La Organización Internacional de Trabajo advierte de la delicada situación de los trabajadores en el extranjero a causa de la pandemia

El drama de los trabajadores migrantes: desempleados al regresar a casa o sin recursos y lejos de sus familias

photo_camera PHOTO/AFP - Trabajadores inmigrantes esperan en una estación de ferrocarril de Chennai (India) para regresar a su casa

Sin empleo en casa o sin dinero a miles de kilómetros. Son las dos realidades que los trabajadores migrantes tienen por delante en los próximos meses como consecuencia de la COVID-19. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha señalado que decenas de millones de personas empleadas en el extranjero se han visto obligadas a regresar a sus hogares tras perder su empleo durante una rueda de prensa este miércoles en Ginebra. De vuelta a sus naciones de origen se enfrentan al desempleo y la pobreza. Mientras tanto, otros se encuentran varados en sus países de acogida sin acceso a protección social y con poco dinero para costear sus gatos. Incluso aquellos que han conservado su trabajo han sufrido reducciones de salario y tienen que residir en lugares donde el distanciamiento social es imposible. 

La OIT advierte de que esta situación puede desencadenar una crisis laboral, que se suma a la sanitaria. A medida que las restricciones se suavizan, es posible que millones de trabajadores migrantes tengan que regresar a sus hogares en países de ingresos bajos y medianos, donde los mercados laborales, ya de por sí frágiles antes de la irrupción de la COVID-19, están ahora más debilitados por los altos niveles de desempleo. Además, sus familias sufrirán mucho económicamente por la pérdida de las remesas que normalmente enviaban, asegura la OIT. 

Infografía

Sabemos que millones de trabajadores migrantes, que estaban confinados en sus países de trabajo, han perdido el empleo y se prevé que ahora regresen a casa en países que ya están lidiando con una economía débil y un desempleo creciente. Es una crisis potencial dentro de otra crisis”, ha indicado Manuela Tomei, directora del Departamento de Trabajo y Condiciones de Igualdad de la OIT, en declaraciones recogidas en la nota de prensa remitida a los medios de comunicación.

La organización estima que hay 164 millones de trabajadores migrantes en todo el mundo, casi la mitad de ellos mujeres, que representan el 4,7% de la fuerza de trabajo mundial. Aunque no todos estos trabajadores regresarán a su país, las investigaciones de la OIT en más de 20 países indican que se prevé que muchos millones lo hagan

La mayoría de los países de origen tiene un margen muy limitado para reintegrar a un número tan grande de personas, y a menudo no cuentan con políticas y sistemas que garanticen una gobernanza eficaz de la migración laboral y planes de reincorporación de las competencias laborales. Los gobiernos de Asia y África, en particular, esperan un retorno de millones de trabajadores migrantes, ya sea por obligación o voluntariamente, a medida que sus perspectivas de empleo se desvanecen. Si los retornos se producen en un lapso breve y su los migrantes no quedan comprendidos en las medidas de protección social o no reciben ayuda para reintegrarse en el mercado de trabajo nacional, habrá un fuerte impacto económico y social. 

Trabajadores furgoneta

Las investigaciones de la OIT apuntan que los trabajadores migrantes que regresan a sus países de origen aportan competencias y talentos que pueden ayudar a una mejor recuperación de sus economías de origen tras la pandemia. Pero la organización recomienda establecer un sistema de retorno y reintegración ordenado y basado en los derechos

“Con las políticas adecuadas, el retorno de estos trabajadores puede convertirse en un recurso para la recuperación”, ha asegurado Michelle Leighton, jefa del Departamento de Migración Laboral de la OIT. “Estos migrantes traerán consigo talentos y nuevas competencias laborales, y en algunos casos capital, que podrán dar apoyo a los esfuerzos que se realicen en sus países de origen con miras a una mejor recuperación. Debemos ayudar a estos países a aprovechar la oportunidad.”

Ayudar a reintegrarse a los migrantes que retornan también reducirá las tensiones en sus países de origen, donde algunas comunidades pueden temer que esas personas traigan el virus o les quiten puestos de trabajo. La restauración de las estrategias de subsistencia de los migrantes que regresan les permitirá saldar cualquier deuda relacionada con su contratación original en el extranjero, evitando el riesgo del trabajo forzoso y la trata de personas, o una nueva migración por vías irregulares. 

Más en Economía y Empresas