En julio de 2021, la Comisión Europea de Úrsula Von der Leyen ya presentó este proyecto, conocido como ReFuelEU. Ahora, en el verano de 2022, es el Parlamento el que ha vuelto con mayores ambiciones.
Como parte del paquete legislativo "Fit for 55", que reúne los textos legislativos que permitirán a la UE alcanzar su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% de aquí a 2030, este texto pretende, en particular, ampliar el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF), fijando en primer lugar un objetivo del 2% de SAF en el combustible disponible en los aeropuertos de la UE de aquí a 2025. El reglamento pretende alcanzar un 63% de uso de combustibles de aviación sostenibles para 2050. La semana pasada, los eurodiputados revirtieron estos objetivos y los elevaron al 37% para 2040 y al 85% para 2050.

Aunque la aviación civil representa el 13,4% de todas las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes del transporte en la UE, el eurodiputado danés Soren Gade, del partido Renew, se congratuló de las negociaciones y los acuerdos alcanzados por los eurodiputados y recordó que "la aviación es uno de los sectores más difíciles de descarbonizar". Hoy hemos mostrado cómo proceder y hemos enviado una señal fuerte y ambiciosa a los ciudadanos europeos", antes de añadir que "os hemos escuchado cuando habéis pedido una acción climática y estamos trabajando al máximo para conseguir una Europa verdaderamente verde".
Además, el Parlamento Europeo ha ampliado la definición de lo que entiende por "combustible de aviación sostenible", también conocido como "combustible verde", para incluir los combustibles sintéticos, los biocombustibles derivados de granos animales, los destilados, la biomasa y el aceite de cocina usado, así como los combustibles reciclados a base de carbono producidos a partir del tratamiento de los gases y escapes de los procesos de producción en las plantas industriales.

La Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente felicita a los eurodiputados para que "mantengan el impulso" excluyendo a partir de ahora las grasas animales y se congratula de la decisión del Parlamento de rechazar progresivamente los biocarburantes en favor de los combustibles sintéticos. Transport & Environment concluye su declaración afirmando que "estos son los únicos combustibles que pueden aumentar de forma sostenible para reducir el impacto climático de la aviación". En la actualidad, el principal combustible sintético disponible para el sector de la aviación es el e-keroseno, que se obtiene de la combinación de hidrógeno verde y dióxido de carbono.
La aprobación de este nuevo reglamento por parte del Parlamento fue también la ocasión para proponer la creación de un fondo de aviación sostenible a partir de 2030, destinado a acelerar la descarbonización del sector de la aviación, así como a apoyar la inversión en FAE y en las llamadas tecnologías innovadoras y de investigación.
Además, para 2024, la Comisión Europea creará un sistema de etiquetado para evaluar el rendimiento medioambiental de los aviones, las compañías aéreas y los vuelos comerciales.
Aprobado ahora con 334 votos a favor, 95 en contra y 153 abstenciones, el reglamento puede negociarse en el "diálogo a tres bandas" en el que participan el Parlamento Europeo, el Consejo de la Unión Europea y la Comisión Europea.