Qatar se ha vuelto a posicionar como el líder del sector del gas natural licuado a nivel global, alcanzando sus exportaciones en el mes de abril los 7,5 millones de toneladas, según las estimaciones de Bloomberg. El emirato ha superado, de esta forma, a Estados Unidos, otra potencia en el sector que logró posicionarse gracias al uso del fracking.
El gas natural licuado se obtiene de la refrigeración del gas natural, lo que aumenta su precio, pero también facilita su exportación por vía marítima, en contraposición a la dependencia de su versión gasística de los gasoductos.

De acuerdo con los datos de la CIA, Doha cuenta con las terceras reservas de gas natural más extensas del mundo. No obstante, su lejanía con respecto a los mercados asiáticos y europeos, de los que está separado por países altamente volátiles geopolíticamente, ha hecho que Qatar haya apostado decididamente por el gas natural licuado para su exportación, convirtiéndose en la gran potencia del sector, con unas exportaciones anuales de unos 77,1 millones de toneladas, según la International Gas Union.
Sin embargo, cada vez sufre más competencia de otros países que, por causas similares, también han invertido en el sector, principalmente EE. UU. y Australia, quienes, incluso, han logrado superar a Doha.

El fracking, una técnica que posibilita la extracción de gas de esquisto ubicado entre capas de roca a través de la inyección de agua con aditivos químicos y arena a alta presión ha permitido a Washington pasar de ser un importador neto de gas natural a una de las principales potencias exportadoras y un competidor directo de Doha, arrebatándole incluso su liderazgo en volúmenes de exportación.
No obstante, tras un invierno de alta demanda por las bajas temperaturas en el hemisferio norte, así como las mayores compras europeas para aminorar su dependencia del gas natural ruso tras la invasión de Ucrania, la reducción de producción en varias terminales de gas natural en Estados Unidos por motivos de mantenimiento ha permitido a Doha superar una vez más a Washington, apunta Bloomberg.

Además, Qatar cuenta con planes a medio plazo para seguir aumentando su producción de gas natural licuado, alcanzando los 126 millones de toneladas para 2027, según los planes anunciados por el emir Tamim bin Hamad al-Thani este mismo año.
Tradicionalmente, el principal mercado para el gas qatarí es el asiático, a donde van destinadas aproximadamente un 80% de sus exportaciones, destacando Corea del Sur, Japón, India y China. Esta última, además, se ha convertido en uno de los principales objetivos de Doha, debido a su gran apetito por las materias primas energéticas, de las que es el mayor importador a nivel internacional, potencialmente pudiéndose convertir en uno de los principales mercados para el gas qatarí.
Sin embargo, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha aumentado enormemente la demanda desde los países de la Unión Europea, ansiosos por reducir rápidamente su dependencia gasística con respecto a Moscú, de quien obtuvieron hasta un 40% de sus importaciones totales de gas natural en 2021, una cifra que aumenta dramáticamente en el caso de países como Alemania, Italia, Austria o Hungría.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya ha anunciado su disposición a impulsar un plan para reducir hasta dos tercios las importaciones de gas ruso para el fin de 2022 y el bloqueo total para 2027, para lo que necesitará encontrar nuevos proveedores.
EE. UU. se ha posicionado rápidamente como una alternativa al gas ruso, prometiendo aumentar hasta un 66% sus exportaciones hacia los países de la UE, pero Qatar también puede obtener un pedazo del pastel europeo y contribuir a reducir la dependencia del gas ruso.
Aunque la preferencia qatarí por los contratos de larga duración, en contraposición a una UE que favorece acuerdos menos duraderos, y el enfoque en el mercado asiático dificulta un rápido giro del país del Golfo hacia Europa, Doha, aun así, puede acompañar los esfuerzos diversificadores europeos. Ya en 2021 contribuyó hasta un 24% de las importaciones de gas natural licuado de la UE y del Reino Unido, según las cifras de Cedigaz, pero Doha cuenta con un mayor potencial.

Para Justin Alexander, director de Khalij Economics, el aumento de la producción planeado por Qatar podría hacer que el Emirato jugara “un rol pivotal en la diversificación de las importaciones de gas europeas respecto a Rusia”. Así, la coyuntura generada por la invasión de Ucrania podría llevar a “una serie de acuerdos de suministro de larga duración este año para tanto la producción existente como futura de gas [qatarí]”, continúa Alexander.
El primero en hacerlo ha sido Alemania, el principal socio energético ruso, que desde la invasión ha buscado sustituir sus importaciones de materias primas energéticas rusas, firmando un acuerdo con Doha en marzo para impulsar una asociación energética de larga duración.
Doha, así, complementaría su posicionamiento en el mercado asiático con un reforzamiento de su presencia en Europa, apuntando a mantener la tendencia actual y afianzarse como el principal exportador de gas natural licuado a nivel mundial.
Coordinador de América: José Antonio Sierra.