos.
Los datos del Ministerio de Economía y Finanzas revelan que 2018 fue el último año rentable para la compañía, generando 15 millones de dólares en beneficios. Sin embargo, las pérdidas comenzaron al año siguiente, ascendiendo a aproximadamente 12,8 millones. La situación se agravó aún más durante la crisis sanitaria mundial, alcanzando unos 370 millones en 2020, aunque se redujeron a 260 millones en el ejercicio siguiente.

A finales de mayo, el sector turístico había experimentado un crecimiento excepcional, con un aumento de los ingresos del 42% hasta alcanzar aproximadamente 4.000 millones de dólares.
Por lo que Rabat pretende impulsar el sector turístico, que representa alrededor del 7% del Producto Interior Bruto del país, intensificando las campañas de promoción, las inversiones y el tráfico aéreo. Las autoridades aspiran a atraer a 17,5 millones de turistas de aquí a 2026. Sin embargo, la oferta turística del mercado marroquí se enfrenta de vez en cuando a críticas por los elevados precios y la calidad de los servicios, sobre todo en lo que respecta a los turistas marroquíes.