Trump, crudo del Golfo o represalias de Arabia Saudí

Julián González/CapitalMadrid.com

Pie de foto: El mayor país productor del mundo advierte al nuevo presidente estadounidense de los riesgos. Las multinacionales desconfían de los efectos del proteccionismo económico en ciernes

Las petroleras y los países productores crudo están pendientes de las decisiones que pueda tomar el futuro presidente estadounidense Donald Trump sobre sus amenazas de recortar las importaciones de crudo en su campaña electoral. Arabia Saudí ha enviado un mensaje al nuevo inquilino de la Casa Blanca advirtiendo de los problemas que una medida de este tipo puede acarrear. Las multinacionales norteamericanas, por su parte, temen el proteccionismo económico que quiere imponer.

Arabia Saudí ha to­mado el li­de­razgo que os­tenta en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para ha­cerse eco de la grave preo­cu­pa­ción que hay entre los países del cartel y los que no per­te­necen a la misma como México. El mi­nistro de Energía y pre­si­dente de la pe­tro­lera Aramco, Khalid Al-Falih, ha re­cor­dado a Trump que “Estados Unidos se be­ne­ficia más que nadie del libre co­mercio mun­dial y que la energía es la sangre de la eco­nomía mun­dial”.

“En el fondo, Trump verá los be­ne­fi­cios y creo que la in­dus­tria pe­tro­lera tam­bién le dirá que blo­quear el co­mercio de cual­quier pro­ducto no es bue­no”, ha de­cla­rado el mi­nistro saudí en Marrakech, donde ha en­ca­be­zado la de­le­ga­ción de su país en la cumbre del Cambio Climático de la ONU.

El mi­nistro saudí ha seña­lado en este sen­tido que, aunque Estados Unidos im­porta mi­llones de ba­rriles de pe­tró­leo, tam­bién “se be­ne­ficia enor­me­mente” de poder vender li­bre­mente grandes can­ti­dades de pro­ductos ex­por­ta­dos. “Este libre co­mercio ha sus­ten­tado una flo­re­ciente in­dus­tria del re­fino y la re­vo­lu­ción de los hi­dro­car­buros no con­ven­cio­nales que ha creado nu­me­rosos puestos de tra­bajo y va­lor. El nuevo Gobierno de­bería tener tiempo para di­gerir todos los asun­tos, in­cluido el acuerdo cli­má­tico que Trump ha ju­rado rom­per”, ha de­cla­rado Al-Falih.

Precisamente, la Organización de Países Exportadores de Petróleo de­ba­tirá en su reunión de Viena, el pró­ximo 30 de no­viem­bre, la po­lí­tica anti OPEP de Trump y los pro­blemas que pueden surgir en los mer­cados si el ven­cedor de las elec­ciones nor­te­ame­ri­canas de­cide au­mentar la pro­duc­ción de crudo en su país, lo que pro­vo­caría que los pre­cios si­guieran a la baja.

De mo­mento, el com­por­ta­miento del ba­rril Brent en los mer­cados in­ter­na­cio­nales ha sido al alza ante las ex­pec­ta­tivas de que la Organización cumpla tam­bién con el acuerdo de Argel del 28 de sep­tiembre pa­sado de re­cortar la pro­duc­ción.

Los países del cartel acor­daron en sep­tiembre li­mitar la pro­duc­ción de pe­tróleo a 32,5 mi­llones de ba­rriles dia­rios, un mi­llón menos de lo que pro­duce ac­tual­mente. De ha­cerse efec­tiva la me­dida, aca­baría con el ex­ce­dente de crudo que ahora hay en el mer­cado y ele­varía los pre­cios. El nivel medio de los países de la Organización es de unos 33,5 mi­llones de ba­rriles dia­rios.

El simple ner­vio­sismo que se ge­nera siempre cuando se pro­duce un en­cuentro entre los hal­cones del pe­tróleo hace que los pre­cios au­menten mo­men­tá­nea­mente para re­gresar a la nor­ma­lidad o volver a caer si no se toma una de­ci­sión drás­tica de re­cortar la pro­duc­ción. El ba­rril ha re­cu­pe­rado estos días los 47 dó­lares pero ha vuelto a perder la ba­rrera de los 50 dó­lares que re­gistró tras la cumbre de Argelia.

El miedo de la OPEP es que Trump re­corte las im­por­ta­ciones de crudo de la OPEP, po­tencie la in­dus­tria pe­tro­lera in­terna -consume más de 19 mi­llones de ba­rriles dia­rios- y re­laje la po­lí­tica ener­gé­tica que había to­mado el ac­tual pre­si­dente Obama en favor de las ener­gías re­no­va­bles. El nuevo jefe de la Casa Blanca po­dría volver a re­lanzar el con­tro­ver­tido sis­tema del frac­king para ex­traer más pe­tróleo y gas y ser au­to­su­fi­ciente.

Ahora bien, esta po­lí­tica tan pro­tec­cio­nista per­ju­di­caría a la larga a sus pro­pias mul­ti­na­cio­nales pe­tro­le­ras. El Congreso nor­te­ame­ri­cano hace es­casos meses que acaba de dar luz verde a las ex­por­ta­ciones de pe­tróleo que, desde la crisis ener­gé­tica de 1973, tenía la prohi­bi­ción de vender crudo al ex­te­rior para cu­brir sus ne­ce­si­da­des. La mul­ti­na­cional ConocoPhilips es una de las que más han pe­leado porque se eli­mi­nase esta ba­rrera a las ex­por­ta­ciones de pro­ductos re­fi­na­dos.

Por otro lado, Estados Unidos no es au­to­su­fi­ciente pues pro­duce la mitad -unos 9,2 mi­llones de ba­rriles dia­rios- de lo que con­sume, con lo que es un país im­por­tador neto de Oriente Medio. Por tanto, a Trump no le in­teresa tam­poco dejar de im­portar crudo de Oriente Medio.

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