Anoche, la lira turca se desplomaba hasta un 15% después de la apertura de los mercados tras la polémica decisión tomada por el presidente Erdogan de derrocar al ya exgobernador del Banco Central, Naci Agbal. Tras la destitución, Erdogan nombraba nuevo gobernador al doctor de Finanzas y exdiputado del partido AKP, Sahap Kavcioglu, conocido por sus ideas conservadoras afines al Gobierno.
El cese del exgobernador se produjo tras la decisión de subir los tipos de interés hasta el 19%, resolución contraria a las opiniones de Erdogan que siempre se ha mostrado muy crítico con este tipo de políticas económicas. Sin embargo, la política de Agbal de frenar la inflación había sido aplaudida por los mercados financieros tras conseguir que la lira turca fuese la mejor moneda para el “carry trade”, estrategia empleada en el mercado de compraventa de divisas.
Tras la apertura de los mercados, la moneda cayó a un nivel muy frágil, quedando el cambio de un euro y un dólar por 9,3 y 7,8 liras, respectivamente frente a los valores de 8,6 y 7,2 liras, registrados el pasado viernes. El pasado domingo, el nuevo gobernador se comprometió a tomar las medidas necesarias para combatir la inflación afirmando en un comunicado que “el Banco Central de Turquía seguirá tomando todos sus instrumentos de política monetaria con eficacia para alcanzar su objetivo: bajar la inflación de forma duradera”. Esta inflación se ha caracterizado por sufrir un estancamiento en dos dígitos durante la mayor parte de los últimos cuatro años.

De acuerdo con EFE, la Bolsa de Estambul abrió este lunes con una pérdida del 6,6% como consecuencia de la destitución del gobernador y ha sufrido dos bloqueos técnicos que han impedido el funcionamiento normal del mercado de valores durante más de hora y media.
Diversas entidades bancarias, entre las que se encuentra Goldman Sachs, auguraban ya una fuerte caída de la lira y de los activos turcos por las opiniones críticas emitidas por el presidente sobre las altas tasas. Kavcioglu se ha mostrado afín a estas detracciones y ha abrazado las opiniones de Erdogan en las que, según el presidente, las altas tasas “indirectamente provocan un aumento de la inflación”.
Poco después de la destitución de Agbal, diferentes inversionistas afirmaron a Reuters que habían estado trabajando durante el fin de semana para predecir que tan drástica y rápida podría significar el recorte de tasas así como cuánto retrocedería la moneda con el nuevo nombramiento. Según Arab News, los jefes de algunas oficinas de tesorería locales habían estimado las ofertas hasta las 8 de la mañana de este lunes. Del mismo modo, Kavcioglu afirmó que cualquier cambio de política dependería directamente de reducir la inflación, siendo esta el objetivo principal de su política.

Goldman Sachs informó a sus clientes que estarían revisando las recomendaciones de inversión y predijo una caída “discontinua” de la lira y un ciclo de recortes de tipo “anticipado”. Según la propia entidad, los bancos turcos gastaron más de 100.000 millones de dólares para sostener a la lira.
En este contexto, las preocupaciones por la escasa independencia del Banco Central aumentan en los mercados emergentes. Uno de estos sería Argentina ya que el dólar estaba subiendo un 0,17% frente a las seis principales monedas mundiales. Con la caída de la lira, el comercio externo se verá afectado frente a los países competidores, en especial Brasil.
Según los economistas, Turquía ha provocado una política poco ortodoxa e intervencionista en la economía lo que ha generado que la lira haya perdido la mitad de su valor desde la crisis monetaria de 2018.

Esta precaria situación económica que sufre el país turco tiene una relación directa entre las ideas de Erdogan contrarias a la de los economistas y en sus decisiones conservadoras y autoritarias sobre el control del Banco Central y su funcionamiento. Ahora, con el cambio del titular del Banco Central por Kavcioglu, afin a las ideas conservadoras del Gobierno turco, parece que la situación económica en Turquía seguirá a la baja a no ser que Erdogan decida escuchar los consejos de los economistas tanto nacionales como europeos, así como decidir delegar funciones del Banco para tratar de salir de esta preocupante crisis que empieza a tener consecuencias directas en los mercados internacionales y emergentes.