La alianza de 23 países de la OPEP+, liderada por Arabia Saudi y Rusia, no puedo acordar en su última reunión, celebrada el viernes cuánto petróleo suministrará a partir del mes de agosto, la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados tras horas de deliberaciones sin resultado, decidió continuar su reunión este lunes.
Las deliberaciones de los 23 países productores de la OPEP+ centran la atención de los mercados mundiales de crudo, que seguirán a la espera de ver a qué resultado llegan finalmente. La alianza tiene que establecer el nivel de producción total a partir del mes de agosto.

Esta vez, no fue la tradicional rivalidad entre Rusia y Arabia Saudi la que impidió el acuerdo. Los Emiratos Árabes Unidos serían los responsables del fracaso de la cumbre. Según varias fuentes, el bloqueo se debió a que EAU exigió que se elevara la base de cálculo para fijar su cuota nacional de producción, reflejando su mayor capacidad de extraer crudo, algo que no fue aceptado por los demás socios.
El ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, Suhail al Mazrouei, rechazó que se prolongue el acuerdo de la OPEP+ hasta diciembre de 2022, considerando que la cuota de producción de crudo asignada a su país es "injusta", según la agencia de noticias oficial emiratí WAM. Agregó que "no tiene sentido poner condiciones a un aumento en agosto" porque consideró que "el mercado necesita un aumento en la producción" y EAU apoya totalmente que esto tenga lugar a partir de agosto.

Eso impidió un acuerdo preliminar que habían alcanzado Arabia Saudí y Rusia para incrementar la producción conjunta del grupo en 0,4 millones de barriles diarios (mbd) cada mes a partir de agosto. Los países productores de la OPEP+ tenía el plan de aumentar la producción de petróleo de 400.00 barriles diarios entre agosto y diciembre. Sin embargo, la tarea es difícil para la alianza, que debe tomar en consideración las múltiples incertidumbres que planean tanto respecto a la oferta como sobre la demanda de crudo.
Este umbral definido en octubre de 2018 es considerado obsoleto por los Emiratos, que reivindican "una capacidad (de producción) ahora más elevada", indica Eugen Weinberg, analista de Commerzbank. Según Weinberg, Abu Dabi quiere aumentar su volumen de producción de referencia a partir del cual se calcula su cuota porque tiene "ahora una capacidad más elevada". Actualmente en 3,17 millones de barriles diarios, el ministro emiratí habría insistido para que sea "aumentado a 3,8 millones de barriles diarios", precisa Ole Hansen, analista de Saxobank.

La reunión ministerial de la alianza OPEP+ (OPEP y aliados) del pasado viernes "solo ofreció una opción, que es aumentar la producción con la condición de extender el actual acuerdo, que prolongaría la injusta base de cálculo de producción de EAU hasta diciembre de 2022", lamentó el ministro. "EAU y sus socios internacionales han invertido de forma sustancial en aumentar su capacidad de producción y considera que (...) los datos de la base de cálculo deben reflejar la actual capacidad y no la de octubre de 2018, que está desactualizada", detalló Al Mazrouei.
La producción del país árabe aumentó de 3,160 millones de barriles al día (mbd) en octubre de 2018 hasta 3,841 mbd en abril de 2020, y aspira a producir 5 mbd de aquí a 2030. Mientras que las referencias del crudo, el Brent y el WTI, oscilan alrededor de los 75 dólares, un 50% más desde el 1 de enero, un aumento que no se había visto desde 2018 antes de la pandemia.

La propia OPEP espera que la demanda petrolera supere este año en 6 mbd a la de 2020, una perspectiva aún más optimista que la de los 5,5 mbd pronosticados hace dos semanas por la Agencia Internacional de la Energía (AIE). La reactivación de la economía, y en especial de los viajes y el turismo, gracias al avance de la vacunación en Europa y Norteamérica está detrás de estas marcadas subidas.
No obstante, los productores de la alianza ven aún riesgos que pueden afectar negativamente al mercado, como nuevos brotes de la pandemia, especialmente por la expansión de la variante Delta del coronavirus, o efectos inflacionarios de los paquetes de estímulos fiscales adoptados por muchos países desarrollados.