El conflicto entre los hutíes e Israel se mantiene pese al acuerdo de tregua con Estados Unidos

El grupo rebelde de los hutíes alcanzó un acuerdo de tregua con los Estados Unidos y consiguió que se frenaran los ataques mutuos en el área del mar Rojo. A pesar de ello, esto no se tradujo en una tregua integral en la región y se mantienen independientemente las tensiones con Israel.
Se trata de un sorpresivo acuerdo mediado por Omán que fue anunciado el pasado 6 de mayo cuando el alto al fuego en el mar Rojo dependía de la suspensión de los ataques aéreos estadounidenses en los territorios controlados por los hutíes de Yemen. Esto puso fin a una intensa escalada presente desde hace meses entre ambos actores involucrados. Los hutíes aceptaron la propuesta estadounidense y lo consideraron una victoria política para Yemen, aunque se afirmó que este acuerdo no se trasladaba a Israel y se subrayó la importancia de sus operaciones de apoyo hacia Gaza, realzando los ataques que se han llevado a cabo contra Israel desde territorio yemení.
El ataque realizado mediante un misil balístico al aeropuerto israelí de Ben Gurion tuvo como respuesta una serie de ataques aéreos a instalaciones vitales de la República de Yemen, especialmente con efectos en el Aeropuerto Internacional de Sana’ a el 28 de mayo, el cual albergaba el único avión que operaba en todo el aeropuerto y que desencadenó la cancelación de todos los vuelos. Además, se trata de una escalada fuertemente vinculada con la guerra de Gaza y otros conflictos.
La situación de calma con Washington está permitiendo a los hutíes reorganizarse geopolíticamente y posicionar sus prioridades para su previsible confrontación con Israel y para fortalecer el “eje de resistencia” liderado por Irán. Históricamente los hutíes e Irán han mantenido una robusta relación estratégica fundamentada en el apoyo militar, técnico y logístico. Asimismo, esta relación es la que mantiene con Hezbolá en el Líbano, junto con su actuación en Irak y sobre las facciones palestinas. Estas son las armas que consolidan a Irán en la región de Oriente Medio.

El analista político yemení, Aziz Al-Ahmadi, argumenta que esta tregua le ha dado la oportunidad a los hutíes de actuar sin las presiones estadounidenses y ha ocasionado que expandan su campo de operaciones. Además, Al-Ahmadi especula sobre los entendimientos indirectos y tácticos entre Washington y Teherán y la vuelta de las conversaciones nucleares entre ambas naciones. Esta podría ser una de las razones detrás del apaciguamiento de las actitudes estadounidenses, aunque la cuestión de Israel no se incluye en el argumento.
De esta manera, los hutíes han desarrollado su armamento y arsenal de combate, especialmente el vinculado a los misiles y drones, y han tornado a Yemen en una base de operaciones de lanzamiento ante las dinámicas regionales y contra Israel y los Estados Unidos.

Según el sociólogo Milad Rasam, los hutíes ven en la guerra de Gaza e Israel una ocasión idónea para desarrollar su propaganda e incrementar su apoyo popular. No obstante, no se puede olvidar que Yemen sigue atravesando una de las peores crisis humanitarias del mundo y es el país más empobrecido de la península arábiga, con millones de afectados y en necesidad de asistencia. El empobrecimiento del país, el colapso de las infraestructuras fundamentales, la disminución de servicios básicos y la crisis económica han causado que el grupo haya perdido legitimidad interna y que aumente sus actividades externas para atraer a la opinión árabe e islámica y reafirmar el simbolismo político que representa la causa palestina, todo ello para mantenerse como un actor relevante en la ecuación regional y para asegurar su supervivencia.
La contienda con Israel sirve como medio propagandístico y también como una prueba de lealtad hacia Irán y al eje establecido, frente a los intentos de control estadounidenses. Rassam añade que los ataques son también un recuerdo de las capacidades que tiene el grupo para desarrollar ataques avanzados y complejos al contar con el apoyo iraní y las tecnologías militares rusas y chinas.
La continuidad de la guerra en Gaza y de los ataques se interconecta con el conflicto hutí-israelí, todo ante una situación regional inestable que puede expandirse a gran escala. De ahí, la importancia de los movimientos tácticos en este panorama de tensiones.