La nueva imagen del aeropuerto de Tánger
Está en marcha el proyecto para el desarrollo y ampliación del aeropuerto Ibn Battuta de Tánger. Con una financiación que ronda los 13 millones de dirhams y un espacio de en torno a 199 hectáreas, se va a construir una nueva terminal, una torre de control, un estacionamiento de aeronaves, rampas de entrega y un estacionamiento para 1.400 coches. También, la valla del aeropuerto se alargará a 6 kilómetros.
En el año 2030, tendrá lugar la próxima Copa del Mundo, en la cual Marruecos, Portugal y España serán los anfitriones. Como parte de los preparativos, para Marruecos resulta fundamental desarrollar la infraestructura de algunos aeropuertos, como el de Tánger, así como ampliar sus dimensiones creando una nueva terminal de aproximadamente 55.000 metros cuadrados. De esta manera, el país estará listo para recibir a los amplios volúmenes de personas que se espera que lleguen esos días.
Los procesos de construcción en el aeropuerto Ibn Battuta traerán grandes beneficios a nivel turístico y económico para la ciudad marroquí. La capacidad de pasajeros aumentará de 1,2 millones a 4,4 millones al año, cifra muy superior, en base a la cantidad prevista para 2050 y siguiendo las condiciones de seguridad y los estándares de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
Por supuesto, contará con buenas vías de comunicación hacia los puntos principales del territorio. Actualmente, Tánger sufre problemas en el transporte urbano, sobre todo en los meses de verano, que es cuando más gente visita la ciudad. El objetivo es dejar eso solucionado antes de 2030, de forma que no haya contratiempos durante el Mundial y, además, se siga avanzando en el plan de mejora de Tánger. En su última sesión ordinaria, el Consejo Colegiado ha ratificado un acuerdo multilateral por el que Tánger se compromete a acabar el plan ideado para la infraestructura viaria y, también, a crear una red de transporte que conecte de forma multimodal el aeropuerto con los centros de la ciudad.
El proyecto incluye un vestíbulo público, con su correspondiente sala de espera, espacio para comercios y servicios y un punto de venta de billetes para los viajeros. Además, cuenta con un área de inspección, área de llegadas, una zona especial para el registro de los pasajeros y sus equipajes y lugares reservados para las colas de espera. En lo que respecta a la parte exterior, se va a hacer un aparcamiento al que podrán acceder cerca de 2.300 coches y también habrá paradas de taxis, tiendas de alquiler de coches, oficinas de organismos oficiales y espacios verdes.
