Google se adapta a las peticiones populistas de Donald Trump

El gigante tecnológico renovó las directrices de Gemini con el fin de que “puedan ser usadas como armas para dañar a las personas”
Logotipo de Google, un teclado y manos de robot - REUTERS/ DADO RUVIC
Logotipo de Google, un teclado y manos de robot - REUTERS/ DADO RUVIC

La influencia de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, en las grandes tecnológicas es un hecho cada vez más controvertido, ya que sus posturas populistas sobre regulación, censura y competencia han generado tanto apoyo como rechazo en la industria. 

El logotipo de Google se ve afuera de las instalaciones de Google Bay View durante el evento Made by Google en Mountain View, California, EE. UU., el 13 de agosto de 2024 - REUTERS/ MANUEL ORBEGOZO
El logotipo de Google se ve afuera de las instalaciones de Google Bay View durante el evento Made by Google en Mountain View, California, EE. UU., el 13 de agosto de 2024 - REUTERS/ MANUEL ORBEGOZO

En tanto que algunas empresas de Silicon Valley han tratado de distanciarse de su influencia, otras han buscado alinearse con sus decisiones para optar a beneficios regulatorios o fiscales. Unas resoluciones que son totalmente contrarias a las que estableció Joe Biden en la pasada legislatura. 

Tras asumir el cargo, Trump firmó una orden ejecutiva sobre Inteligencia Artificial que anularía políticas gubernamentales previas que, según su orden, “ponen obstáculos a la innovación estadounidense en Inteligencia Artificial”.

El presidente estadounidense Donald Trump - REUTERS/ JOHATHAN ERNST
El presidente estadounidense Donald Trump - REUTERS/ JOHATHAN ERNST

En este contexto, Google, compañía de la matriz Alphabet, ha publicado un informe llamado “Responsible AI: Our 2024” en el cual hacen balance del 2024 y explican cuáles son los cambios que van a establecer para evitar que tanto Gemini como DeepMind se queden atrás en la carrera por el desarrollo de la Inteligencia Artificial.  

La aparición de DeepSeek y la influencia de China en el sector junto con las medidas de Trump han precipitado que Google cambie sus regulaciones establecidas en 2018. El informe supone la primera actualización en seis años, tiempo en el cual la tecnología de inteligencia artificial se ha desarrollado de forma exponencial. Un hecho que confirmó el CEO de Google, Sudnar Pichai, ya que son miles de millones las personas que utilizan la tecnología de Inteligencia Artificial. 

El CEO de Google, Sundar Pichai - REUTERS/ BRANDON WADE
El CEO de Google, Sundar Pichai - REUTERS/ BRANDON WADE

“A medida que avanza el desarrollo de la IA, las nuevas capacidades pueden presentar nuevos riesgos. Por eso presentamos la primera versión de nuestro Marco de Seguridad de Frontera: un conjunto de protocolos que nos ayudan a anticiparnos a los posibles riesgos de los potentes modelos de IA de frontera”, señala el informe. 

Los procesos de seguridad incluidos en este nuevo marco legal de Google incluyen ayudas a la identificación de riesgos, procedimientos de mitigación de implementación y evitar que aumente el riesgo de alineación engañoso. 

Actualmente existe una competencia global por el liderazgo en materia de Inteligencia Artificial en un panorama geopolítico cada vez más complejo. En este marco, Google afirma que “las democracias deberían liderar el desarrollo de la Inteligencia Artificial, guiadas por valores fundamentales como la libertad, la igualdad y el respeto por los derechos humanos”. 

Logotipo del alfabeto y las palabras de inteligencia artificial (IA) - REUTERS/ DADO RUVIC
Logotipo del alfabeto y las palabras de inteligencia artificial (IA) - REUTERS/ DADO RUVIC

Por ello, Google ha actualizado los principios de sus aplicaciones para centrarse en tres nuevas tesis fundamentales: innovación audaz, desarrollo e implementación responsables y progreso colaborativo.

La renovación en los principios de Inteligencia Artificial de Google, limitando restricciones previas sobre el desarrollo de armas y sistemas de vigilancia, son el reflejo de un cambio en su postura ética que, según indicaron observadores consultados por Al-Arab, parece estar influenciado por el entorno político y sus medidas de desregulación con el presunto fin de moldear la evolución de la industria de la Inteligencia Artificial.

Sin embargo, Google argumenta que los cambios en la tecnología avanzan tan rápido que cualquier tipo de limitación situaría a la compañía en una posición de desventaja frente a todos sus competidores, tanto norteamericanos como chinos. No obstante, la decisión plantea ciertas preocupaciones sobre el impacto que tendrán en la seguridad a nivel internacional, el equilibrio entre innovación y responsabilidad ética y sobre los derechos humanos.