Turquía suspende vuelos con varios países por las nuevas cepas de coronavirus
Todos los pasajeros que viajen en vuelos internacionales desde cualquier país y que deseen entrar en Turquía deberán entregar una PCR negativa realizada las 72 horas antes o un test rápido de antígenos negativo tomado en las 48 horas previas a su entrada al país. Sin embargo, para los turistas que viajen desde Brasil, Sudáfrica, la India, Bangladesh, Nepal y Sri Lanka, países donde existen nuevas cepas más contagiosas de la COVID-19, los vuelos directos han quedado suspendidos.
Un comunicado, difundido por el Ministerio del Interior, indica que las personas que hayan estado en uno de los seis países mencionados durante los 14 días anteriores a su llegada a Turquía deben tener un certificado de PCR negativo, pero además deberán observar una cuarentena de 14 días en un lugar del que informarán a las autoridades, y hacer otro test PCR al final de este periodo.
Aquellos que vengan del Reino Unido, Irán, Egipto y Singapur deberán mostrar una prueba de PCR negativa dentro de las 72 horas anteriores a la llegada, agregó el Ministerio. No obstante, no se les pedirá prueba negativa a los turistas que lleguen desde destinos diferentes a los especificados arriba y presenten un documento emitido por sus respectivas autoridades nacionales, declarando que han sido vacunados al menos 14 días antes de su entrada en Turquía o que han padecido la enfermedad en los seis meses anteriores a la entrada.
Es importante recordar que los resultados de las pruebas deben estar redactados en español, inglés, francés o alemán y pueden presentarse en papel o en formato electrónico.
Otros de los requisitos fundamentales para viajar al país otomano es cumplimentar el formulario de 'Entrada a Turquía' dentro de las 72 horas antes del viaje, así como someterse a un examen de salud a la llegada.
Todas estas medidas entrarán en vigor el jueves 1 de julio, al tiempo que se levanta la totalidad de las restricciones vigentes hasta ahora para frenar la expansión de la pandemia. Según indica el comunicado del Ministerio, ya no habrá toque de queda nocturno, ni de fin de semana, y la actividad laboral, inclusive en el sector de hostelería y restauración, volviéndose a los horarios habituales de antes de la pandemia. El Gobierno dejó claro que las restricciones no afectaban a los visitantes extranjeros, que podían salir a la calle y disfrutar de gran variedad de servicios.
Con un índice de 66 contagios diarios por cada millón de habitantes, más del doble que en la Unión Europea, los Gobiernos de Alemania, Bulgaria y Reino Unido, de los que en 2019 salieron el 20% de los visitantes que recibió Turquía, mantienen sus advertencias y recomendaciones de no viajar al país otomano.
Turquía levantó a principios de junio un confinamiento total de tres semanas en el que solo se permitían servicios esenciales y consiguió reducir el número de contagios desde los 65.000 diarios en abril a los 6.000 actuales. Ese desplome del turismo por las restricciones supuso la pérdida de 8.300 millones de euros y más de 320.000 personas del sector se quedaron sin trabajo.