Ucrania ha suspendido el tránsito de gas natural ruso a través de una ruta que aporta cerca de un tercio de los envíos del Kremlin por este país a Europa. Así lo anunció el pasado 10 de mayo en un comunicado GTSOU, la empresa estatal ucraniana que controla el sistema de gasoductos del país, que reportó que cerraría la ruta de Sojranovka el 11 de mayo a las 7 de la mañana, hora ucraniana.
Esta última, que forma parte del gasoducto Soyuz, entra en Ucrania desde el oblast de Lugansk rumbo hacia Europa, y supone cerca de un tercio de los envíos totales rusos que atraviesan el país, hasta 32,6 millones de centímetros cúbicos diarios.
Ukrainian drone-dropped munition strike on a Russian tank (claimed to be a T-90 MBT) somewhere in southern Ukraine.#Russia #Ukraine pic.twitter.com/y56IzceBWc
— BlueSauron?️ (@Blue_Sauron) May 11, 2022
GTSOU citó una “fuerza mayor”, debido a su imposibilidad de operar la estación de comprensión Novopskov, cerca de la frontera con Rusia, la cual fue ocupada por Moscú y las milicias separatistas de Lugansk en los primeros días de la invasión.

En el comunicado, GTSOU propuso como alternativa el uso de la ruta de Sudzha, otro punto clave que entra a través del oblast de Sumy, bajo control gubernamental, dentro del gasoducto Hermandad.
Hasta ahora, en ningún momento desde 2014, ni durante la guerra del Dombás contra los separatistas prorrusos ni durante la invasión iniciada el 24 de febrero, se había detenido el suministro. GTSOU había afirmado el 27 de febrero que Kiev no utilizaría la energía como arma, pues “no tenemos interés en utilizar nuestra posición como un corredor del tránsito de gas para presionar a Europa”.
The footage shows a gas pipeline on fire in Kharkiv after a Russian attack.
— The Kyiv Independent (@KyivIndependent) February 27, 2022
Video: State Special Communications Service of Ukraine pic.twitter.com/owuSoKqoFA
Gazprom, la principal empresa estatal gasística rusa, respondió al comunicado que sería “tecnológicamente imposible” transportar el suministro de Sojranovka a Sudzha, si bien, siguiendo a GTSOU, la capacidad máxima de esta ruta permitiría aumentar significativamente los envíos. Gazprom también negó que hubiera una “fuerza mayor”, afirmando, por tanto, que no existiría ningún obstáculo para mantener el tránsito de gas.

El mercado europeo respondió al anuncio con un aumento de los precios desde 93 euros por MWh a más de 100, según los futuros del precio de Dutch TTF Natural Gas, uno de los principales indicadores. No obstante, en las últimas horas han vuelto a bajar los precios a niveles similares a los valores preanuncio.
Los pedidos de gas natural ruso desde Europa, por su parte, habrían descendido un 25% el 11 de mayo, ante la imposibilidad del uso de la ruta de Sojranovka, de acuerdo con Gazprom.
Ucrania supone una ruta clave para la exportación de gas natural ruso hacia Europa, contando con algunos de los principales gasoductos que unen a Moscú con el resto del continente, herencia de la época soviética.

Aunque Rusia ha tratado de reducir el transporte a través de Ucrania con la construcción de nuevos gasoductos, entre los que destacan el Nord Stream I y II y el Turkish Stream, su vecino sigue representando la principal ruta de tránsito.
Desde la caída de la Unión Soviética, el gas natural ha supuesto un área de tensión entre Rusia y Ucrania, con hasta dos detenciones del suministro en 2006 y 2009 por parte del Kremlin por desavenencias en el precio, pero también ha sido uno de los sectores más lucrativos de la economía ucraniana de la mano de los derechos de paso que Kiev obtiene en esta operación.

Este anuncio se une al bloqueo del suministro de Gazprom a Polonia y Bulgaria, por negarse a cumplir con las exigencias rusas de pago del gas natural en rublos, amenazando una disrupción en el mercado europeo.
También se produce en el contexto de intento de reducción de compras de gas natural ruso por parte de la Unión Europea, que suponen hasta un 40% de sus importaciones totales y son una de las principales fuentes de ingresos de Moscú. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ya ha anunciado su disposición a impulsar un plan para reducir hasta dos tercios las importaciones de gas ruso para el fin de 2022 y el bloqueo total para 2027.