Los fondos soberanos del Golfo desarrollan nuevas dinámicas para promover acuerdos

Los fondos soberanos de la región del Golfo están atravesando un proceso de modernización en el que están pasando de operar con el tradicional enfoque de total confidencialidad y centrado en inversiones estables a largo plazo a dinamizarse y flexibilizarse para optar a los nuevos sectores y mercados emergentes.
Estos fondos controlan más de 4 billones de dólares y cualquier movimiento o variación provoca un efecto a gran escala en el panorama financiero internacional. Esto desencadena que este entorno se maneje en extrema cautela y sin intromisión del público. Asimismo, los líderes de los fondos son conscientes de la magnitud de la importancia de estas actividades y esto causa que se les pida mayor transparencia a los gestores de los activos en los cambios de las inversiones.

Se incrementa cada vez más la competencia global en los activos de alto rendimiento. Así pues, los países del Golfo pretenden diversificar sus fuentes de ingresos y reducir la dependencia en el petróleo y desplazarse a sectores claves como la tecnología, las energías renovables, la infraestructura, los deportes y hasta el entretenimiento. De esta manera, se visibiliza un cambio en la gestión, en las herramientas y en la anticipación del manejo de ingresos y del mercado global. Esto se vincula no solo con los cambios de los mercados mundiales, sino también con la transformación económica de la región.
El cambio de enfoque se visibilizó a través de la advertencia publicada la semana pasada por los directores del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí y la Autoridad de Inversiones de Kuwait en relación con las inversiones específicas. Concretamente, el jeque y director gerente de la Autoridad de Inversiones de Kuwait, Saud Salem Al-Sabah, con el control de activos por valor de un billón de dólares, afirmó, en el Foro Económico de Qatar, que el sector de capital privado es agitado, especialmente para las grandes transacciones y para el capital de riesgo, lo que se está volviendo una importante preocupación a considerar en los negocios.

Ante estos comentarios, la Autoridad de Inversiones de Qatar anunció la necesidad de tomar una actitud precavida con el crédito privado que se ha convertido en un activo popular y de relevancia para los fondos de riqueza del Golfo. No obstante, la posición de Qatar se mantiene cautelosa por ser un mercado tan concurrido, como ha enunciado el director ejecutivo de la Autoridad de Inversiones, Mohamed Al-Suwaidi. Cabe destacar que Doha está negociando con empresas estadounidenses, desarrollando reformas y aprobando incentivos para consolidar al país en un centro financiero de Oriente Medio. Por ende, para Qatar los fondos de riqueza son una puerta de entrada para lograr su objetivo, destacar sus relaciones con fondos de capital privado y de infraestructura.
Una situación representativa relacionada con la temática de las advertencias fue el caso de hace dos años, cuando el colapso de Credit Suisse ocasionó grandes pérdidas para el fondo soberano saudí dirigido por Yasir Al-Rumayyan y para todo Oriente Medio. El desenlace terminó con la decisión de Al-Rumayyan de no invertir más en los mercados financieros suizos.
La Autoridad General de Inversiones es uno de los fondos soberanos más ricos del mundo y el segundo más amplio de Medio Oriente después de la de Autoridad de Inversiones de Abu Dabi. Actualmente, el foco de los países del Golfo está en atraer inversión extranjera por el aporte de capital, pero también por los conocimientos y oportunidades de mercados e integración que se genera. En comparación con las inversiones, los fondos soberanos tienen un impacto destacadamente menor y con un crecimiento inferior.

De igual forma, los fondos de riqueza están adquiriendo un relevante peso en las inversiones internacionales y se están adaptando progresivamente a los cambios económicos y políticos. Esto ha ubicado a los Estados del Golfo como un núcleo de negocios económicos y fundamentales para la economía global. La gira del presidente estadounidense, Donald Trump, por Oriente Medio y su foco en el aspecto comercial ha solidificado el potencial de los fondos soberanos de riqueza, así como de la inversión extranjera de la región.