La espiral alcista sitúa el precio de los carburantes en su coste más elevado desde febrero de 2020

El acuerdo de la OPEP+ eleva a máximos el precio del petróleo

photo_camera REUTERS/LEONHARD FOEGER - Logotipo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)

El precio del petróleo ha arrancado el año manteniendo la dinámica alcista. El aumento, que registra el coste más elevado desde el pasado mes de febrero, se produce después del recorte voluntario de la producción llevado a cabo por Arabia Saudí, así como por la disminución de los inventarios de crudo en Estados Unidos durante la primera semana del año.

El West Texas Intermediate (WTI) registró una subida del 4,85% en sus precios, y cerró la sesión en 49,93 dólares por barril. El crudo Brent, por su parte, aumentó un 4,9% su valor para situarse en los 53,60 dólares por barril, números inéditos desde el inicio de la pandemia. 

El petróleo sumó su sexta alza consecutiva agravada por los disturbios del Capitolio de Estados Unidos. La insurrección trajo consigo la reducción de las ganancias en los contratos tras el cierre de mercado. La detención de un petrolero por parte de Irán a consecuencia de “repetidas violaciones de las leyes ambientales marinas”, según sus alegaciones, también condicionó la subida.

Por su parte, el precio del gasóleo se ha encarecido un 1,13% para elevarse hasta los 1,069 euros el litro, también en su sexta subida consecutiva. Desde la segunda semana de noviembre el precio del gasóleo precio acumula un aumento del 5,4%, mientras que la gasolina es un 3,7% más cara.

Los carburantes consolidan, de esta forma, las subidas que ya empezaron a registrar a lo largo del verano. Los incrementos se producen desde el pasado mes de mayo, cuando descendieron a mínimos por el desplome registrado durante el confinamiento. Con esta nueva subida, el litro de gasolina se mantiene en torno a un 10,4% más caro en comparación con los precios de mayo. El precio del gasóleo, por su parte, se ha encarecido un 9% con respecto al mes de mayo. 

La OPEP+, detrás del aumento de precios

El encarecimiento tiene su origen en el acuerdo alcanzado entre las Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, liderados por Rusia. Los miembros decidieron,  tras dos días de negociaciones, reducir en 500.000 barriles diarios la producción de petróleo para lanzar al mercado 7,2 millones de barriles al día, tal y como pactaron en diciembre. 

La producción hasta el momento constaba de 7,7 millones de barriles diarios. En los meses de febrero y marzo, la producción por parte de la OPEP+ se limitará a 7,125 millones de barriles al día y 7,05 millones diarios, respectivamente. Además, acordaron revisar la producción de forma mensual.

Arabia Saudí realizará un mayor esfuerzo y no incrementará su producción. El ministro saudí de Energía, Abdulaziz bin Salman, reconoció que su país recortará “voluntariamente” un millón de barriles diarios su producción entre febrero y marzo, incluyendo su ajuste correspondiente. Arabia Saudí mantendrá su oferta de crudo en 8,125 millones de barriles al día durante los meses de febrero y mazo. Mientras, países como Rusia y Kazajistán podrán incrementar su producción en 65.000 y 10.000 barriles diarios durante este período. 

La OPEP y sus aliados acordaron un drástico recorte en la producción para evitar que los precios colapsaran durante la recesión económica provocada por la pandemia. Tras la cumbre del lunes pasado, que ha ocasionado el encarecimiento del precio de los carburantes, los miembros de la OPEP+ acordaron reunirse de nuevo el próximo 4 de marzo.

Con sede en Viena, la organización está experimentando fuertes presiones que pueden traer consigo tensión y conflictos. El aumento de la producción traería consigo una serie de ingresos para los países productores, económicamente afectados por la bajada de precios, sin embargo, los expertos advierten que bombear demasiado y demasiado pronto podría “socavar el modesto repunte de los precios”.

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