El precio del crudo de Brent supera la barrera de los 60 dólares por primera vez desde febrero de 2020

El petróleo registra precios máximos en un año  

PHOTO/REUTERS  - Instalación en Texas, Estados Unidos.

Los precios del petróleo han registrado valores inéditos desde el inicio de la pandemia. Tanto la demanda como el precio de este se desplomó a partir del pasado mes de marzo, lo que afectó de gravedad a la economía global. Sin embargo, después de los números registrados durante esta última jornada, hay motivos para el optimismo.  

El precio del barril de petróleo crudo Brent, la referencia en Europa y uno de los más importantes a nivel global, ha ascendido hasta los 60,06 dólares por barril, registrando un crecimiento del 0,92%. Esta marca supera a la máxima establecida desde el pasado 20 de febrero de 2020, poco antes de la drástica caída de los mercados. 

El recorrido del valor de Brent ha ido ‘in crescendo’ durante los últimos meses. Este ha sido su cuarto balance semanal positivo, aunque la dinámica alcista se ha materializado esta misma jornada con el adelanto al precio máximo en un año. No obstante, el Brent no ha sido el único en subir, sino que ha seguido la tendencia del sector. 

El ‘oro negro’ estadounidense también ha registrado importantes subidas. En el mismo contexto, el barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), de referencia en Estados Unidos, cotizaba en 57 dólares tras registrar una subida del 1,25 %.

Este aumento de precios se produce cuando los inversores esperan la propuesta de estímulo por parte de la Administración Biden. El demócrata pretende aprobar un importante paquete de ayudas contra la COVID-19 por valor de 1.900 millones de dólares. 

El propio Biden instó a los legisladores demócratas a “actuar rápido” a lo largo de esta semana para la aprobación de su plan de choque. En caso de recibir la rúbrica del Congreso, este estímulo podría suponer un impulso determinante para las economías de todo el planeta, así como un fuerte incremento de la demanda del petróleo.  

Esta sigue siendo inferior a los niveles registrados antes de la COVID-19. La producción mundial de petróleo y combustibles líquidos cayó de 100 millones de barriles al día durante 2019 hasta los 94 millones en 2020. 

Las estimaciones proyectadas para este mismo año, realizadas el pasado mes de diciembre, rondaban los 97 millones de barriles al día, según la Administración de Información Energética, el organismo encargado del análisis en el Departamento de Energía de EEUU.  

Este organismo pronosticó, además, que la producción de petróleo crudo estadounidense “rondará su nivel actual hasta finales de 2021” a pesar del aplacamiento de la pandemia. Los expertos apuntaron que al barril le será difícil ganar tracción al alza en 2021.  

Aunque la pandemia ha impulsado la demanda en otras áreas económicas. El incremento del comercio electrónico, por ejemplo, ha estimulado la demanda de combustible para todo tipo de vehículos de reparto. Este mismo también ha provocado un repunte de los envases de plástico, fabricados a su vez con productos derivados del petróleo, entre otros. 

PHOTO/REUTERS  -   Tanque de petróleo en el yacimiento Shaybah de Saudi Aramco en el Empty Quarter   
Influencia de la OPEP+ 

Más allá del repunte de otros sectores, el bloqueo a las exportaciones del petróleo iraní continuado por la Administración Biden ha supuesto un respaldo más a la dinámica alcista de los precios del petróleo. Además, esta subida de precios está animando a los productores estadounidenses a aumentar la producción.

El presidente Biden anunció que Estados Unidos no aprobaría el levantamiento de las sanciones a Irán para restablecer la mesa de negociaciones, una máxima que Alí Jamenei quiere ver cumplida para sentarse a dialogar sobre el acuerdo nuclear. 

Además, el acuerdo alcanzado por los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia –los mayores exportadores de crudo del mundo– para limitar la oferta está ayudando a equilibrar los mercados mundiales y mantener los precios. 

Si bien la demanda de petróleo sigue siendo inferior en comparación con la situación previa a la pandemia, los inversores son cada vez más optimistas y aumentan las esperanzas de cara a una recuperación económica más rápida de lo esperado.