Sudán firmó un acuerdo con el Tesoro estadounidense y el Banco Mundial para relajar sus elevados niveles de deuda

Estados Unidos y el Banco Mundial a favor de la reducción de deuda sudanesa

photo_camera PHOTO/BERND JUTRCZENKA - El primer ministro de Sudán, Abdalla Hamdok

El pasado 6 de enero el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, aterrizó en Jartum, capital sudanesa, para firmar los acuerdos a los que se había llegado el pasado mes de diciembre, cuando la potencia norteamericana concluyó sacar al país africano de la lista de países de promotores del terrorismo.

El Memorándum de Entendimiento entre Sudán y Estados Unidos recoge la concesión de un préstamo de unos 1.200 millones de dólares, según recoge Europa Press, y que iría destinado a solventar los pagos atrasados de la deuda que tiene Sudán con el Banco Mundial. El total de la deuda externa de Sudán asciende a los 60.000 millones de dólares.

Así, Mnuchin, tras reunirse con el primer ministro del Ejecutivo sudanés en transición, Abdalla Hamdok; el presidente del Consejo Soberano Transitorio, el coronel Abdel Fattah al-Burhan, y diversos ministros, anunció el compromiso del Tesoro estadounidense en apoyo no solo a los atrasos de Sudán en las Instituciones Financieras Internacionales, sino en promover un alivio de la deuda sudanesa en 2021.

Y es que este entendimiento continúa la senda de las relaciones que se han dado entre ambos países los últimos meses. El Ejecutivo de Donald Trump decidió hace aproximadamente un mes la salida de Sudán de la lista de países promotores del terrorismo tras 27 años, después de que en 1993 fuera introducida. 

Sin embargo, había algunas condiciones a cumplir por parte del país africano para poder ser sacado de dicha lista. Aceptadas por el Ejecutivo transitorio sudanés, encontramos, entre otras, el pago de 335 millones de dólares a modo de indemnización por los atentados cometidos contra Embajadas estadounidenses y embarcaciones, entre los años 1998 y 2000. Y, sin duda, la condición más relevante del acuerdo: la normalización de relaciones de Sudán con Israel.

Atalayar_Protestas Sudán

Así, la Administración Trump se apuntó otro país que reconoce a uno de sus principales aliados en Oriente Medio: Israel. El mismo Mnuchin, elogiaba los esfuerzos sudaneses por salir de la lista de países promotores del terrorismo.

El encuentro celebrado en Jartum, también sirvió para este propósito. Los denominados Acuerdos de Abraham, sellaban la futura colaboración entre Israel y Sudán. Mnuchin también aprovechó la ocasión para destacar las oportunidades que abría el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Las cosas han cambiado para Sudán desde que en abril de 2019 se derrocara al antiguo presidente, Omar al-Bashir, en el poder desde 1989. Después de que en 2018 se iniciaran protestas en las calles, los militares dieron el golpe y desde entonces se ha establecido un Gobierno transitorio, encabezado por Hamdok y elegido por un Consejo Soberano, formado por cinco miembros militares, cinco civiles –de las Fuerzas de la Libertad y el Cambio– y uno de mutuo acuerdo entre las partes.

Su mandato queda regulado en la Carta Constitucional y terminaría en las elecciones de 2022. Así, el Ejecutivo de Hamdok se compromete a desmantelar la corrupción del Gobierno de Al-Bashir, reformar el sistema judicial y gestionar la profunda crisis económica.

Por ahora, y a pesar de las diferencias políticas y críticas a los militares por parte de ciertos grupos de la coalición que gobierna –Fuerzas de la Libertad y el Orden–, Hamdok y el Consejo Soberano han logrado salir de la lista de países promotores del terrorismo y recibir ayuda financiera. Eso sí, a cambio de ciertas condiciones que han sido asumidas por los gobernantes sudaneses. 

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