La crisis climática llega a Marruecos: 1 de cada 3 empleos corren peligro

La crisis climática es una realidad y las consecuencias de la aceleración del cambio climático en Marruecos comienzan a mostrar sus primeras repercusiones.
Así lo comunicó el Banco Mundial en su informe “Impactos del cambio climático en la economía azul en Marruecos: perspectivas de empleo en el turismo costero”, donde se estima que el sector del turismo costero, un motor clave de la economía alauí, podría perder hasta el 32% de sus empleos para 2035 debido a los impactos del cambio climático.

La publicación también detalla que los gastos turísticos podrían disminuir entre un 8 y un 18% para 2035 de no tomarse las medidas necesarias de resiliencia climática. La reducción del gasto turístico causada por el cambio climático afectaría seriamente a subsectores como las artes, el entretenimiento, el transporte y otros servicios.
Marruecos es un lugar donde las temperaturas han aumentado 0,2 °C por década desde los años 60, el doble del promedio mundial de 0,1 °C por década, convirtiéndolo en un punto crítico climático.
Son innumerables las medidas que el Gobierno ha tomado en los últimos años para revertir la situación. El constante implemento de programas de impulso económico está ayudando a generar empleo, garantizar seguridad alimentaria y promover una mejor gestión de los recursos.

Pese a ello, según la investigación, la mayoría de los turistas están dispuestos a cambiar de destino si las temperaturas son demasiado altas y prefieren buscar otras opciones si las playas sufren pérdidas masivas.
Los restaurantes y hoteles serían los más afectados, seguidos por los servicios de entretenimiento y artes, y el sector del transporte, según el análisis. La disminución de puestos de trabajo en el sector turístico de la costa, como hoteles y restaurantes, podría afectar la presencia de mujeres en el mercado laboral de manera perjudicial.
En Marruecos, el turismo costero genera más de 300.000 puestos, lo que equivale al 30% de la industria turística en el país. Agadir, Tánger-Tetuán y Casablanca son las principales zonas de playa para turistas. En la región de Souss-Massa, el turismo costero alrededor de Agadir es el más popular, con el 70 % de la demanda turística.
Para evitar que se pierdan trabajos, el informe sugiere cambiar la forma en que se ve al turismo, pasando de enfocarse en el turismo clásico de playa a un modelo más duradero y resistente. Esto implica crear productos turísticos ecológicos, construir infraestructura turística resistente al cambio climático, utilizar soluciones naturales para proteger las costas y capacitar a las empresas turísticas en acciones contra el cambio climático.

El informe asegura que invertir en acciones contra el cambio climático llevará a un desarrollo más exitoso. El turismo en la costa que sea resistente al clima beneficiará el progreso social y económico, generará oportunidades de empleo y propiciará el avance económico. El Gobierno puede crear capacidad de recuperación al incluir medidas climáticas en la ejecución de la Hoja de Ruta Estratégica de Turismo 2023-2026.
El estudio resalta que las empresas turísticas costeras de Marruecos deben ser más resilientes, especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas. Las empresas pequeñas son más propensas a cerrar por no contar con los recursos financieros necesarios para enfrentar crisis.
Para los turistas que planean visitar Marruecos, VisaGuide.World recomienda encarecidamente adquirir un seguro de viaje que les proteja contra imprevistos como graves perturbaciones meteorológicas, emergencias médicas o cancelaciones de viaje. Contar con la cobertura adecuada garantiza la tranquilidad mientras se viaja en tiempos inciertos.

Para mejorar la resistencia de los edificios turísticos al calor y promover un turismo más sostenible y resiliente en Marruecos, se deben implementar recomendaciones del Banco Mundial. Estas incluyen inversiones, políticas y marcos institucionales, así como el desarrollo del ecoturismo y la utilización de materiales y técnicas tradicionales de construcción y refrigeración.
El Gobierno de Marruecos está tomando medidas para fortalecer su capacidad de resistencia ante el cambio climático, incluyendo la modernización de pequeñas y medianas empresas turísticas en zonas costeras, gracias al apoyo del Banco Mundial a través del programa de Economía Azul. En Agadir, el Ejecutivo apoyó a una escuela de surf instalando paneles solares para reducir sus emisiones de carbono y ampliar sus productos ofrecidos.

El Programa de Economía Azul para Resultados (PforR) apoya los planes del Gobierno para restaurar los bosques costeros y estabilizar las dunas con el fin de proteger la costa. Estas acciones locales están preparando el terreno para un turismo costero más resistente, protegiendo al mismo tiempo los empleos ante el impacto creciente del cambio climático.
El informe fue financiado por PROBLUE, un fondo fiduciario del Banco Mundial que apoya el desarrollo sostenible de los recursos marinos y costeros con donaciones de varios colaboradores. Este informe busca asesorar a la Administración marroquí en cómo mejorar la capacidad de recuperación del turismo costero dentro del Programa de Economía Azul para Resultados, el cual es respaldado por el Banco Mundial.