Bruselas, Tel Aviv y El Cairo han acordado cooperar para suministrar gas natural licuado a Europa desde el país norteafricano, con la vista puesta en reducir la dependencia europea del gas ruso

Israel, Egipto y la UE firman un acuerdo para la importación de gas israelí desde Egipto

photo_camera PHOTO/EUCO - La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, durante la firma del acuerdo energético

La Unión Europea, Israel y Egipto han firmado este miércoles en El Cairo un memorando de entendimiento para suministrar gas natural israelí a través del país norteafricano. “Con este acuerdo trabajaremos en el suministro estable de gas natural a la UE desde la región del Mediterráneo oriental”, afirmó en su cuenta de Twitter Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, enfatizando que el memorando “contribuirá a nuestra seguridad energética”. 

Según una nota de prensa emitida por el Ministerio de Energía israelí, las tres partes se comprometen a cooperar para potenciar el suministro egipcio, israelí y de otras fuentes a Europa en base a la infraestructura de licuefacción del país árabe. Tel Aviv unirá así su suministro a Egipto, que será enviado por barco al Viejo Continente en forma de gas natural licuado, si bien estos dos también podrán exportar sus recursos a otros clientes.  

El memorando, con una vigencia de 3 años, tras los cuales será renovado automáticamente por otros 3 años, incluye varias cláusulas climáticas, por las que las partes se comprometen para cooperar en la reducción de las emisiones de metano y de carbono durante estos envíos.

Gas israel

La nota de prensa no concreta la forma mediante la cual Israel transportará su suministro a Egipto, pero previamente Von der Leyen, en estos momentos de visita a Egipto tras una gira de dos días en Israel, mencionó la construcción de un gasoducto, afirmando que en un futuro podría también ser utilizado para el envío de hidrógeno. 

Una alternativa al gas ruso 

La presidenta de la Comisión enfatizó la importancia que puede tener este acuerdo para ayudar a los socios europeos a desembarazarse de la dependencia rusa. “El Kremlin ha usado nuestra dependencia de combustibles fósiles rusos para chantajearnos. Y, desde el inicio de la guerra, Rusia ha cortado deliberadamente el suministro de gas a Polonia, Bulgaria, Finlandia y a empresas neerlandesas y danesas, en represalia por nuestro apoyo a Ucrania”, afirmó von der Leyen el pasado miércoles en un discurso en la Universidad de Ben-Gurión. “Pero el comportamiento del Kremlin solo ha fortalecido nuestra determinación de librarnos de la dependencia de combustibles fósiles rusos”, continuó la política alemana. 

Recientemente, Moscú ha exigido a todos los países que considera como “hostiles” el pago de las importaciones de gas natural ruso en rublos, y ha cortado el suministro a todos aquellos que se han negado a aceptar este esquema.  

El pasado martes el gigante gasístico ruso Gazprom anunció que reduciría temporalmente en un 40% los envíos por el gasoducto Nord Stream a Alemania, y este miércoles Eni, la principal empresa energética italiana, denunció que los envíos de gas rusos al país habían descendido en un 15%. Además, existen temores de que el Kremlin pueda cortar definitivamente el suministro a Europa como respuesta a las sanciones, poniendo en peligro la seguridad energética de los Veintisiete.

Bruselas, por su parte, ha impulsado diversos planes para reducir significativamente las importaciones de combustibles fósiles rusos, con acuerdos firmes para limitar la compra de productos como el petróleo y el carbón. Pero el gas natural ha sido el elefante en la habitación durante las rondas de sanciones europeas, debido a la fuerte dependencia de Moscú de varias capitales. La Comisión planea reducir hasta dos tercios las importaciones de gas ruso para el fin de 2022, y el bloqueo total para 2027, pero no existe un acuerdo en firme al respecto. 

Las importaciones de gas natural ruso suponen hasta un 40% del total de los Veintisiete, y son una importante fuente de ingresos para Moscú. Para lograr sustituir esta dependencia los socios europeos han propuesto impulsar la transición energética y buscar nuevos suministradores. 

Bruselas ya ha llegado a acuerdos para aumentar el suministro de gas natural licuado de fuentes como Estados Unidos, Qatar o Australia, y ahora, este proyecto permitirá la llegada de exportaciones significativas de gas israelí y egipcio.

Bennet Al Sisi

Israel se está convirtiendo rápidamente en uno de los principales productores regionales de gas natural, mientras que Egipto, que también cuenta con amplias cantidades de gas, alberga una gran capacidad de licuación de gas, gracias a las plantas de Damietta e Idku, que en conjunto pueden licuar unos 12,2 millones de toneladas anuales. 

No obstante, fuentes oficiales calculan que estas cantidades tardarán en alcanzarse al menos dos años, por lo que difícilmente este acuerdo pueda ayudar a Bruselas a reducir significativamente las importaciones de gas ruso para el fin de este año. Al mismo tiempo, la falta de infraestructura regasificadora en el continente, esencial en el envío de gas natural licuado, aumenta las dudas con respecto a la viabilidad del acuerdo. 

El pacto verde europeo establece la reducción del consumo de gas natural europeo en un 25% para 2030 y totalmente para 2050, lo que, de cumplirse, supondrá una fecha límite para estos envíos. 

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