Es una empresa española de consultoría, ingeniería y ejecución de proyectos, con vocación internacional, cuyo objetivo es contribuir al progreso y a la calidad de vida en los países en los que tiene presencia

Marta Pardo de Santayana, Incatema: “El potencial de África en agricultura es inmenso”

photo_camera PHOTO/GUILLERMO LÓPEZ - Marta Pardo de Santayana, Incatema

Marta Pardo de Santayana abre las puertas de Incatema a Atalayar para hablar de la importante actividad de su grupo en el continente africano y para profundizar en las luces y sombras que hay a la hora de invertir y materializar proyectos relacionados con la agricultura y el comercio en África. Pardo de Santayana analiza las grandes oportunidades que ofrece África para su grupo y para todo aquel que busque llevar a cabo iniciativas en territorio africano. Incatema cuenta con un equipo con más de 20 años de experiencia en la ejecución de proyectos de Agricultura, Pesca, Desarrollo Rural, Mercados, Agua e Infraestructuras.                                  

Atalayar: ¿Cómo y cuándo nace Incatema? ¿Qué misión tiene y cuáles son sus clientes?

La actual Incatema nace en 1999, la fundan mi padre y mi tío Javier Pardo de Santayana, con un tercer socio, un ingeniero que trabajaba con ellos llamado Ángel Cano. Empiezan trabajando en proyectos de ingeniería y consultoría para la Administración española, principalmente para el Ministerio de Agricultura porque los tres son ingenieros agrónomos. 

La empresa ha evolucionado mucho. Ellos descubrieron pronto la oportunidad de exportar el modelo de desarrollo del sector agrícola español, que es un ejemplo, a países en vías de desarrollo. De la mano de la Agencia Española de Cooperación Internacional empezamos a salir haciendo trabajos de consultoría en África, en países donde estaba la Agencia implantada. Pero con el paso del tiempo hemos ido evolucionando geográfica y sectorialmente y hemos pasado de hacer proyectos de ingeniería y consultoría a hacer proyectos “llave en mano”.

La empresa que empezó haciendo ingeniería y consultoría en el sector agrícola en España y que empezó a salir ahora se ha convertido en una empresa de proyectos “llave en mano” que ejecuta el 99,9% de su negocio en el exterior en los sectores de agricultura, pesca, infraestructuras y todo el ciclo integral del agua. 

Marta Pardo de Santayana, Incatema

Atalayar: Marta desde tu experiencia vital y empresarial, ¿nos puedes hablar de África?

Mi experiencia en África ha sido gratamente positiva, la verdad. No hemos tenido malas experiencias. Quizás alguna experiencia negativa trabajando para un cliente privado sin cobertura de riesgo, que nos dejaron un impago. Pero la verdad es que África tiene peor fama de lo que merece. Yo creo que es un continente donde existen países muy diversos y dentro de ellos hay países que son bastante serios y constituyen un “nido de oportunidades”. 

En África está todo por hacer. Está por desarrollarse la clase media, con todo lo que eso conlleva de apuesta por inversión, consumo, sectores primarios que ya se están desarrollando. Por ejemplo, el potencial de África en agricultura es inmenso, está por explotar. Respecto a África teníamos el mito de la sequía, de que no tiene agua, pero hay países de África que si tienen mucha agua. 

Sí es verdad que nosotros no tomamos riesgo de créditos. Aunque sí que lo hemos hecho en países donde conocemos muy bien al cliente y a las instituciones para tener una cierta seguridad jurídica, pero en África hay muchos países que para nosotros representan unas oportunidades inmensas. 

Atalayar: En relación con el sector agrícola, África lo que necesita es una importante reforma agraria. 

Necesita explotarse, necesita profesionalizarse, industrializarse. La mayoría de la agricultura en África es de autoconsumo, de pequeños productores. Por ejemplo, nosotros estamos ejecutando un proyecto muy bonito financiado por el Banco Mundial en Angola de apoyo a pequeños empresarios agrícolas en la ejecución y aprobación financiera de planes de negocio desde su arranque. A mí me parece un acierto por parte del Banco Mundial apostar por eso porque tú lo que tienes que conseguir es incrementar el tamaño de negocio de los agricultores y convertirles en pequeños empresarios. Eso es clave para el desarrollo de África. Y es una licitación organizada por el Banco Mundial en Angola.

Marta Pardo de Santayana, Incatema

Atalayar: ¿Hasta qué punto la presencia de China en África puede condicionar estos planteamientos?

Nosotros hemos visto una competencia de China en África muy fuerte hasta hace algunos años. Yo creo que ahora los chinos en África están de capa caída; principalmente, por su falta de apoyo financiero, ellos entraron en el continente africano con el dinero por delante, así es muy fácil. Es verdad que al principio la calidad de ejecución de sus proyectos era mala, pero también se generó un mito y luego había empresas chinas muy serias que hacían proyectos bien ejecutados. Es verdad que competían con distintas armas porque no se ajustaban a las reglas financieras de la OCDE, no cumplían aspectos laborales de los trabajadores, hacían “dumping” de materias primas, etc. Fue muy fácil para ellos. Y ahora eso se ha acabado y ese terreno que deja China lo están aprovechando otros países, como por ejemplo el Reino Unido, que tras el Brexit tiene un apetito enorme por África, y está haciendo las cosas muy bien. 

Atalayar: Y ahí tendría que ser también la Unión Europea la que tuviese ese apetito, teniendo en cuenta que el desarrollo de África implica además poder evitar un problema tan grave como es el de la inmigración irregular.

En la Unión Europea tenemos un problema general de que se nos llena la boca con la internacionalización y África y luego todo es menos real de lo que dicen. Pero también es verdad que dentro de la Unión Europea hay países con actitudes muy distintas. Francia y Alemania son campeones en su apoyo e inversión en África, mientras que, por ejemplo, en España todos los Gobiernos, da igual del partido que sean, se llenan la boca con Planes África que no están dotados de presupuesto, ni de medios. Y todo ello cuando somos los que más expuestos estamos al problema de la inmigración. Yo creo que hace falta una voluntad real que se traduzca en inversión, en dinero, para desarrollar políticas de apoyo a los inversores españoles que quieren llegar a África; cuando, además, tenemos un hándicap añadido que es el idioma, porque los franceses y los ingleses tienen trozos de África que, para nosotros, desde el punto de vista cultural, son como Latinoamérica para los españoles. España tiene ese hándicap.

Atalayar: Son herencias coloniales.

Nosotros, por ejemplo, tenemos en Ghana un socio que es un italiano de cuarta generación instalado en el país. Encontrar un español así en África subsahariana es buscar una aguja en un pajar. Seguro que los hay, pero muy poquitos. 

Atalayar: En su opinión, ¿hace falta potenciar más la política del Gobierno?

El mensaje es claro, pero luego no se traduce en inversión.

Atalayar: ¿Qué opinión le merece la actitud de la banca española en cuanto a financiación en el continente africano?

La financiación es cada vez mejor, pero hay mucho desconocimiento y como los bancos tienen aversión al riesgo pues eso hace que sean menos agresivos. Compiten en otra liga diferente a las de otros bancos internacionales que sí que conocen, están implantados y apuestan por África. Parte de esa falta de apoyo o de apetito es por el tema de las ECAs (agencias de crédito a la exportación) porque es verdad que tomar riesgo en África lo hacen muy pocas instituciones financieras. Van siempre de la mano de ECAs y la banca española ha trabajado en exclusiva con la agencia española CESCE hasta hace muy pocos años. Eso limitaba la capacidad de la banca de apostar por África.

Desde hace unos años, los bancos españoles se han ido abriendo a otras ECAs a la exportación con cosas tan sencillas como firmar acuerdos marco que facilitan luego la negociación de los seguros de crédito. Eso está permitiendo que la banca española tenga más apetito y más capacidad de financiar en países de África subsahariana. 
Van a otras agencias que tienen más capacidad. Eso es por políticas de los países, de balance, de su capacidad financiera, de su tamaño. 

Atalayar: ¿Hay diferencias entre el norte de África y África subsahariana?

Muchísimas y no solo en este ámbito. En España, personas del sector que están más implantadas en Latinoamérica comentan que a África no quieren ir y les digo que cómo me puedes decir por ejemplo que estás trabajando en Nicaragua, que es un país de un riesgo máximo, y que te da miedo ir a Costa de Marfil. Eso es por desconocimiento. África es un continente, pero dentro de África no se parecen en nada Mauritania a Egipto o a Túnez. Y, por supuesto, Túnez y Marruecos no se parecen en nada a Sudáfrica, pero tampoco a Mozambique o Ruanda o Angola. Son realidades muy distintas. Yo creo que hay mucho desconocimiento porque para adquirir ese conocimiento hace falta invertir mucho tiempo y dinero. Es que la extensión del continente es inmensa. 

Atalayar: Cuando tenéis un proyecto delante en África, ¿qué estrategia seguís? ¿Te presentas con apoyo de financiación si se requiere?

Nosotros tenemos dos vías de financiar nuestros proyectos. Una es la de las licitaciones multilaterales, donde nosotros intentamos presentarnos en países que conocemos. Creo que presentarse a una licitación de un organismo multilateral en un país que es nuevo para ti hace que sea difícil ser super competitivo porque debes tener un socio local o conocer subcontratistas, conocer de verdad los precios, ver cómo optimizar, conocer de verdad las necesidades del cliente, del proyecto y de la zona donde se va a ejecutar. 

Nosotros nos presentamos a licitaciones financiadas por organismos multilaterales que conocemos y luego nosotros invertimos en conceptualizar proyectos en los que proponemos a clientes, en su gran mayoría del sector público, que vendemos por nuestra capacidad técnica y de ejecución, no solo por la idea. Y porque somos capaces de estructurar una financiación para ese proyecto. 

Nos diferenciamos de muchos de nuestros competidores porque tenemos unos sectores muy concretos. Algunos de nuestros competidores hacen desde carreteras, hasta un proyecto agrícola, una escuela… Nosotros no, nosotros tenemos muy clara nuestra especialización sectorial porque creemos que en este mundo es muy importante saber lo que haces y más en países donde ya tienen un riesgo intrínseco. Nosotros estamos focalizados en cosas muy concretas que son muy diversas porque en agricultura hacemos desde regadío, captaciones, agroindustria, puesta en producción de parte de las agrícolas, en agua abarcamos todo el ciclo integral del agua: depuración, saneamiento, abastecimiento, potabilización; todo y con distintas tecnologías, desde las más básicas para algunos países, hasta las más punteras. Pero siempre en países que conocemos. 

Atalayar: ¿Cuáles son los países donde trabajáis?

Nosotros en África empezamos trabajando en Nigeria hace muchísimo tiempo. Hemos estado en casi todos los países. Ahora mismo donde nosotros tenemos más presencia y proyectos en ejecución es, por supuesto, Angola que tiene gran potencial agrícola. 

En el África occidental nosotros estamos en Senegal, Ghana, Costa de Marfil, Camerún, persiguiendo cosas incluso en Burkina Faso. Y nuestra asignatura pendiente es África oriental, donde hay países muy atractivos como Ruanda, Uganda, Mozambique o Kenia. Etiopía tiene problemas políticos ahora. 

Marta Pardo de Santayana, Incatema

Atalayar: ¿Y el norte de África?

No, nosotros no trabajamos en el norte de África, con la única salvedad de Túnez, donde nos hemos presentado a una licitación de agua, para un proyecto de una potabilizadora, hemos quedado segundos, además en un momento de Túnez muy complejo políticamente. 

Atalayar: ¿Utilizáis socio local para proyectos?

Alguna que otra vez sí. Muchas veces son muy complementarios. Nosotros siempre tenemos que subcontratar una parte de obra civil y, normalmente, como socio o subcontratista sí que nos gusta ir de la mano de un socio local que sepa lo que hace. Aunque depende del tipo de país y de gobierno. 

También nosotros nos presentamos a proyectos de países que conocemos y ahí no es tanta la necesidad de un socio local, pero sí hay una complementariedad financiera o de conocimiento o especialización. Ahí entonces sí intentamos hacerlo con el socio. 

Atalayar: ¿Os ha afectado mucho la pandemia?

Nos ha sorprendido mucho lo poco que nos impactó porque, claro, cuando empezó nos dio muchísimo miedo que se llevara por delante el continente africano y se volviera más vulnerable. Pero sí que nos sorprendió la resistencia del continente a esto. Sí que tuvimos algún retraso en ejecución de proyectos y bastante retraso en negociaciones de proyectos porque al no poder viajar sí que las negociaciones se complicaban cuando los gobiernos estaban centrados en resolver este problema inminente, ante otros proyectos nuestros, que suelen ser muy necesarios por el agua y la agricultura. Los gobiernos se habían dirigido a otros esfuerzos. Pero, por ejemplo, nos ha mejorado mucho la capacidad de trabajar a distancia con los clientes, que antes era una cosa impensable. Ahora yo he tenido diversas reuniones online con cliente público africano. 

Atalayar. ¿Pensasteis desde vuestra empresa dar apoyo en tareas de suministro, ejecución o coordinación de vacunación en algunos países africanos? Esto estaría bien visto por los gobiernos africanos y podría facilitaros la entrada en otros proyectos.

Nosotros nunca utilizamos la Responsabilidad Social Corporativa para entrar en un país. Es un poco al revés. Por ejemplo, después de haber estado hace muchos años trabajando en Haití, con todos los organismos multilaterales, como el Banco Mundial, la Unión Europea o la Agencia Española de Cooperación Internacional, sí que hemos prestado nuestro apoyo al Gobierno haitiano en la crisis que tuvo después del último gran terremoto, un momento donde suministramos muchas pastillas para potabilización del agua porque había realmente un problema. 

Lo hacemos al revés. Por ejemplo, en Guinea Bissau hemos colaborado con una ONG durante muchos años y no hemos ejecutado nunca un proyecto. Colaboramos con La Caixa, que tiene un programa importante de vacunación infantil. Pero no les preguntamos a qué país van. Lo hacemos un poco al revés. 

Atalayar: África ha tenido un crecimiento destacable. En su opinión, ¿cómo debería ser ese crecimiento para que sea más inclusivo? ¿Qué transformación debe llevar a cabo el continente africano para que ello ocurra?

Fomentando la inversión. Yo creo que es la única forma. Porque al final, con políticas de apoyo, seguros de cobertura al crédito que permiten inversiones públicas, lo cual está muy bien, se están mejorando infraestructuras en África, que es una condición necesaria para la inversión, de la misma manera que lo es la seguridad jurídica o la gobernanza. Pero hasta que no consigamos que haya inversión privada fuerte en África no se podrá desarrollar la clase media, que yo creo que es lo más necesario para que haya una mayor inclusión. 

Marta Pardo de Santayana, Incatema

Atalayar: Quizás menos ayuda al desarrollo y más inversión. 

Más inversión. Nosotros mismos, que llevamos en África 25 años, no hemos invertido en África y, ahora, en algunos de los países que conocemos estamos pensando hacer inversión directa y poner, por ejemplo, tierras en explotación. Lo hemos hecho para el Gobierno, conocemos el mercado, sabemos que la demanda existe, que la producción está vendida, pero hasta ahora no nos hemos atrevido, seguramente por la inseguridad jurídica que percibíamos. 

Atalayar: ¿Y eso es fácil con determinados gobiernos?

Yo creo que sí. De hecho, es muy fácil porque todos los Gobiernos de África son conscientes de que lo que deben hacer es fomentar la inversión privada, entonces hay muchísimas ayudas. Por ejemplo, es increíble que una hectárea de tierra en África casi te la regalen siendo mucho más fértil que en Europa cuando una hectárea de tierra en Europa cuesta un dinero. Eso es porque los Gobiernos están concienciados de que deben apoyar la inversión. El problema es la falta de infraestructuras, la inseguridad jurídica, etc.

Atalayar: Uno de los principales problemas son los Estados fallidos, la corrupción, la falta de seriedad y de fortaleza de las instituciones. 

Es muy importante el papel del Fondo Monetario Internacional ante esto. Como ellos tienen la llave del dinero, ellos están consiguiendo mejorar la gobernanza y la calidad institucional de muchísimos gobiernos y eso es muy importante. 

Atalayar: A mayor tasa de buen gobierno, mayores inversiones. 

Yo creo que sí. 

Atalayar: ¿Cómo percibes el papel de la mujer en África? Es muy importante la educación. 

Esa es una de las principales carencias de África. Hay diferencias entre países, pero la educación de las niñas en África debe ser una prioridad y hay que apostar por ello con políticas que lo permitan. Pero ahí te encuentras con muchos aspectos socioculturales e incluso religiosos que son complicados. Sin embargo, cuando la mujer en África está educada a mí me ha sorprendido el poder que tiene. Por ejemplo, en el Gobierno de Angola hay muchísimas ministras y las que tienen poder están muy educadas y empoderadas. Una vez que tienes educación no creo que haya un problema cultural tan fuerte en algunos países para que la mujer no tenga puestos de relevancia. Pero hay que empezar educando. 

Ahí España empieza un poco a ser sede de educación en las capas altas de la sociedad, por encima incluso de Francia. 

Claro, por el clima, la forma de vida, incluso los precios, somos un mercado muy atractivo. Con África sin embargo tenemos el problema del idioma. Un adolescente con posibilidades económicas de Senegal se va a ir antes a estudiar a Francia, Bélgica o Suiza que a España porque no habla el idioma español. 

Atalayar: Se está dando una tormenta perfecta, crisis alimentaria, energética, de financiación, etc. ¿Una vía de salida podría ser el acuerdo comercial AfCTA firmado entre tantos países africanos?

Como una solución para lo que viene, lo veo complicado. Pero es un paso muy necesario y que va a tener un beneficio enorme para todo el continente. Creo también que va a ser difícil de implementar porque si en la Unión Europea hasta armonizar las políticas fiscales y comerciales han tenido que pasar muchos años y aún no se conseguido plenamente, en África va a pasar algo similar porque las diferencias lingüísticas y culturales entre los distintos países son incluso mayores que entre los países europeos, y la falta de calidad institucional de los Gobiernos va a dificultar que esto sea de verdad una realidad. Ahora, que la idea es buena, es necesaria y que por algo hay que comenzar, absolutamente de acuerdo. 

Marta Pardo de Santayana, Incatema

Atalayar: Tocando el tema de la invasión rusa de Ucrania, hablemos de consecuencias económicas y diplomáticas en África. 

El tema de los cereales es un tema gravísimo. Acaba de estar Macky Sall reunido con Vladimir Putin la semana pasada y me imagino que hablaron de esto. El problema de África es que no produce los alimentos que consume con una población creciente, por ello nuestros proyectos de agricultura, y vemos que estamos en un sector muy necesario que todos los gobiernos al menos dicen apoyar. Con esta crisis, gran parte de los alimentos que podían ser importados por África ahora se van a ir a otros destinos con el consiguiente encarecimiento de precios. Yo creo que eso puede tener unas consecuencias devastadoras en todo el continente. 

Atalayar: ¿La inestabilidad en el Sahel es una preocupación para empresas como la suya?

Muchísimo. Nosotros hemos estado trabajando en un proyecto en Burkina Faso y después de estar años trabajándolo nuestro principal problema son los larguísimos procesos de maduración de nuestra acción comercial con la consiguiente inversión en tiempo y dinero y, claro, la inestabilidad política hace que tú lleves trabajando tres años en un proyecto en Burkina Faso y haya un golpe de Estado y se retire todo el apoyo de las agencias de crédito y por lo tanto de los bancos, y te quedas sin cliente y hasta que eso se recupera pues vuelven a pasar dos o tres años mínimo. 

Y luego en ejecución también es un problema. Por ejemplo, nosotros estamos a punto de arrancar un proyecto en el norte de Camerún y ahí hay que tener mucho cuidado porque en el extremo norte hay terrorismo islamista que hace que sea mucho más difícil llevar gente a trabajar y ejecutar los proyectos. 

Atalayar: ¿Se ha dado el caso de que estos grupos islamistas intenten chantajear a las empresas?

A nosotros no. Yo creo que intentan chantajear más a gobiernos o ya directamente a extranjeros que si están implantados allí van a ir a secuestrar. Ahí hace mucho bien la red de embajadas. Nosotros en los viajes que hicimos a Burkina Faso íbamos de la mano de la Oficina Comercial y de la Embajada, que nos advertía de dónde ir con cuidado. 

Atalayar: Dada tu experiencia en el continente africano, ¿qué consejos prácticos darías a las empresas españolas que quieren adentrarse allí?

Yo les diría dos cosas: paciencia y prudencia. Paciencia y perseverancia que deben llevar aparejadas una capacidad de invertir tiempo y dinero. Tú no puedes pretender llegar a África y llevarte un contrato en un año. Eso no pasa y si pasa es que tiene un problema que no has detectado. Habrá un tema de corrupción, de inseguridad o de precios que no has sabido detectar. Mucho cuidado, conoce muy bien los mercados donde vas antes de meterte. Elige pocos, es imposible meterte en muchos países porque para conocer un país en África y atreverte a meterte debes tener un conocimiento de las instituciones, de las personas, de la situación económica, de los socios.

Hay que tener capacidad para invertir tiempo y dinero y luego mucha prudencia porque aun así en países que aparentemente están estructurados y con financiaciones de organismos multilaterales puedes tener retrasos en los cobros. Por ejemplo, nosotros en Angola en un proyecto financiado por banca europea, con agencias de seguro de crédito europeas nos hemos encontrado con una deuda de 20 millones durante cuatro años, y después se paga, pero sufres y tienes que hacer gestiones que son muy complicadas y lentas. Hay que ser muy prudentes. 

Atalayar: Como curiosidad, en el tema agrícola se comenta que hay que tener cuidado con las minas en países que habían tenido guerras y conflictos.

Nosotros en Angola siempre empezamos los proyectos con certificado de desminado porque es un problema que existe. Es un requisito del Gobierno para empezar el proyecto. Te tienen que dar ellos un certificado de desminado. No pasa solo en Angola, en algún que otro país más también. 

Atalayar: ¿Cómo es la recepción de la población africana hacia los españoles?

Depende mucho de los países. Por ejemplo, en Angola es muy buena, tienen mucha mejor relación con los españoles que con los portugueses con los que tienen ese conflicto de la excolonia con el país colonizador. En Senegal también nos perciben muy bien. Es verdad que la red de oficinas comerciales y embajadas ha mejorado mucho y eso ayuda. 

Atalayar: Hay un problema de comunicación e información. Los medios deberíamos poner más atención en contar lo que pasa en África, pues no solo hay conflictos, enfermedades, y guerras, sino que África es mucho más que eso.

En la prensa española es muy difícil encontrar África. Tienes que navegar mucho para encontrar alguna cosa de África. El País es el periódico que incluye algunas noticias, pero si tú buscas en cualquier otro medio español es difícil. 

Dar a conocer la economía, historia, cultura de los países, no solo los conflictos, es muy importante para vencer esos miedos que hay con África. 

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