Tsipras cierra los bancos aunque el BCE mantiene la financiación a Grecia, sin ampliaciones

Luz Sela/lainformación.com

Pie de foto: Un funcionario retira una bandera europea con la imagen del primer ministro griego, Alexis Tsipras

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha anunciado este domingo la puesta en marcha de medidas de control de capitales en todo el país, comenzando por el cierre provisional de los bancos. En un discurso televisado, el primer ministro acusó al Banco Central Europeo de obligarle a tomar esta decisión. El regulador ha comunicado esta mañana que mantenía la liquidez de emergencia a Grecia, pero sin ampliaciones. "La decisión del BCE de no inyectar más liquidez es un chantaje a Grecia", ha considerado Tsipras, que no ha aclarado hasta cuándo se extenderán estas medidas.

El primer ministro griego ha avanzado además que ha enviado una nueva propuesta de acuerdo al Eurogrupo, y ha querido trasladar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos, a quienes ha dicho que sus depósitos están seguros.

Antes, el consejero delegado del Banco del Pireo-una de las cuatro mayores entidades financieras de Grecia- Stavros Lekkakos, había anunciado ya que los bancos griegos no abrirían este lunes.  La Bolsa también permanecerá cerrada.

La decisión se produce tras la reunión del Consejo de Estabilidad financiera de Grecia, que se ha reunido a primera hora de esta tarde. Antes, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, había desmentido las informaciones sobre un posible cierre de los bancos y la imposición de restricciones a las transacciones financieras desde mañana.  

Ayer Varoufakis abandonó la reunión del Eurogrupo, que decidió no aceptar la petición de una prórroga del rescate hasta la celebración del referéndum del próximo domingo sobre la propuesta de los acreedores a Grecia. El Gobierno hará lo que sea necesario "para minimizar el lastre para nuestra gente consecuencia de la negativa de Europa a garantizar nuestros derechos democráticos",  aseguró Varoufakis en una entrevista con la BBC. "Es un momento oscuro para Europa", apostilló.

El temor a un corralito ha hecho que los griegos hayan acudido a los cajeros para retirar fondos. Se calcula que en los dos últimos días han salido de Grecia 400 millones de euros.

Mientras, la asociación de sindicatos de empleados de banca ha pedido al Gobierno y al Banco de Grecia esfuerzos para asegurar un buen funcionamiento de los bancos, la seguridad de los trabajadores y los depósitos de los ciudadanos.

En un comunicado, la asociación pidió al Banco de Grecia que tome "todas las medidas preventivas adecuadas para garantizar la realización armónica y ordenada de las transacciones" y ha adveritdo de que, en caso de producirse  "un clima de tensión en las sucursales de bancos, no dudará en intervenir con iniciativas directas y activas".

Este sábado, los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona rechazaron prorrogar el rescate de Grecia más allá del 30 de junio, después de que el primer ministro del país, Alexis Tsipras, convocara un referéndum para someter a la votación de los griegos el plan de reformas planteado por las instituciones europeas. Este referéndum fue aprobado en el Parlamento heleno en la madrugada del domingo, tras más de catorce horas de debate parlamentario, por 178 votos a favor y 120 en contra.

Rajoy convoca a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha convocado este lunes a las nueve de la mañana a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos para analizar la situación creada ante la falta de acuerdo de Grecia y las instituciones acreedoras, según han informado a Europa Press fuentes del Palacio de la Moncloa. El jefe del Ejecutivo ha estado toda la tarde del sábado y el domingo siguiendo la evolución de la crisis griega, tras las reuniones del Consejo Europeo, este jueves y viernes, y del Eurogrupo ayer.

También el presidente francés, François Hollande, ha convocado para este lunes, a la misma hora, un Consejo de Ministros de urgencia, según ha informado el Elíseo. Las autoridades francesas, con el primer ministro, Manuel Valls, a la cabeza, han insistido en las últimas horas que aún es posible alcanzar un acuerdo entre Atenas y los prestamistas internacionales. El plazo expira el martes, 30 de junio.

Apoyo del BCE sin ampliaciones

El Banco Central Europeo ha anunciado este domingo que mantendrá la línea de asistencia de liquidez de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés) a los bancos griegos en los niveles fijados el viernes pero declara que "se mantiene preparado para reconsiderar su decisión", según ha informado en un comunicado, en el que indica que "trabajará en estrecha colaboración con el Banco de Grecia para mantener la estabilidad financiera".

El regulador indica que "dadas las circunstancias actuales", el Consejo de Gobierno ha decidido mantener el techo para la provisión urgente de liquidez  para los bancos griegos en el nivel decidido el pasado viernes.

"Seguimos trabajando en estrecha colaboración con el Banco de Grecia y apoyamos firmemente el compromiso de los Estados miembros en el compromiso de adoptar medidas para hacer frente a las fragilidades de las economías de la zona del euro", indicó el presidente del BCE, Mario Draghi.

"El Banco de Grecia, como miembro de la Eurozona, tomará todas las medidas necesarias para asegurar la estabilidad financiera de los ciudadanos griegos en estas circunstancias difíciles", ha comprometido, por su parte, Yannis Stournaras, Gobernador del Banco de Grecia.

En la misma nota se indica que el Consejo de Gobierno "sigue de cerca la situación en los mercados financieros y las posibles implicaciones para la orientación de la política monetaria y para el balance de riesgos para la estabilidad de precios en la zona euro".

El Gobierno griego reúne al Consejo de Estabilidad financiera

Varias informaciones habían sugerido, unas horas antes, que el regulador pondría fin a la financiación, una vez consumada la ruptura de negociaciones entre Atenas y la Unión Europea.

"Creemos que el Gobierno griego no tendrá más remedio que anunciar día festivo para los bancos mañana lunes mientras introducen controles de capital", que en este caso suponen restricciones sobre la cantidad de efectivo que los griegos podrían retirar de sus bancos, según una fuente a la cadena BBC.

No obstante, el primer ministro francés, Manuel Valls, había expresado sus dudas sobre esta posibilidad. "No creo que el BCE sea capaz de dejar a los griegos sin provisiones", declaró en una entrevista concedida esta mañana a la cadena gala Europe 1. Hay que recordar que la liquidez de emergencia a un Estado miembro no está supeditada a que esté vigente un programa de rescate, sino que depende de la solvencia de sus bancos. Valls advirtió de que existe riesgo real de que se produzca una salida de Grecia del euro si el 'no' gana el referéndum convocado por Tsipras, y aprobado por el Parlamento heleno, para el próximo domingo. "El pueblo griego debe poder decidir con lucidez. Si hay un voto negativo, hay riesgo real de salir de la eurozona", alertó el dirigente francés.

Un posible impago de Grecia de los 1.500 millones que debe abonar al Fondo Monetario Internacional (FMI) el 30 de junio pondría en cuestión la solvencia del Estado, lo que a su vez repercutiría en la banca, según han explicado las fuentes consultadas.

Por su parte, el Gobierno griego ha descartado que entre sus planes esté un cierre de los bancos y la imposición de restricciones a las transacciones financieras. El país ha convocado una reunión pra esta tarde en la que discutirá la situación de su sistema bancario. Sin embargo, ha negado las declaraciones del ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, que, en declaraciones a la BBC afirmaba supuestamente que el Gobierno valorará si impone esos controles de capital y cierra las entidades.  El propio Varoufakis ha negado después, en un comunicado emitido por su departamento, esta posibilidad.

Capital controls within a monetary union are a contradiction in terms. The Greek government opposes the very concept.

— Yanis Varoufakis (@yanisvaroufakis) junio 28, 2015

En el Consejo de Estabilidad Financiera, reunido desde las cuatro de esta tarde,  participan el ministro de Finanzas; el viceministro de Finanzas, Dimitris Mardas; el gobernador del Banco de Grecia (banco central), Yiannis Stournaras; el presidente de la Asociación de la Banca Griega, el presidente del fondo de rescate HFSF y el presidente de la Comisión del Mercado de Capitales. Las colas en los cajeros automáticos se han multiplicado tras el fracaso de las negociaciones para la prórroga del rescate y tras la convocatoria por parte del Gobierno griego de un referéndum para el 5 de julio sobre la última propuesta de los prestamistas internacionales. El Gobierno del primer ministro Alexis Tsipras ha dado a entender que pedirá el 'No' en el referéndum.

Pie de foto: Decenas de griegos protestan delante del parlamento Nacional en Atenas, Grecia  -Foto: AFP PHOTO / LOUISA GOULIAMAKI

¿Qué supone la decisión del BCE?

Pese a que el BCE haya anunciado 'in extremis' que mantiene la línea de financiación de emergencia a Grecia (ELA, en sus siglas en inglés), nada enfría las voces de que el “plan B” es, hoy, más probable que el “plan A”. Esto es, un escenario de suspensión de pagos y una posible salida de Atenas del euro.

Las negociaciones entre Grecia y el Eurogrupo se han precipitado a un final de consecuencias inciertas, una vez que el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, anunciase la convocatoria de un referéndum para estudiar la oferta de los acreedores sobre el rescate.

Esa consulta será el próximo 5 de julio, pero el rescate expira este mismo martes, lo cual abre un periodo de grandes incertidumbres. Grecia dejaría con ello de tener acceso a los 7.200 millones de euros que tiene pendientes de cobrar (del BCE y del FMI, además del Mecanismo Europeo de Estabilidad), pero tiene que cumplir ese mismo día con el pago de 1.500 millones a FMI. El país tiene pendientes de pagar además 3.500 millones al BCE en julio.

Con las negociaciones rotas en Bruselas, los ministros no ocultaban su sorpresa por el órdago griego. “No es mi problema”, secretario de Estado de Finanzas holandés, Eric Wiebes, a la pregunta de si este lunes Grecia habría de decretar ‘vacaciones bancarias’.  El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha despejado, no obstante, en una nota cualquier suspicacia sobre el momento actual de Grecia: “La eurozona continúa existiendo, con 19 miembros”, dijo en un comunicado.

¿Qué pasaría si el BCE retirase su inyección?

La ayuda de emergencia a Grecia resulta hoy un soporte vital para un país prácticamente en la UCI. Si el regulador europeo hubiese decidido finalmente suspender la financiación, el país se vería incapaz ya de asumir la fuga de depósitos que se ha hecho insostenible en los últimos días. Los bancos griegos sobreviven gracias a esta liquidez de emergencia y no disponer de ella haría que se viesen obligados a cerrar o a limitar sobremanera la retirada de efectivo y las transferencias. 

Desde que el Gobierno anunció la celebración de un referéndum para decidir el futuro de las negociaciones entre Grecia y los acreedores (medianoche del viernes al sábado) los griegos han retirado de los bancos unos 400 millones de euros, según información de la cadena griega Mega. Los cajeros comienzan a quedarse ya sin efectivo.  El ministro de Defensa heleno ha tratado de calmar los temores: “Los ciudadanos no deben temer, no existe ningún chantaje, los bancos no cerrarán y los cajeros tendrán efectivo”. Este escenario, en cambio, es poco probable. Según una fuente citada por Bloomberg, 500 de los 7.000 cajeros que tiene el país se han quedado sin dinero.

Si finalmente el BCE corta el crédito, los bancos, sin liquidez suficiente, el Gobierno deberá asumir un estado de “control de capitales”, lo que se conoce como el temido corralito financiero. Desde noviembre de 2014, más de 48.000 millones de euros se han ‘fugado’ de las entidades helenas.

Sin financiación, los bancos se verían obligados también a ‘cortar el grifo’ del crédito al Estado, con todas sus consecuencias: impagos a funcionarios y de facturas, imposibilidad de cubrir los servicios públicos, suspensión del pago de las pensiones… lo que colocaría a Grecia en un callejón sin salida.

¿Salida del euro?

Grecia afirma no contemplar ese escenario, pero el resto de Europa sí. En una conversación poco cordial, en la tarde noche de ayer, Tsipras aseguró a la canciller alemana Angela Merkel y al presidente francés François Hollande, que ese no es el objetivo del reférendum convocado para el próximo domingo.

La salida de un país del euro no está recogida en los Tratados de la Unión Europea, que sí incluyen, no obstante, que un Estado pueda abandonar la UE. No está claro, por tanto, si Grecia habría de dejar de pertenecer a la Unión Europea para salir de la moneda única, o los países miembros podrían acordar los términos de la salida. Salir de la UE dibujaría, sin duda, un escenario de mucha mayor incertidumbre, por ejemplo, para las multinacionales, que dejarían de estar acogidas a la legislación europea. 

En ese caso, Grecia podría crear una segunda moneda, en convivencia con el euro, que se utilizaría para realizar los pagos.  La adopción de una nueva moneda es en sí mismo ya una decisión compleja y de un coste elevado, aunque sea sólo en términos logísticos (acuñar una nueva moneda y trasladarla por todo el país). La decisión del BCE sería en ese caso determinante, ya que asfixiaría aún más el sistema financiero griego y no conduciría a más salida.

La consecuencia inmediata sería una caída brusca de la cotización frente al euro y el dólar, con la consiguiente subida de inflación. El resultado: la frágil economía financiera se debilitaría aún más y quedaría en estado de máxima emergencia. El poder adquisitivo de la población se desplomaría.

Algunos analistas comparan lo que podría ocurrir en Grecia con la Argentina de 2002, cuando el Gobierno rompió la paridad entre el dólar y la divisa nacional. Los ahorros de los argentinos se transformaron entonces de dólares a pesos y la divisa cayó en picado en el mercado. Hace días que la sombra del corralito argentino planea sobre Atenas. En este escenario, Grecia se vería aún más si cabe imposibilitada para hacer frente a sus deudas.

La agencia de calificación Standard&Poor’s trató de desdramatizar hace unos meses el posible escenario y las consecuencias para la eurozona. “Al contrario de lo que se cree, las deudas no son demasiado altas en comparación con la capacidad económica de los prestamistas”, dijo uno de los analistas, Moritz Krammer.

Las consecuencias no serían tan mínimas, como dice la agencia. Según el servicio de estudios de Bankinter, el riesgo de la Eurozona con Grecia se sitúa en casi 400.000 millones de euros, cifra que incluye todos los préstamos de la troika y la liquidez que proporciona el BCE a los bancos griegos y el llamado Target2 (el sistema mayorista de liquidación que utilizan los bancos centrales para sus operaciones). De ellos, unos 26.000 millones, como señaló el ministro De Guindos, corresponden a España. A esa cantidad habría que añadir otros 105.000 millones de euros que debe Atenas a acreedores no europeos.