Marruecos cierra un acuerdo de cooperación con Rainbow, líder en el mercado de las tierras raras

La gigante británica Rainbow Rare Earths ha alcanzado un acuerdo tripartito con la empresa estatal marroquí de fosfatos y fertilizantes OCP Group y la Universidad Politécnica Mohamed VI (UM6P), un centro privado de investigación sin fines de lucro, con el objetivo de desarrollar una vía óptima para extraer y procesar tierras raras. Las partes pretenden además “seguir investigando” para mejorar en las técnicas de obtención de este material “a partir de fosfoyesos”.
La compañía minera, especializada en la extracción de estos elementos poco comunes y cada vez más utilizados en diversos sectores industriales, explica en el comunicado que OCP Group “ha acumulado importantes activos de propiedad intelectual, conocimientos técnicos y experiencia en el campo del procesamiento de fosfoyesos” gracias a su colaboración con el centro de investigación, lo que “ofrece una oportunidad sinérgica para el desarrollo conjunto”.

El fosfoyeso es el hidrato de sulfato de calcio formado como residuo de la producción de fertilizantes a partir de roca fosfórica. Está contaminado por materiales químicos y radiactivos, pero su utilización en el sector agrícola, el aeroespacial, el de la construcción o fabricación de vehículos eléctricos, así como en materia de defensa se ha demostrado productiva. La evolución industrial de este fosfato en varias economías emergentes ha espoleado a escala global el interés por su obtención y, sobre todo, por el establecimiento de las condiciones de seguridad necesarias para su uso.
Rainbow, que cotiza en la bolsa de Londres, unirá fuerzas con OCP y la UM6P en esta materia aprovechando su experiencia, contrastada en otras latitudes del continente africano. En Sudáfrica, Rainbow es propietaria del proyecto Phalaborwa, que alberga unas reservas estimadas superiores a las 38 toneladas con un elevado porcentaje de tierras raras en los residuos de fosfoyesos. En Burundi, la empresa británica ha protagonizado la extracción de las minas de Gakara hasta que el Gobierno decidió paralizar las labores de extracción con la intención de renegociar las condiciones del contrato.

El director ejecutivo de Rainbow Rare Earths, George Bennett, destacó a través de un comunicado el “enorme potencial” del fosfoyeso como fuente de tierras raras y aseguró que la compañía “se centra en asegurar oportunidades de colaboración y de intercambio de conocimientos, así como en obtener acceso a nuevos suministros”. “Estamos encantados de firmar este acuerdo con socios tan innovadores”, trasladó Bennett.
El CEO de Rainbow —también director regional de Karo Power, una empresa energética con sede fiscal en Chipre que opera en África Occidental—, ejerció entre 2003 y 2006 como director general de Shanta Gold, una compañía registrada en el paraíso fiscal de la isla de Guernsey que se dedicaba a la explotación de las minas de oro en Tanzania, subrayó la necesidad de estos materiales para alcanzar “el éxito de la transición mundial hacia la energía limpia”.

La escasez de yacimientos de minerales de tierras raras de alta calidad, Rare Earth Elements (REE, por sus siglas en inglés), ha empujado a las empresas energéticas a buscar fuentes de suministro alternativas, procedentes en su mayoría de la extracción de residuos industriales como el fosfoyeso. A pesar de las sucesivas crisis, la demanda de estos materiales crece de forma exponencial desde hace dos décadas por sus múltiples aplicaciones.
India gana peso, pero es China quien domina el mercado de las tierras raras, un grupo de 17 metales en otro tiempo sin utilidad, pero ahora determinantes para afianzar la transición energética. Muchos países dependen del gigante asiático. Esto explica los renovados intentos de los proveedores internacionales por encontrar nuevas vías de suministro que reduzcan esta dependencia.

Dos semanas antes de la firma del acuerdo tripartito entre Rainbow y las instituciones marroquíes, la administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (por sus siglas en inglés USAID), Samantha Powell, mantuvo un encuentro con el director general de OCP Group, Mostafa Terrab, quien ejerce además como presidente de la Organización Internacional de Fertilizantes.
En la conversación, la exembajadora de EE.UU. ante Naciones Unidas durante la Administración Obama agradeció al empresario de Fez la donación de OCP Group de más de medio millón de toneladas de fertilizantes a precio reducido a una veintena de países de África subsahariana, una región especialmente golpeada por las consecuencias de la guerra en Ucrania. Powell trasladó a Terrab su intención de profundizar en su colaboración humanitaria.