Qatar Petroleum recorta cientos de empleos para mitigar el impacto económico de la COVID-19
La pandemia del coronavirus ha destruido miles de empleos a lo largo y ancho del planeta. Los efectos económicos de las medidas de confinamiento han llevado a algunas de las grandes empresas estatales de Qatar a reducir sus gastos salariales con el fin de reforzar sus finanzas para mitigar el impacto de esta crisis sanitaria.
En este escenario, Qatar Petroleum, el mayor productor mundial de gas licuado, ha decidido eliminar al menos 800 puestos de trabajo. En esta misma línea, la aerolínea Qatar Airways ha reducido los salarios de los pilotos de origen no qatarí en hasta un 35 por ciento, según un informe al que ha tenido acceso la agencia de noticias Bloomberg.
La caída sin precedentes de la demanda del petróleo el pasado mes de marzo, junto con la consecuente guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudí, ha provocado una profunda crisis en el mercado energético. El precio del barril del petróleo Brent para entrega en agosto cerró este lunes en el mercado de futuros de Londres con un ascenso del 2,55 %, mientras que el precio del crudo del Mar del Norte se cotizó a 39,72 dólares.
Esta pandemia obligó al Gobierno de Qatar a cerrar todos los negocios y detener todas las actividades comerciales, a excepción de los servicios esenciales; decisión tomada tras celebrarse un Consejo de Ministros extraordinario. La aerolínea del Golfo ha sido una de las más afectadas de la región por el cierre de los aeropuertos y las prohibiciones de viaje impuestas para detener la propagación de este patógeno.
Otra de las víctimas de esta crisis económica derivada de la COVID-19 ha sido la emisora de deportes BeIN Media Group, propiedad del Estado qatarí y que ya había denunciado que Arabia Saudí pirateaba sus diversas señales. Esta compañía ha recortado más de 100 puestos de trabajo desde que comenzó esta pandemia, entre ellos presentadores, reporteros y técnicos. BeIN, una de las mayores emisoras deportivas del mundo, opera canales en Oriente Medio, Asia, Europa y América del Norte y posee los derechos de una serie de eventos deportivos, ligas y torneos. “Las emisoras de todo el mundo están tomando decisiones increíblemente difíciles para sobrevivir y beIN no es inmune”, ha lamentado un portavoz de esta compañía a Bloomberg.
Bloomberg también informó la semana pasada de que Qatar, que será la sede de la Copa Mundial de Fútbol en 2022, había instado a las entidades financiadas por el Gobierno a reducir los costes mensuales de los empleados no qataríes en un 30 por ciento a partir del 1 de junio, ya sea recortando salarios o despidiendo trabajadores.
Qatar ha seguido los mismos pasos que su vecino Kuwait quien anunció que ya no contrataría a trabajadores expatriados en la empresa estatal Kuwait Petroleum Corporation (KPC) y sus subsidiarias para el año 2020-21, según afirmó el ministro de Petróleo de la nación del Golfo y ministro de electricidad y agua en funciones, Khaled Fadil. Previamente, Kuwait había acordado recortar los presupuestos gubernamentales en al menos un 20 % durante el ejercicio fiscal 2020-2021, de acuerdo con la información recogida por Middle East Monitor.
