La diáspora de Marruecos mantiene su crecimiento económico en 2023

La Oficina de Cambio de Marruecos informó recientemente que, en los primeros cinco meses de 2023, las remesas de los marroquíes que viven en el extranjero totalizaron 45.100 millones de MAD, el equivalente a 4.500 millones de dólares. El número muestra un flujo significativo desde la pandemia y representa un aumento del 15% con respecto al mismo período del año pasado.
La migración de la población marroquí es históricamente conocida y se expande por todos los continentes. Este hecho hace de las remesas marroquíes uno de los activos más importantes del Reino y a la diáspora como una de las más multitudinarias del mundo.
Desde la crisis de la COVID-19, Marruecos ha aumentado sus remesas, de 24.100 millones de MAD (2.400 millones de dólares) en 2020 a 37.420 millones de MAD (3.760 millones de dólares) en 2021 y a 39.200 millones de MAD (3.940 millones de dólares) en 2022. El año pasado, las remesas de los marroquíes que viven en el extranjero alcanzaron un nuevo máximo, ascendiendo a 109.150 millones de MAD (10.970 millones de dólares) en 2022. Este es un aumento del 16,5% con respecto al período anterior.
Se prevé que las remesas de los marroquíes que viven en el extranjero crezcan un 3,5% hasta alcanzar los 114.700 millones de dirhams en 2023, según Bank Al-Maghrib, el Banco Central de Marruecos. Se estima que hay más de 5 millones de marroquíes viviendo en el extranjero. El Gobierno ha destacado en numerosas ocasiones la importancia de los inmigrantes y su contribución a la economía marroquí. Marruecos recibe algunas de las remesas más altas de África, según el informe “Migration and Development Report 37” de 2022.

En dicho informe se destaca que, pese a que la diáspora marroquí es de las más potentes, solo representan un 6,9% de la potencia económica del Reino, lo cual hace percibir la dimensión de la economía marroquí en comparación con sus vecinos y potenciales competidores económicos. A su vez destaca que el impulso dado por el sector privado del país en el 2021, primer año tras la pandemia, ha sido la clave para que el crecimiento comercial de Rabat pueda alcanzar los términos actuales, los cuales previsiblemente queden empequeñecidos en los próximos años.
Nasser Bourita, el ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, enfatizó el valor de las remesas de la diáspora marroquí en enero de este año en el Foro de Rabat sobre la Reducción de los Costos de las Remesas para la Diáspora Africana. Según Bourita, “por cada 200 dólares transferidos por un miembro de la diáspora africana, África paga 16 dólares, mientras que Asia paga menos de 10 dólares.
Las transferencias de remesas de la diáspora africana son las más caras del mundo, con un promedio del 8%, mientras que en otras regiones se promedia un 6%”. De continuar con este crecimiento, la economía marroquí podría ver superadas las expectativas del Banco Europeo de Desarrollo y Recuperación (BEDR), quienes situaban el crecimiento del país alauí en un 3,1%. El auge por la inversión en el Reino acompañada de las remesas marroquíes puede hacer de Rabat un agente económico con gran poder en la región del Magreb. El ejemplo más claro lo vemos en la industria automovilística quien en lo que va de año ya han superado sus cifras de 2022 en cuanto a exportación de vehículos.
Además del BEDR, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva confirmaba en una entrevista a MapNews que el crecimiento de la economía marroquí es un ejemplo a nivel global de como una nación puede prosperar en la búsqueda de un crecimiento sostenible a base del aprovechamiento y uso eficaz de las energías renovables.