Líbano comienza este jueves a explorar los yacimientos de petróleo y gas del Mediterráneo oriental descubiertos en 2009, que se encuentran una frontera marítima que se disputa con Israel, según la versión digital del diario Al-Ain News. El jefe de la Autoridad Administrativa del Sector Petrolero, Walid Nasr, ha afirmado este miércoles que los trabajos de perforación, que se han pospuesto en repetidas ocasiones, se iniciarían el jueves y que esperan tener su primer pozo listo en dos meses. El país confía que los hidrocarburos les ayuden a aliviar su situación financiera, con una deuda que alcanza el 150% del PIB.
El consorcio Fren Total, la empresa italiana Eni y el ruso Novatec rubricaron un acuerdo con Líbano en 2018 para explorar el petróleo y gas en sus costas. Walid Nasr, jefe de la Autoridad Administrativa del Sector Petrolero, ha explicado durante una conferencia de prensa en el palacio presidencial que las operaciones durarían dos meses. “Si sale bien esta primera etapa, seguiremos abriendo nuevo pozos”, ha asegurado.

Un consorcio formado por las compañías Total, Eni y Novatek se adjudicó dos de los 10 bloques de exploración de exploración del Líbano en 2018, el cuatro y el nueve, cercanos a la frontera israelí. Inicialmente se suponía que la perforación comenzaría en diciembre para el bloque cuatro, pero se ha retrasado. La exploración del bloque nueve ha sido mucho más controvertida, ya que Israel afirma que pertenece al estado judío. La compañía Total ha afirmado que conoce la disputa fronteriza que afecta al 8% del bloque nueve y ha prometido perforar lejos de esa zona.
El área que Beirut se disputa con Israel es de unos 860 kilómetros cuadrados y se divide en 10 zonas o bloques. La tensión entre ambos estalló en 2019 por la disputa del bloque 9. Israel no está de acuerdo con la delimitación de las zonas económicas exclusivas y no está de acuerdo con los trabajos de explotación que está llevando a cabo Líbano.

Líbano se encuentra en una situación económica límite, con una deuda pública que alcanza el 150% del PIB y con constantes protestas en las calles por el descontento social. Las infraestructuras del país están muy deterioradas y los cortes de agua y luz son constantes. La escasez de divisas ha obligado a los bancos a imponer restricciones a la retirada de depósitos y transferencias de divisas al exterior. Además, la libra libanesa se ha debilitado severamente.
La explotación de los recursos petrolíferos y de gas supone una oportunidad para que el Gobierno haga caja y alivie su comprometida situación financiera. El ministro de Energía y Agua, Raymond Ghajar, ha reconocido que la obtención de hidrocarburos tendría resultados muy positivos para mejorar la calificación crediticia del Líbano, pero ha matizado que aún pueden pasar años hasta que lleguen las primeras extracciones.

“Los hidrocarburos son de los libaneses y pertenecen a todos los ciudadanos del país. Sus ingresos son una riqueza que no puede verse mermada ni corrompida. La operación de perforación petrolera es una escalera para salir del abismo actual y la economía del país puede verse muy beneficiada”, ha asegurado este miércoles el presidente del libanés Michel Aoun durante una rueda de prensa. “A partir de este jueves, el Líbano se convertirá en uno de los países productores de petróleo del mundo”, ha asegurado Aoun.