Un seminario internacional aborda en Casa Árabe los casos concretos de Palestina, Líbano, Jordania y Egipto, con especial atención al poder transformador de la cooperación internacional al desarrollo en esa región

Trabajo decente y crecimiento económico, el otro gran desafío en Oriente Medio

Casa Árabe
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Con epicentro en la guerra de Gaza, es todo Oriente Medio el que se halla en ebullición. Situación no tan excepcional en uno de los puntos más calientes del mundo, pero que añade mérito a los representantes y expertos, procedentes de varios países de la región, para analizar el estado de este derecho humano y fijar nuevas metas sin renunciar al denominado Objetivo del Desarrollo Sostenible (ODS8). 

Organizado por la Fundación por la Promoción Social, a través de su Centro de Estudios de Oriente Medio (CEMO) y de su Observatorio Mujer e Igualdad (OMEI), una veintena de expertos viajaron hasta la sede en Madrid de Casa Árabe, al objeto de perimetrar los desafíos y oportunidades. Su mérito lo reconoció el director de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Fernando Fernández Aguayo: “A pesar de la situación trágica y muy difícil que atraviesan sus países, han querido venir a España y compartir con nosotros sus experiencias y conocimientos en el ámbito del acceso al trabajo decente y sostenible”. 

Precisamente, Carmen Magariños, directora de Cooperación con África y Asia de la AECID, destacó que Oriente Medio es una prioridad para la cooperación española, así como que el trabajo decente y el desarrollo económico son la base de todas las acciones de la Agencia en la región. Magariños anunció un nuevo Programa Regional para el Mundo Árabe, que considerará el empleo y oportunidades como una de sus áreas de intervención básicas, junto con la transición ecológica, medioambiente y agua, e igualdad de género. 

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El caso específico de Palestina fue abordado por Yousef Shalian, director del Centro de Formación Profesional en Beit Hanina en Jerusalén. Resaltó que su programa de FP es uno de los proyectos más antiguos pues data de 1949. “Ahora, ante la crítica situación actual, estamos brindando apoyo psicosocial a los estudiantes, a sus familiares y a los formadores que se han visto afectados “. 

Sameer al-Attar, del Jordan Hashemite Fund por Human Development (JOHUD), explicó los principales desafíos que afronta Jordania, tales como la enorme presión de los flujos migratorios de refugiados procedentes de la zona en conflicto, el aumento del desempleo, sobre todo entre mujeres y jóvenes, la brecha de género en términos de independencia económica, el endurecimiento de la política monetaria o la caída de los precios de las materias primas. 

Por su parte, Sara López, consejera técnica de la Organización Internacional del Trabajo, señaló que “en los países árabes las mujeres constituyen uno de los grupos poblacionales más desfavorecidos en materia de empleo decente y desarrollo económico, presentando una importante brecha en cuanto a ingresos, ya que ellas representan tan sólo un 12,5% de los ingresos totales”. Mucho, pues, que hacer para colmar dicha brecha. 

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En otra sesión, Hiba Fawaz, de la Asociación para el Desarrollo de las Capacidades Rurales, presentó el caso del Líbano, cuya situación se ha agravado notablemente por el conflicto en Cisjordania. Señaló que actualmente el 75% de la población libanesa se encuentra por debajo del umbral de la pobreza, una situación que golpea con mayor crudeza a los jóvenes y al medio rural, que padece las consecuencias de la falta de políticas estructurales y públicas de desarrollo. 

Por su parte, Emad Gerges, de Upper Egypt for Education and Development (AUEED), se refirió a la estrategia Egypt Vision 2023, con la cual se está intentando reducir el impacto de la pobreza en la población vulnerable, brindándoles oportunidades laborales y formación. El panel lo completó Alejandra Ortega, responsable de Países Árabes, África, Asia y OIT en la Confederación Sindical de Comisiones Obreras, que reivindicó no cesar en la lucha por el derecho a un salario justo y equitativo, a condiciones de trabajo seguras y saludables, a la igualdad de oportunidades, al derecho a la protección social, la aplicación efectiva de las normas internacionales del trabajo, la libertad de asociación y sindical. “No podemos hablar de trabajo decente sin hacerlo de libertades fundamentales. Y esto afecta a todas las regiones del mundo, por lo que no es una cuestión exclusiva de Oriente Medio”.   

La directora de Casa Árabe, Irene Lozano, y la presidente de la Fundación para la Promoción Social, Jumana Trad, se felicitaron de que la cooperación que mantienen ambas instituciones en la celebración de este seminario internacional se haya logrado mantener en las adversas condiciones actuales.