África: el nuevo foco de yihadismo global

Este documento es copia del original que ha sido publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos en el siguiente enlace.
África sufre la presencia activa de grupos yihadistas salafistas en todas las subregiones que componen el continente. Al Qaida y el Estado Islámico (EI), los dos grandes actores liderando el yihadismo global hoy, están presentes en la región, compiten entre ellos pero a la vez refuerzan su presencia y dinamizan su modelo. En el Norte de África, en África Occidental y en África Oriental, grupos yihadistas clásicos han sobrevivido y se han transformado, y en África Central y Meridional han surgido grupos yihadistas nuevos. Todos ellos desafían a los Estados y a organizaciones internacionales varias (UA, CEDEAO, SADC, ONU y UE, entre otras) que siguen diseñando respuestas para una amenaza cada vez más peligrosa y letal.
- Introducción
- África del Norte
- África Occidental
- África Oriental
- África Central
- África Meridional
- Conclusiones
Introducción
El continente africano en su totalidad constituye hoy, y previsiblemente seguirá constituyendo en los próximos años dada la dificultad para despejar dicha realidad, lo que en este capítulo denominamos «el nuevo foco de yihadismo global». Se hace alusión con el término yihadismo al radicalismo islamista que se muestra siempre de forma violenta allá donde se implanta, desde la vigencia de la ideología destructiva que es hasta su cristalización en grupos terroristas de mayor o menor envergadura que abrazan la misma1.
Para aproximarnos a este objeto de estudio, que es el de la realidad de la amenaza que dicha ideología representa en el escenario concreto del continente africano, dividiremos el mismo en las grandes regiones que desde la diplomacia africana, reflejada en la organización continental, la Unión Africana (UA), se utilizan para compartimentarla, a saber: África del Norte, África Occidental, África Oriental, África Central y África Meridional. Ello nos permitirá no solo ordenar nuestro recorrido investigador sino también avanzar de la forma más apropiada para facilitar la comprensión del objeto de estudio al lector. En África del Norte podemos decir que se ubica el origen y el desarrollo inicial en términos cronológicos de la implantación de la ideología y de su plasmación en grupos violentos de entidad, desde los surgidos en Egipto y Argelia hasta los también existentes en todos los demás Estados de la región. En África Occidental se produjo casi en paralelo tanto el surgimiento de un foco de implantación yihadista relevante por su violencia y letalidad, en el norte de Nigeria y de la mano de Boko Haram a partir de 2002, como la exportación desde la vecindad norteafricana del pujante yihadismo implantado en ella. En África Oriental situamos al potente actor yihadista representado hasta la actualidad por el somalí Al Shabab, surgido con tal denominación a mediados de la primera década del siglo XXI, pero también los antecedentes del mismo en el Cuerno de África y ello sin olvidar el papel jugado desde Sudán por diversos actores locales y foráneos para diseminar la ideología y alimentar el surgimiento de grupos yihadistas en su vecindario. En África Central y en África Meridional veremos, en ambos epígrafes, cómo nos situamos en escenarios que podríamos considerar «marginales» en relación con los tres anteriores, por tener ambos menos protagonistas de perfil yihadista y por ser estos más tardíos en su surgimiento e implantación, pero que son, y esto es lo más preocupante, rincones del continente donde el aprovechamiento que los grupos yihadistas hacen siempre de las condiciones políticas, económicas, sociales y de seguridad que les pueden ser favorables, y estas son muchas, y ello nos permite augurar una presencia que será difícil de erradicar.
Una vez efectuada esa aproximación geográfica centrándonos en evidencias recientes de activismo terrorista podremos comprender mejor el significado de la fijación del Estado Islámico (en adelante, EI), pero también de Al Qaida, por África. El primero, a través de su semanario Al Naba multiplica sus mensajes saludando a los numerosos combatientes yihadistas africanos2.
Una vez hemos expuesto que nuestro objeto de estudio es la ideología yihadista y su implantación en el continente africano a través de grupos violentos de envergaduras diferentes, pero a los que les une el compartir dicha ideología globalizadora, vamos a destacar dos características de nuestra aproximación. Por un lado, evitaremos hacer una aproximación histórica al objeto de estudio y nos centraremos en la actualidad intentando además explorar el futuro, aunque habrá momentos en los que evocar aspectos del pasado se haga obligado. Y por otro lado no haremos en cada uno de los cinco epígrafes de carácter geográfico en los que dividimos la parte central de nuestro estudio una subdivisión país por país, sino que trataremos cada una de ellas como un todo pues ello nos permitirá avanzar identificando las interconexiones entre grupos que por su propia naturaleza tienen una proyección global y que, además, destacan por saber sacar partido a realidades y dinámicas que son más transfronterizas que nacionales.
África del Norte
De oeste a este destacaremos que el pasado 5 de marzo Mauritania sufría su primer ataque terrorista tras doce años sin sufrir ninguno. Cuatro presos de la Prisión Central de Nuakchott, vinculados a Al Qaida y al EI, lograban huir tras asesinar a dos guardias y herir a otros dos3. Esta noticia sorprendía en un país que entre mediados de los años dos mil y los primeros años de la siguiente década sufrió importantes ataques yihadistas en su suelo pero que fue capaz desde entonces de evitar que estos se repitieran. Aunque tres de los terroristas fueron eliminados en los días posteriores a la fuga y el cuarto era detenido lo cierto es que dicho acontecimiento ha provocado inquietud dentro y fuera del país4. A partir de 2011 la estabilidad de Mauritania se ha venido viendo alterada por los efectos de la violencia en el vecino Malí, pero estos son ante todo flujos de refugiados pero no tanto acciones violentas de envergadura, aunque en ocasiones se producen peligrosamente cerca. Tal fue el caso en julio de 2022 de la muerte de doce soldados malienses en Kaloumba, junto a la frontera mauritana5.
Marruecos, que afirma haber desmantelado desde 2002 hasta 2.000 células terroristas y detenido en dichas operaciones a más de 3.000 yihadistas, resultado que se añade en términos de prevención a la labor que desarrolla en la dimensión de formación religiosa, refleja no obstante con tal actividad que existen núcleos de radicalización islamista relevantes6. Esta imagen de eficacia que Marruecos trata de mostrar, y que incluye en su potente labor de propaganda ante terceros, muestra en cualquier caso sus debilidades tanto dentro como fuera del país7. El Instituto Mohamed VI de Rabat, inaugurado en 2015, forma unos 600 imames al año, yendo unos 50 a Francia y el resto a otros destinos, entre los que están países del Sahel Occidental, y es una herramienta que Rabat presenta como de gran eficacia para prevenir la radicalización y fortalecer los esfuerzos de desradicalización8.
Un intento frustrado de asesinato en Tánger en agosto de 2022, el asesinato de una turista francesa en diciembre, y el de un policía el pasado febrero, recuerdan como ataques más recientes que la amenaza yihadista está ahí9. Ante esta situación es sorprendente que, como cada año, la gracia real se concede con motivo del fin del Ramadán también a presos yihadistas10. Pero ello forma parte de un marco más amplio en el que, asumiendo que hay en el país más de 900 presos por terrorismo, el régimen combina detenciones con medidas de gracia como la expuesta, así como un programa de desradicalización del que las autoridades presumen, la Musalaha (Reconciliación) que arrancara en 2017. En paralelo Marruecos procura hacerse visible en toda iniciativa antiterrorista de entre las lideradas por países occidentales11.
Como telón de fondo de la tensión entre Marruecos y Argelia que obstaculiza toda cooperación entre ambos frente a amenazas comunes, como pueda ser considerada la radicalización islamista, hemos de recordar que el conflicto no resuelto del Sáhara Occidental se agudiza en años recientes. Desde noviembre de 2020 el Frente Polisario ponía fin a un alto el fuego vigente desde 1991 y la tensión con Marruecos crece de forma imparable, reduciendo los escasos marcos de cooperación bilateral que entre ambos Estados han existido, incluyendo el de la lucha antiterrorista12.
En Argelia las autoridades luchan contra un terrorismo en el país que es residual pero tratando de protegerse de la creciente desestabilización regional, tanto en el Magreb, con su epicentro en Libia, como en el sur saheliano, achacando a la injerencia extranjera la alteración del statu quo reinante en la región hasta 2011 y en el que Argelia jugaba un papel central13. A continuación vamos a describir algunos ejemplos de ese terrorismo residual que se ha sufrido tanto en 2021 como en 2022.
A lo largo de 2021 Argelia hubo de hacer frente a diversos desafíos en esta dimensión: el 23 de enero el Ejército eliminaba a seis terroristas en Messelmoune, en la región de Tipaza; al mes siguiente se celebraba en Argel el juicio contra los terroristas de Jund Al Khilafat (provincia del EI en Argelia) implicados en el asesinato de Hervé Gourdel en septiembre de 2014; y el 14 de octubre un Guardia de Fronteras moría y dos resultaban heridos en Tlemcen aunque esta última muerte servía más para incrementar la tensión entre Argelia y el vecino Marruecos por ubicarla Argelia en el contexto de la tensión fronteriza bilateral. En 2022 el terrorismo residual dejaba un total de 39 terroristas muertos y como ejemplos destacaremos la captura de siete terroristas en la región de Skikda, en marzo, o la eliminación por el Ejército de tres terroristas en el monte Gouraya, en la región de Tipasa, en diciembre 14. Ya en 2023 es digno de ser destacado el enfrentamiento con yihadistas, el 11 de mayo en la zona boscosa de Tissemslit, al suroeste de Argel, saldado con la muerte de un capitán del Ejército y la detención de cuatro terroristas15.
En términos regionales, si bien dicho el despliegue militar francés desde enero de 2013 ha dado buenos resultados en términos de lucha contra el terrorismo – entre ellos la eliminación de los emires de Al Qaida en las Tierras del Magreb Islámico (AQMI) Abdelmalek Droukdel, muerto en el norte de Malí en junio de 2020, y del Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS) Abu Walid Al Sahraui muerto en 2021 – las autoridades de Argel fijan su atención en la creciente desestabilización, primero en el este el Libia y luego hacia el sur o suroeste en el Sahel Occidental, donde lo primero que destaca son los 1.300 kilómetros de frontera entre Argelia y Malí y la alteración profunda de esta región desde hace una década16.
Droukdel fue rápidamente reemplazado al frente de AQMI por Abu Obeida Youssef Al Annabi, un argelino veterano de Afganistán en los noventa, uno de los fundadores del Grupo Salafista para la Predicación el Combate (GSPC) en 1998 y jefe de la Shura de AQMI durante años. Por otro lado, Walid Al Sahraoui, originario de El Aaiún, fue también reemplazado por Abu Al Bara Al Sahraoui. Con ambas sucesiones aseguradas tanto el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM), en cuyo seno AQMI es su columna vertebral, como el EIGS, siguen inmersos en una feroz campaña violenta en la que ambos compiten entre sí por el control de territorios siendo su pugna particularmente intensa en un norte de Malí vecino de Argelia17.
Hace frente también Argelia a la circulación de terroristas foráneos como fuera el caso de una extranjera detenida el 22 de febrero de 2023 en el Aeropuerto de Argel, casada con un argelino y que procedía de Siria18. Esta acción se suma a la realizada dos años antes en colaboración con España, cuando el 13 de octubre de 2021 se desarticulaban en Madrid y Barcelona células yihadistas formadas por argelinos – uno de ellos un retornado de Siria - y ello como continuación de la Operación Arbac lanzada en Barcelona en enero de ese año que permitía también detener a varios yihadistas de la misma nacionalidad. En julio de 2020 dos yihadistas argelinos habían sido detenidos en Barcelona19.
En paralelo Argelia trata también de utilizar herramientas blandas, como hace Marruecos con la formación de imames, y en este sentido es importante evocar el Instituto de Formación de Tamanrasset, donde en el momento de la visita de la más alta autoridad islámica del país, Bouabdellah Ghlamallah, a fines de abril, se estaban formando 98 imames tanto nacionales como extranjeros, en una escuela que puede acoger a hasta 30020. El pulso que libran Marruecos y Argelia con sus institutos de formación respectivos se lleva también a suelo francés, donde Argelia ha liderado tradicionalmente la gestión del Islam e Francia, sobre todo desde la Gran Mezquita de París, pero se está viendo cada vez más desafiado por la agresiva competencia de Marruecos que está cada vez más presente en el Consejo Francés del Culto Musulmán21.
Evocar herramientas blandas de uno y otro país invita también a hacerlo en relación con políticas apaciguadoras en relación con la ideología y con los actores islamistas. A las medidas de gracia concedidas por el Jefe del Estado marroquí anualmente hemos de añadir las aprobadas por ley en Argelia en el último cuarto de siglo: desde la Ley de la Rahma (Misericordia) de 1995 hasta la Concordia Civil de 1999, la Carta para la Paz y la Reconciliación de 2005 y los preparativos de una nueva ley en la actualidad, realidad esta que hemos de evocar tanto en términos de posible impunidad para terroristas – 298 condenados a cadena perpetua en Argelia podrían beneficiarse con la nueva ley - como de reforzamiento moral y político de estos22.
Finalmente, Argelia centra su actividad diplomática y política en la cooperación internacional contra el terrorismo en marcos y foros africanos, mientras que Marruecos lo hace en los liderados por países occidentales, y ello forma parte de la competición interna que libra con Marruecos desde que este volviera a la UA en enero de 2017 o de la también librada en relación con organizaciones africanas de carácter subregional23.
La presencia del yihadismo en Túnez viene de antiguo – habiendo el Movimiento de Tendencia Islámica (MTI), predecesor de Ennahdha, cometido atentados terroristas en momentos tan pretéritos como agosto de 1987 en Sousse y Monastir - pero se ha visto consolidada en la última década, reactivada gracias a los efectos de las revueltas árabes en el país. Ello se ha plasmado en atentados pero también en dificultades políticas derivadas del activismo leg de actores islamistas, con Ennahda a la cabeza. Los grandes atentados terroristas sufridos en 2015 – con un total de 72 muertos de los que 60 eran turistas occidentales - y el ataque de Yihad urbano contra la localidad de Ben Guerdane, próxima a Libia, en marzo de 2016, son hitos importantes que siguen estando muy presentes. La interrelación entre el auge yihadista en Libia y en Túnez se habría puesto de manifiesto en este ataque pues se producía poco después de que los EEUU bombardearan posiciones yihadistas en la localidad libia de Sabratha, acción que habría según algunas hipótesis provocado esta fuerte reacción del EI en suelo tunecino24.
La gestión de años de Ennahdha en el poder está siendo analizada ahora, en particular desde la llegada a la Presidencia de la República de Kais Saied, el 25 de julio de 2021. Este no tardó en congelar el Parlamento aún dominado por Ennahdha, primero, para disolverlo en la primavera de 2022, propiciar una reforma de la Constitución en el verano del mismo año y, en un marco de dificultades políticas y también económicas, liderar un pulso tenso con los islamistas25. Y aquí conviene no olvidar que Túnez llegó a ser durante la pasada década la cuarta cantera de emigrados a las tierras del califato – tras Arabia Saudí, Rusia y Jordania – y que tan solo en 2020, en plena pandemia, se desarticularon 33 células yihadistas, se detuvo a 1.020 sospechosos, se eliminó a 9 terroristas y se procesó a 876. Desde entonces el activismo terrorista, aunque residual, ha tenido impacto en la vida pública y en las políticas estatales. El 3 de abril de 2021 tres terroristas eran abatidos en el monte Salloum, en la región de Kasserine próxima a la frontera con Argelia, uno de ellos miembro de Jund Al Khilafat, la antena argelina del EI. Y casi en paralelo a ello un yihadista de la diáspora en Francia asesinaba a un funcionario en la Comisaría de Rambouillet el 23 de abril, sumándose su acción a las mucho más letales ejecutadas por yihadistas tunecinos en suelo europeo en años anteriores, en Niza y en Berlín26. El 16 de marzo de 2022 una célula yihadista era desarticulada en Tataouine con seis individuos vinculados al EI detenidos, que se autodenominaban Mouahidoun (Almohades) y al día siguiente eran cuatro los detenidos en Kairouan. Cuando una semana después, el 20 de marzo, se producía un tiroteo en Kairouan entre policías y yihadistas este choque mostraba la presencia aún activa de una célula que sobrevivía durante años en el eje Kairouan-Sousse27. La intersección de grupos en la zona limítrofe con Argelia vinculando a los argelinos de Jund Al Khilafat con Okba Ibn Nafaa, la rama local de Al Qaida, hacía y hace de la región fronteriza una zona compleja. En 2023 podemos destacar, como hemos visto para el caso de Argelia, escaso pero preocupante activismo terrorista. El 18 de mayo un Guardia Nacional asesinaba a un militar de la Marina Tunecina primero para luego desplazarse a la Sinagoga de La Ghriba, en la isla de Jerba, y matar allí a dos peregrinos judíos y a dos policías antes de ser abatido. Este atentado por su escenario y objetivo permitía evocar, con preocupación, el atentado suicida cometido por Al Qaida en el mismo lugar en 2002 que costó la vida a 21 personas28.
Este pulso ha llevado al antiguo Ministro de Interior y Primer Ministro entre 2011 y 2014 Alí Larayedh a ser investigado y al líder de Ennahdha Rachid Gannuchi a ser detenido y encarcelado tras recibir una condena de un año de prisión29. Ghannouchi ya había sido acusado oficialmente de pertenencia a organización terrorista en julio de 202230.
En Libia la tensión entre los diversos actores continúa generando preocupación regional pues sigue facilitando condiciones propicias para la perduración en su suelo de actores yihadistas y de otros grupos armados. La violencia es ejercida tanto por actores yihadistas como por grupos y milicias implicados en el control de actividades económicas varias que incluyen tráficos ilícitos, y en particular la trata de seres humanos31. Tal telón de fondo de violencia ocupa y preocupa particularmente a los vecinos de Libia32. El Enviado de la ONU, el senegalés Abdoulaye Bathily, apoyándose en vecinos como Sudán, Chad y Níger y en encuentros organizados en Egipto y otros países trata de que se respete el alto el fuego acordado en octubre de 2020 tras el último gran enfrentamiento bélico en el país. Pero el principal órgano competente en la materia, la Comisión Militar Conjunta (JMC) 5+5, no se muestra capaz de alcanzar acuerdos sólidos al respecto33. Esta situación no solo permite que perdure la inestabilidad y que actores yihadistas puedan seguir aprovechando las potencialidades que les ofrece el territorio libio, sino que también alimenta hondas preocupaciones económicas y humanitarias en todo el continente africano34.
Las elecciones inicialmente previstas para el 24 de diciembre de 2022 no pudieron celebrarse y el Primer Ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), con base en Trípoli, Abdel Hamid Dbeibah, sufría un atentado contra su vida el pasado 10 de febrero35. El GUN recibe el apoyo directo de Turquía, sellado por un Acuerdo de Seguridad firmado en 2019 con el Gobierno anterior pero heredado por este. Turquía ayudó al Gobierno de Trípoli a rechazar con éxito en junio de 2020 la ofensiva del mariscal Khalifa Haftar sobre la capital, y en el otoño de 2022 ambos Gobiernos firmaban nuevos acuerdos de cooperación en materia de defensa36. Abdoulaye Bathily se esfuerza para poder organizar elecciones a fines de 2023 pero mientras tanto la situación ofrece cotidianamente motivos de preocupación. Ejemplos de ello fueron tanto los sangrientos enfrentamientos entre milicias producidos en Tripoli a fines de agosto, y que se saldaron con 32 muertos y 159 heridos, como la desaparición más reciente y en la región de Sebha de dos toneladas y media de uranio natural, y finalmente localizadas, robadas por una facción armada chadiana creyendo que eran armas y municiones37.
Egipto, afectado entre otras rémoras por la amenaza yihadista, sufre también la desestabilización de la vecina Libia, otrora ventana de oportunidad para muchos egipcios que vivían y trabajaban en el país vecino. El foco del yihadismo en Egipto sigue estando en la Península del Sinaí, región convulsa que fue de hecho la primera wilaya o provincia declarada por el EI en el marco de su proyecto califal. Aunque el Ejército egipcio llevó en febrero de 2018 a cabo una gran ofensiva contra los yihadistas de la Wilayat Al Sina, herederos del grupo tradicional de la región que durante años estuvo asociado a Al Qaida, Ansar Beit Al Majdis, el lustro pasado desde entonces ha mostrado que estos siguen teniendo una fuerte implantación atacando a militares y a policías aparte de sabotear oleoductos y gasoductos que atraviesan la Península en dirección a Israel y a Jordania38. Por otro lado, dicha concentración de los atentados yihadistas en el Sinaí no impide que otras latitudes del país, como El Cairo en agosto de 2019 cuando un coche bomba provocó una veintena de muertos, o Gizah donde 17 turistas resultaron heridos en un ataque producido junto a las Pirámides en mayo de 2020, sean también escenarios de acciones terroristas. En mayo de 2022 eran asesinados once soldados egipcios en un ataque contra un control próximo al Canal de Suez que fue seguido por otro ataque en el que murieron otros cinco39.
Egipto ha superado ya el centenar de millones de habitantes y las demandas económicas y sociales de tal volumen de población se añaden al fenómeno terrorista en la lista de desafíos que las autoridades deben afrontar, y es significativo que la presión migratoria egipcia sea fuerte y que, faltando la válvula de escape que Libia representaba hasta 2011, los egipcios sean hoy la primera comunidad entre los irregulares que llegan a Italia40.
En términos de explorar datos sobre la amenaza yihadista de origen egipcio las diásporas han venido siendo tradicionalmente relevantes. A la más visible del anterior emir de Al Qaida, Ayman Al Zawahiri, eliminado por el ataque de un dron estadounidense en Kabul el 31 de julio de 2022, y la de su sucesor también egipcio Seif Al Adel, hemos de destacar casos que por su relevancia bien merecen ser evocados41. La detención en Almería de Abdel Majed Abdel Bary el 20 de abril de 2020, en plena pandemia, constituyó bajo la denominación de Operación Altepa un gran éxito de las Fuerzas de Seguridad españolas pues es no solo un cuadro relevante del EI sino también hijo de un destacado terrorista egipcio de Al Qaida extraditado a los EEUU en 2002 bajo la acusación de estar implicado en la voladura de las Embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1998.
África Occidental
La evolución en África Occidental y el Sahel, centrándose el estudio en el Sahel Occidental, es particularmente negativa en términos generales alimentando tal evolución la implantación yihadista y estando esta implantación entre las causas que alimentan dicha evolución negativa. Tal evolución era descrita detalladamente a comienzos de año por el Informe presentado al Consejo de Seguridad de la ONU por el Representante Especial Adjunto de la Organización para esa gran región, Giovanie Biha42.
Sin ahondar en el balance de las operaciones Serval (203-2014) y Barkhane (2014-2023) ni en el de la creación de la organización subregional G-5 Sahel y su instrumento militar Fuerza Conjunta FC-G5 Sahel, sí podemos al menos destacar que el esfuerzo ha sido insuficiente y su interrelación escasa. Cuando en enero de 2020 el presidente Emmanuel Macron convocó la Cumbre Francia-G-5 Sahel en Pau, se intentó dinamizar dicha cohesión entre actores pero lo cierto es que la situación no mejoró desde entonces y que la convergencia de diversos factores, entre ellos los efectos de la pandemia y la creciente hostilidad hacia Francia sobre el terreno, alimentada esta última por actores locales y foráneos, han llevado a la difícil situación actual que analizamos en este epígrafe.
A las dificultades que los países occidentales encuentran y encontrarán en la subregión del Sahel Occidental hemos de destacar también como rémora la tensión bilateral que hasta esas latitudes alcanza entre sus vecinos septentrionales, Argelia y Marruecos. El segundo presume de tener raíces históricas y religiosas que justifican su presencia y su protagonismo en la subregión mientras que Argelia apunta también a la historia, pero sobre todo a la diplomacia y a la defensa para tratar de asegurar la suya43.
La violencia se intensifica en tiempos recientes tanto en Malí como en Burkina Faso, países ambos en los que entre otras amenazas la yihadista han ido generando condiciones que ahondan las dificultades políticas y de seguridad. En Malí no se avanza en la aproximación norte-sur que los Acuerdos de Argel de mayo y junio de 2015 trataban y tratan de lograr, con entre otras medidas la incorporación de efectivos tuareg a las Fuerzas Armadas Malienses (FAMa), y ello sigue favoreciendo el reforzamiento del activismo yihadista no solo con su actor más potente en Malí, el JNIM, la antena local de Al Qaida, sino también con el EIGS, y ambos grupos vienen pugnando entre ellos por hacerse con el control de localidades importantes como Gao o Menaka, aprovechando tal bloqueo político que hace crecer la frustración entre los múltiples grupos tuareg. Es una región de Malí donde la influencia de AQMI viene de antiguo y donde la frustrante imagen de la bienvenida dada por Iyad Ag Ghali, emir de JNIM, a dos centenares de yihadistas liberados de las prisiones malienses en octubre de 2020 es el mejor reflejo del clima reinante. Tal escena se producía además a los dos meses del golpe de 18 de agosto de 202044. Como el EIGS habría matado en la región a más de 1.000 civiles entre marzo y diciembre de 2022 – aparte de a muchos militares de las FAMa - Ag Ghali no tiene que hacer grandes esfuerzos para atraer apoyos de actores locales, particularmente entre los tuareg Daoussak del Movimiento para la Salvación del Azawad (MSA), uno de los signatarios de los Acuerdos de Argel45. El EIGS ha provocado no solo tal volumen de muertos entre la población de los tuareg en las regiones de Menaka, Gao y Kidal sino también más de 90.000 desplazados internos y miles de refugiados que han abandonado el país hacia Argelia, Níger y Libia46.
Aparte de ver bascular grupos tuareg hacia el JNIM es importante destacar que tres de los signatarios de los Acuerdos de Argel – los autonomistas del Alto Consejo para la Unidad del Azawad (HCUA) y del Movimiento Árabe del Azawad (MAA) y los independentistas del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA) – se fusionaban en febrero en la Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA) que suspendía su participación en los mecanismos creados por los Acuerdos de Argel habiéndose retirado a fines de enero de la Comisión para la Elaboración de la futura Constitución de Malí47.
Esta agrupación de grupos tuareg en la CMA era vista por Ag Ghali con simpatías por ser un grupo que se añade al combate común contra el EIGS, y ello desde la perspectiva de JNIM para consolidar al grupo y a su líder en términos de dominio del norte48. Por otro lado, y como puede ser fácilmente comprensible, el régimen de Bamako ve a la CMA con creciente recelo alejándose por ello toda posible estabilización del norte del país49.
Aparte de las dificultades para la normalización política en Malí hemos de destacar también los difíciles equilibrios religiosos y el peso de las tendencias islamistas alimentadas por diversos actores, entre ellos un imam Dicko que regresara en enero de 2023 desde Arabia Saudí donde había sido nombrado miembro permanente de la influyente Liga Islámica Mundial50. Dicko es influyente aun cuando el Alto Consejo Islámico no está en sus manos desde 2019 pero fue capaz de colocar a tres de sus próximos en el Gobierno surgido del golpe de agosto de 202051. Antes de eso había sido particularmente integrador con los sectores islamistas en la Conferencia Nacional de 2017 y habría estado en contacto con Ag Ghali para lograr la escandalosa liberación de 200 yihadistas52.
Enero de 2023 comenzaba con importantes acciones terroristas tanto en Burkina Faso como en Malí53. Lo más dramático en Malí es no solo la tensión norte-sur que perdura, la dimensión política generada por los golpes de Estado de 2020 y 2021 o la creciente influencia religiosa de perfil islamista sino sobre todo el incremento del activismo terrorista y la expansión del mismo a regiones tradicionalmente a salvo del mismo, en concreto las más meridionales y en particular los alrededores de la capital. Si en julio de 2022 se había producido un ataque de JNIM contra la base militar Soundiata Keita, en Kati, a tan sólo 20 kilómetros de Bamako, entre diciembre de 2022 y enero de 2023 las acciones terroristas se acercaban aún más a la capital54. Por otro lado, y en otra latitud del país, se producía el 18 de abril un grave atentado, en Nara, en las proximidades de la frontera de Mauritania y en el que moría Oumar Traore, Jefe de Gabinete del Presidente Goïta55. Finalmente, el 23 de abril un ataque yihadista complejo, combinando vehículos con explosivos abriéndose camino y activistas penetrando con armas ligeras, provocaba en el aeropuerto de Sévaré, en la región central de Mopti, la muerte de 10 civiles y de 38 terroristas además de 61 heridos56. El ataque era reivindicado por AQMI, sin evocar en esta ocasión a JNIM57.
El activismo yihadista descrito unido al repliegue francés y a las dificultades políticas y sociales hace aún más difícil el trabajo a otros actores foráneos y en particular a una Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Malí (MINUSMA), claramente infradotada para cumplir su misión58. A principios de 2023 la MINUSMA contaba con
12.388 militares y con 1.598 policías, y con sus 170 muertos desde su arranque en 2013 es hoy por hoy la misión de la ONU con más bajas59. Su problema añadido es que, desde que en 2022 las fuerzas francesas evacuaran Malí, la MINUSMA ha dejado de tener el apoyo aéreo que Francia le brindaba60. Cuando en la primavera de 2022 se planteaba la renovación del mandato de la MINUSMA, antes de que la crisis bilateral entre Bamako y París llevara a la situación actual, ya se exploraba la posibilidad de sustituir la Misión de la ONU por una de la UA con un mandato más adaptado a las dificultades del terreno, a imagen de la AMISOM en Somalia61.
Y la crisis descrita y en particular el letal activismo yihadista ha llevado en Malí, como en Burkina Faso, a diversas comunidades que se han venido sintiendo amenazadas, a crear sus milicias para compensar la ausencia o la presencia ínfima de las FAMa en sus territorios. El Grupo de Autodefensa de los Cazadores Dogon, creado en 2016 es con sus 8.000 efectivos un buen ejemplo de ello62. A los choques intercomunitarios se añade la gestión de la lucha contra el yihadismo que las FAMa llevan ahora a cabo con el apoyo de la compañía rusa Wagner, habiendo producido ya esta colaboración algunas importantes disfunciones63. En ese contexto los efectivos de Wagner también son objetivo de los grupos yihadistas: el 22 de abril, y en el marco de un ataque complejo con coches bomba combinados con infiltración de terroristas, era atacada una base de esta compañía en Sevaré64.
En Burkina Faso, país de 21 millones de habitantes y 2 millones de ellos fuera de sus hogares por la intensificación de la violencia desde 2015, que ha provocado más de
10.000 muertos, el pasado 30 de septiembre se producía el golpe de Estado, el segundo en ocho meses, que llevaba al poder al capitán Ibrahim Traoré65. Justo antes del golpe JNIM había realizado un macro atentado que costaba la vida a 65 soldados en la localidad septentrional de Gaskindé66. Este país se vio afectado por la presión yihadista relativamente tarde, a partir de 2015 y cuando llevaba tres años de implantación profunda en el vecino Malí, pero se extendió a un país donde su Presidente en la época, Blaise Compaoré, había centrado sus esfuerzos en reforzar su Regimiento de Seguridad Presidencial marginando a unas Fuerzas Armadas que hoy sufren sobre el terreno tales debilidades. El Presidente Traoré afrontaba el pasado otoño una situación definida por un 40 por ciento del país fuera de control, la localidad de Djibo bloqueada durante meses por los yihadistas y la necesidad de incrementar los efectivos de sus Fuerzas Armadas67.
Al igual que ocurriera previamente en Malí, también en Burkina Faso se ha producido un distanciamiento en relación con Francia de forma que entre la segunda mitad de 2022 y los primeros meses de 2023 la presencia militar francesa en ambos países, clave en la lucha contra la amenaza yihadista, ha desaparecido. Burkina Faso denunciaba el 18 de enero de 2023 el Acuerdo firmado con Francia en 2018 que permitía la presencia en su suelo de 400 efectivos de operaciones especiales en el marco de la Operación Sabre, y el 18 de febrero estos eran evacuados del país68. Su salida se producía en el marco de la creciente tensión entre Uagadugu y París, reflejada en desavenencias diplomáticas pero también en manifestaciones violentas contra la Embajada francesa o contra el Instituto Francés69. Las movilizaciones contra la presencia occidental, en particular la francesa, se alimentan en Malí, Burkina Faso y otros países de la región no solo desde sectores islamistas sino también nacionalistas, y actores foráneos como Rusia alimentan con sus medios de propaganda dichas posiciones con notable éxito70.
El telón de fondo de estos acontecimientos no podía ser más lúgubre pues entre enero y mediados de febrero de 2023 más de 200 personas morían en Burkina Faso en ataques terroristas71. El 21 de marzo eran asesinados 11 civiles y el 27 de abril morían 33 soldados en sendos ataques 72. A fines de marzo el Gobierno de Burkina Faso cerraba el acceso a la cadena France24 después de que esta publicara una entrevista al emir de AQMI, Abu Obeida Youssef Al Annabi73.
El activismo yihadista favorece en Burkina Faso, al igual que en Malí, el agravamiento de las tensiones intercomunitarias, ya de por sí latentes por las dificultades económicas y climáticas y agravadas por grupos terroristas que reclutan entre la comunidad fulani o peul. En Burkina Faso se da además el caso de que dos de los predicadores más radicales de toda la subregión del Sahel Occidental, Amadou Koufa, fundador del Frente de Liberación de Macina, e Ibrahim Malam Dicko, fundador de Ansarul Islam, son nacionales del país74.
El vacío generado por la evacuación de las fuerzas francesas de ambos países intenta ser llenado por Rusia, que ya ha desplegado algunos efectivos regulares pero en particular operativos de la compañía militar privada Wagner en Malí y que corteja en ese sentido a Burkina Faso75. Entre 2.550 y 3.000 efectivos de la Operación Barkhane siguen en la región, pero concentrados ya en Níger y Chad.
Níger, más estable políticamente que sus vecinos del oeste bajo el liderazgo del Presidente Mohamed Bazoum elegido democráticamente en 2021, se convierte en creciente foco de atención rodeado como está de inestabilidad. Y lo es también por sus vulnerabilidades económicas que se añaden al hecho de que es el país con la tasa de natalidad más alta del mundo y con unas Fuerzas Armadas de tan solo 25.000 efectivos76. El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE acordaba el 12 diciembre de 2022 una misión de entrenamiento militar de tres años de duración en Níger tras eclipsarse progresivamente la desplegada en Malí77. El Secretario de Estado de los EEUU, Anthony Blinken, visitaba el país en marzo y renovaba el compromiso con su estabilidad, que incluye entre otros instrumentos una base de drones en Dirkou, cerca de la frontera con Libia78. También aquí la amenaza terrorista es visible, de la mano de los grupos que actúan desde Malí y Burkina Faso y que son muy activos en la región occidental de Tillabéri pero también de Boko Haram y sus escisiones que actúan desde el sur en la región de Diffa79. El pasado 10 de febrero 17 soldados nigerinos morían en una emboscada en Banibangou, en la región de Tillabéri, y dos meses después, el 10 de abril, cinco soldados eran asesinados en la región norteña de Arlit, cerca de la frontera con Argelia80. En la región de Tilláberi la explosión de una mina mataba a siete soldados el 8 de mayo81. En el sureste del país los esfuerzos contra Boko Haram se ven recompensados en ocasiones pero también se sufren importantes golpes de la mano del grupo nigeriano82. Atisbos de desembarco también de la compañía Wagner en Níger no faltan, y también en Costa de Marfil, algo que de confirmarse permitiría ya una dura competición sobre el terreno entre las herramientas estadounidenses y francesas, presentes las primeras en Níger y las segundas en ambos países83. Otros actores como Turquía o Emiratos Árabes Unidos (EAU) llevan también años desplegándose en la subregión y expandiendo su influencia84.
Níger, a la vista de situación tan exigente, ha propuesto crear una fuerza saheliana para combatir a los terroristas a imagen y semejanza de la creada para luchar contra Boko Haram y de la que trataremos más adelante85.
Por otro lado Chad, viene contribuyendo desde hace largos años al esfuerzo militar contra los actores yihadistas mientras sigue haciendo frente a sus problemas internos de diversa índole, incluyendo los golpes dados por grupos opositores armados que aprovechan santuarios en países vecinos. El 20 de abril de 2021 resultaba muerto el entonces presidente Idriss Déby Itno en un enfrentamiento armado con el opositor Frente por la Alternancia y la Concordia en Chad (FACT) procedente del sur de Libia, siendo sucedido en la Presidencia por su hijo el general Mahamat Idriss Déby Itno. En enero de 2023 un choque entre el Ejército y opositores procedentes de la República Centroafricana se saldaba con 77 opositores y 14 soldados muertos86. Chad y Níger aún albergan importantes contingentes franceses pero su estabilidad peligra. El pasado 20 de octubre se producían manifestaciones en Yamena en las que murieron 50 manifestantes según las autoridades y más de 200 según la oposición, y el 5 de enero se habría desarticulado un intento de golpe87.
Chad ha albergado la última Cumbre Presidencial del G-5 Sahel, el 20 de febrero, sin la presencia de Malí, que abandonó en mayo de 2022 la organización, y con el ministro de Defensa de Burkina Faso88. En Chad avanza la penetración de corrientes wahabíes que proceden de Arabia Saudí, actor con creciente influencia,89 y el desgaste de este país de 17 millones de habitantes clave en los esfuerzos regionales de seguridad, se ve ahora agravado por el deterioro de la seguridad en el vecino Sudán desde el 15 de abril90.
Desde el Sahel Occidental la presión de los grupos yihadistas va proyectándose a países tradicionalmente a salvo de la misma – con la excepción de la temprana acción terrorista en suelo de Costa de Marfil con el ataque de Grand Bassam, en 2016 -, fenómeno al que vamos a referirnos antes de terminar este epígrafe tratando del estado de la cuestión en cuanto a la amenaza yihadista en Nigeria. Tal proyección está provocando una creciente preocupación expresada por ejemplo en diciembre de 2022 cuando la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) anunciaba la futura creación de una Fuerza Conjunta de Intervención contra el Terrorismo y que se añade a la fijación de Francia por dicha evolución91.
En Benín, sujeto a la presión de grupos yihadistas que actúan en Burkina Faso y en Níger pero también a los que actúan en Togo o en Nigeria, y ello sin desdeñar un creciente yihadismo autóctono, se han producido hasta 43 ataques de diversa envergadura entre diciembre de 2021 y septiembre de 2022, destacándose las vulnerabilidades que este país sufre en parques nacionales como el de Pendjari donde aún se aventuran turistas occidentales92. Uno de esos ataques fue lanzado el 26 de junio de 2022 contra la comisaría de Dassari, localidad próxima a la frontera con Burkina Faso, y en ella murieron dos policías93. Más recientemente, el 2 de mayo de este año, quince soldados eran asesinados en el norte del país94. Como la amenaza no ha hecho sino incrementarse en el último año es significativo señalar que un país africano particularmente activo en la lucha contra los grupos yihadistas, Ruanda, que como veremos más adelante combate a estos actores en la República Democrática del Congo y en Mozambique, ha ofrecido a través de su Presidente Paul Kagame apoyo antiterrorista a Benín95.
En Togo, y a título de ejemplo, el 15 de julio de 2022 se producía un ataque en la región septentrional de Savanes que provocaba 20 muertos96. Con sus 126 kilómetros de frontera con Burkina Faso la República de Togo ahonda en reforzar el perímetro, proteger a su población y actualizar su estrategia97. En el norte de Ghana la situación es igualmente tensa en la frontera con Burkina Faso98. El Presidente ghanés Akufo Addo ahonda en la necesidad de profundizar en una respuesta creíble, preventiva y coordinada y ello desde uno de los países de África Occidental más implicados en esfuerzos subregionales para reforzar la seguridad99. Y a la amenaza que los yihadistas representan se añade en la región la negativa influencia ejercida desde antiguo por el abanico de tráficos ilícitos que aquí podemos inventariar, desde la trata de seres humanos hasta el tráfico de drogas100.
Costa de Marfil por su parte, evocando el susodicho hito de Grand Bassam y otros más recientes, se inquieta tanto por la penetración de actores yihadistas como por los crecientes flujos de refugiados que recibe procedentes de países del Sahel Occidental101. Seis soldados marfileños morían en la primavera de 2021 en varias escaramuzas producidas en la peligrosa frontera con Burkina Faso, algo que mostraba una tendencia hacia la desestabilización que no hace sino crecer102. El Gobierno de Costa de Marfil aprobó en enero de 2022 un plan de apoyo a la juventud que cuenta con financiación de Francia y colaboración del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en un intento de reducir la capacidad de penetración que los grupos terroristas tienen entre jóvenes sin expectativas de la región103.
El creciente interés por neutralizar el avance hacia el sur de los actores yihadistas que operan en el Sahel Occidental, facilitado también por la inestabilidad política generada por los golpes en Malí y Burkina Faso que han llevado al repliegue occidental, con Francia a la cabeza, y al desembarco ruso, hace que actores como los EEUU traten de incrementar su papel en el reforzamiento de los medios nacionales. A título de ejemplo, en septiembre de 2022 el general Jamie Sands, comandante del Mando de Operaciones Especiales para África, hacía balance del entrenamiento entre efectivos estadounidenses y marfileños en Abiyán104.
También en términos de posible exportación de la inestabilidad a países vecinos podemos evocar a Senegal, país estable en comparación con los aquí tratados pero que se ve cada vez más obligado a reforzar su frontera con Malí105. Senegal contribuye a la seguridad de Malí con 1.300 efectivos desplegados en la MINUSMA106. A ello hay que sumar el incremento de las tensiones internas ante la aparente intención del Presidente Macky Sall a optar a un tercer mandato en las elecciones presidenciales de 2024 y la crispación generada por la creciente rivalidad entre él y su más directo oponente, Ossmane Sonko107.
Terminamos este epígrafe con la referencia obligada a uno de los actores yihadistas más letales en el continente africano: Boko Haram. Surgido en el norte de Nigeria de la convergencia de varios actores islamistas radicales en 2002, en momentos en los que los macro atentados de Al Qaida de septiembre de 2001 habían dinamizado a los yihadistas por doquier, su evolución lleva tras veinte años a inventariar su presencia letal hoy no solo en el norte de Nigeria sino también en países vecinos como Níger y Chad. Nigeria conforma con ellos la Fuerza Multinacional Mixta (FMM o Multinational Joint Task Force-MJTF), creada y mantenida no sin dificultades pero que es una evidencia de la envergadura de la amenaza que Boko Haram y sus diversas escisiones – la más importante la provocada en 2016 por el EI, el denominado Estado Islámico en África Occidental (EIAO) – representan. La FMM, como luego veremos para el caso de la Misión de la UA en Somalia en el siguiente epígrafe, recibe importante financiación para su funcionamiento de la UE108.
En tiempos recientes, en particular en los dos últimos años, se han producido momentos de confusión, con rendiciones de miembros de Boko Haram y de sus escisiones y con mensajes triunfalistas de autoridades nigerianas varias109. Por ejemplo, en febrero de 2022 el gobernador del estado de Borno, donde nació Boko Haram en 2002, daba cifras de rendiciones y aseguraba que el grupo desaparecería como actor terrorista de su estado antes de las elecciones generales de 2023110.
Pero esa confusión no debe de ocultarnos la realidad de un escenario que algunos analizan incluso en términos de embrión califal que podría sustituir, salvando las distancias en términos de importancia geoestratégica y de envergadura, al embrión califal eclipsado desde 2017 en Irak y desde 2019 en Siria111. Boko Haram, bajo el estandarte de Al Qaida, y también EIAO liderado por Abu Musab Al Barnawi hasta su eliminación por el Ejército nigeriano en agosto de 2021, pero recuperado de tal pérdida como hemos visto que ocurre en los demás actores yihadistas analizados, siguen tratando de golpear como otrora, y han hecho de la región del Lago Chad uno de sus escenarios predilectos de actuación112. Aquí su estrategia ha evolucionado en el último año, de centrar la misma en ataques constantes a combinar estos con secuestros para obtener rescates que son cada vez más frecuentes y también preocupantes pues obtienen fondos que garantizan su supervivencia113. Entre los ataques a destacar evocamos el realizado por el EIAO el pasado 19 de noviembre en el noroeste nigeriano contra una localidad en la que asesinaron a 9 soldados y a 2 policías o el realizado tres días después por Boko Haram en el vecino Chad matando a 12 soldados de ese país en su ataque a la isla Bouka-Toullorom, en el Lago Chad114. En paralelo a las acciones de uno y otro grupo, Boko Haram y EIAO luchan entre ellos por la influencia como hacen JNIM y EIGS en el norte de Malí, y con ello siguen alimentando una violencia que se muestra endémica en la región septentrional nigeriana y en sus vecindades más inmediatas115.
África Oriental
Desde la llegada al poder del presidente Hassan Sheikh Mohamud el 15 de mayo de 2022 podemos decir que hay en marcha una guerra total contra los terroristas de Al Shabab116. Este grupo, activo bajo tales siglas desde 2006 y vinculado formalmente a Al Qaida desde 2012, ha llegado a proyectarse letalmente en sus vecinos Etiopía, Kenia y Uganda aparte de fijar sus raíces en buena parte del territorio somalí incluyendo su capital. Fue en esta donde el pasado 29 de octubre morían un centenar de personas en un doble atentado con coches bomba producido frente al Ministerio de Educación y donde el 26 de noviembre se producía otro doble atentado con coches repletos de explosivos que, con el mismo modus operandi, en este caso buscaban acabar con la vida del presidente y que se saldó también con un centenar de muertos en el momento117. Sirvieron ambos ataques para evocar otro macro atentado también realizado por Al Shabab en la capital, en el cruce de Zoobe, que provocó 587 muertos el 14 de octubre de 2017, y daba respuesta de la mano del grupo terrorista a la intensa campaña antiterrorista liderada desde su acceso meses antes a la Presidencia por Hassan Sheikh Mohamud118.
Los terroristas sufren ante acciones antiterroristas ejecutadas por el Ejército Nacional Somalí, apoyado en ocasiones con medios estadounidenses, mucho más eficaces que las llevadas adelante en lustros anteriores y las respuestas gubernamentales son cada vez más contundentes. Las fuerzas somalíes cuentan ya en su arsenal con drones turcos Bayraktar TB 2 que utilizan con eficacia119. Desde agosto de 2022 el Ejército somalí, apoyado por grupos locales vigilantes o patriotas, está también ganando terreno a Al Shabab en estados como Galmudug y Hirshabelle, en el centro del país120. En septiembre liberaba la ciudad de Booco, en la región de Hiraan, que llevaba bajo control de Al Shabab desde hacía una década121. Tan solo en octubre de 2022 varias acciones combinadas realizadas por efectivos somalíes y estadounidenses acababan con un centenar de miembros de Al Shabab y al mes siguiente se producía tal volumen de bajas en el grupo terrorista en tan solo una operación122. El grupo reacciona en cualquier caso con atentados como el ataque contra el Ministerio de Educación el 29 de octubre que provocaba 120 muertos y 269 heridos; el susodicho de 26 de noviembre; o el lanzado contra el Ayuntamiento de la capital el 23 de enero que provocó varios heridos, entre otros123. Y fuera de la capital intentan mantener su activismo en feudos tradicionales como Hirshabelle o Hiiraan, en el centro del país, y todo ello dinamizado por su emir Abu Ubaidah (Ahmed Diraye)124.
En el inventario de esfuerzos contra Al Shabab, destaca en primer lugar el nacional somalí acompañado del que le brindan desde hace dos décadas los EEUU en el marco de su «guerra contra el terror», pero es muy importante destacar la labor de la UA a través de su Misión de la UA en Somalia, con sus 20.000 efectivos y a la que la UE apoya financieramente habiéndole entregado más de 2.300 millones de euros desde 2007125. La AMISOM ha sufrido importantes pérdidas en sus años de vigencia, sobre todo de efectivos africanos que son mayoría en sus filas, y ello a pesar de que cuenta con un mandato robusto que la diferencia de la MINUSMA por ejemplo. En 2022 AMISOM cambiaba de nombre – pasando a denominarse Misión de Transición de la UA en Somalia (ATMIS) –, en el marco de una nueva fase de la misma aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 31 de marzo de 2022 y que es reflejo de las expectativas creadas con la llegada a la Presidencia de Hassan Sheikh Mohamud126.
La combinación de violencia y sequía están obligando a muchas somalíes a huir del país. Tal diáspora queda reflejada en la vecina Kenia a través del enorme campo de refugiados de Dadaab, situado en el este del país y próximo a la frontera. Dadaab llegó a albergar a medio millón de somalíes hace una década, le servía a Al Shabab como escenario de reclutamiento y el pasado noviembre acogía aún a 233.000 refugiados127. Pero a pesar de que en esta dimensión de los refugiados Kenia sigue preocupada por la evolución de su vecina la ofensiva contra Al Shabab del Gobierno de Mogadiscio ha permitido al Gobierno de Nairobi tomar la decisión de reabrir la frontera común que llevaba doce años cerrada128.
África Central
En la República Democrática del Congo ha surgido un actor yihadista particularmente sorprendente, las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), que aun conservando el nombre originario del grupo surgido hace un cuarto de siglo en el este del país se consideran desde 2017 la antena del Estado Islámico en África Central, activo en lo que el EI denomina su «Provincia de África Central». Desde marzo de 2021 los EEUU consideran a este grupo como afiliado al EI.
Tal evolución en este actor se ha producido en un escenario ajeno históricamente a la penetración yihadista, donde los actores clásicos como la milicia M-23, mayoritariamente tutsi, implantada en el norte de Goma y que reanudó la violencia a fines de 2021 tras haber sido prácticamente derrotada, siguen desafiando a las autoridades nacionales y a la Fuerza Regional creada por la Comunidad de África Oriental (EAC) como también lo hacen las ADF. La fuerza regional citada es la EACRF, que tiene su cuartel general en Goma, cuenta con efectivos de Kenia y Burundi a los que se sumarán otros de Sudán del Sur, y a la que ahora le toca también hacer frente a un actor yihadista letal129. Las ADF, el M-23 y otros grupos armados siguen también desafiando a una Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización del Congo (MONUSCO) que desplegada desde 1998 en la región y con más de 16.000 efectivos recuerda a la MINUSMA en términos de frustrante esfuerzo internacional.
Las ADF, que concentraron en un principio sus ataques en la región de Beni, en el norte de Kivu, han ido proyectando su activismo hacia el sur130. En el verano de 2021 empezaban a diseminar vídeos con decapitaciones y se iniciaban también en la realización de atentados suicidas, acciones de marca ambas del yihadismo más sanguinario. Empezaban también a detectarse extranjeros en sus filas, procedentes de países africanos (Tanzania, Kenia, Burundi y Suráfrica) y de países árabes (Egipto, Jordania y Omán)131. El 30 de agosto de 2022 las ADF asesinaban a cuarenta civiles en Nwisi Kambele, en la región de Beni, en el norte de Kivu132. El 26 de diciembre reivindicaron a través de la agencia del EI, Amaq, y vía Telegram la muerte de 23 cristianos133. El 23 de enero de este año provocaban 23 muertos en el área de Beni134. El 18 de marzo asesinaban a nueve civiles en Lubero, en el norte de Kivu, y reivindicaban de nuevo la acción en la agencia Amaq135. El 2 de mayo las ADF provocaban seis muertos, y ello tras haber matado a 150 personas tan solo en la primera quincena de abril, mostrando con tal ritmo que las herramientas nacionales y foráneas que actúan contra este actor terrorista no se muestran hoy por hoy capaces de neutralizarlo136.
Al igual que ha ocurrido con todos los demás actores yihadistas que estudiamos en este capítulo el activismo de las ADF ha acabado contagiando a actores de mismo perfil en países vecinos. El 16 de noviembre de 2021 tres suicidas se hacían estallar en la capital de Uganda, Kampala, provocando 33 heridos en un doble ataque realizado en las proximidades del Parlamento y del Cuartel General de la Policía. El ataque era reivindicado a través de Amaq el mismo día y sucedía a dos ataques previos también realizados en Uganda: el 23 de octubre la explosión de una bomba mataba a una persona en un restaurante y dos días después un suicida provocaba varios heridos también en la capital. El presidente Yoweri Museveni conectaba todas estas acciones con los terroristas que el 21 de junio de ese año habían herido en un atentado al ministro de Transportes. Uganda se ve así, como vemos, atenazada desde el este por el somalí Al Shabab y desde el oeste por las congoleñas ADF, y su población musulmana sufre de los esfuerzos en clave de penetración de la sanguinaria ideología que el EI sigue diseminando a lo largo y ancho del mundo.
África Meridional
El desafío yihadista en la región de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, es uno de los casos de activismo yihadista sobrevenido que ha causado alta letalidad y obligado con ello a combinar diversas herramientas de apoyo a un Estado mozambiqueño que necesitaba las mismas dada la envergadura que pronto adquirió la amenaza. La gota que colmó el vaso provocando la petición del presidente mozambiqueño, Filipe Nyusi, de ayuda foránea, fue el ataque de yihadistas que en el norte de Mozambique se autodenominan Al Shabab - si bien no tienen relación con sus homónimos somalíes - a la ciudad de Palma en marzo de 2021. Situada esta ciudad de 25.000 habitantes junto a una importante explotación gasística de Total Energies el impacto en la economía nacional era también relevante pues la compañía francesa decidía retirarse de sus instalaciones ante la creciente inseguridad.
Al Shabab apareció en Cabo Delgado en octubre de 2017, siendo su primera acción terrorista el asalto a una comisaría, pero no fue hasta mediados de 2019 que comenzó a invocar un perfil relacionado con el EI, entonces en pleno proceso de reubicación tras haber visto eclipsado su embrión califal en el corazón de Oriente Medio.
Con más de 3.600 muertos a manos del grupo y más de 800.000 desplazados a la altura de ese año 2021, llegaron a inventariarse en ese año desplegados más de 3.000 efectivos militares extranjeros. Unos 2.000 soldados ruandeses en una dimensión bilateral, seguidos de efectivos encuadrados por la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) en la SAMIM (Misión de África Austral en Mozambique, en sus siglas en inglés) – que llegó a incluir 1.900 soldados surafricanos y unos 300 tanzanos -, más 1.100 de países de la UE además de soldados estadounidenses llegaron a concentrarse en la zona en ese año para tratar de dar respuesta a este peligroso «rebrote» del EI en este atípico escenario africano137.
El 3 de noviembre de 2021 la UE lanzaba una misión militar de entrenamiento: la EUTM- Mozambique138. En su gira de septiembre de 2022 por Somalia y Mozambique el Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, confirmaba el compromiso de la Unión con el esfuerzo del Gobierno mozambiqueño para reinstaurar la seguridad en tan atribulada región139. Para entonces ya había declarado el EI su wilaya o provincia de Mozambique no solo a través de la agencia Amaq sino también, en mayo de 2022, de su publicación Al Naba140.
Entre los días 13 y 14 de noviembre de 2021 una decena de personas eran asesinadas en el norte de Mozambique. En marzo de 2022 las autoridades del país alertaban sobre la infiltración de elementos de Al Shabab entre los flujos de desplazados y de refugiados141. El 7 de septiembre de 2022 era asesinada una monja comboniana italiana en la provincia también septentrional de Nampula, a la que se había extendido ya el activismo yihadista desde Cabo Delgado como también lo ha hecho a Niassa, al oeste, e incluso a la vecina Tanzania142.
Aunque en tiempos recientes las autoridades tratan de transmitir una imagen de creciente normalización en la región, lo cierto es que las incógnitas perduran y la confianza no se extiende entre los abundantes desplazados tras más de 6.000 muertos en un lustro y alrededor de un millón de desplazados143. Japón, el primer importador mundial de gas natural licuado, impaciente porque las instalaciones de Total vuelvan a producir con normalidad en Cabo Delgado, ha prometido durante la visita de su Primer Ministro Fumio Khisida a Mozambique apoyo en la lucha contra el terrorismo y para la recuperación de la región144.
A los dos años del ataque de Al Shabab contra la ciudad de Palma podemos afirmar que el grupo terrorista ha mutado para disgregarse en pequeñas células, y ello gracias al empuje militar lanzado contra él, que lo ha debilitado pero no derrotado. Por otro lado, y en términos de su impacto social tan solo se ha detectado el retorno a sus localidades de origen, aunque con mucho recelo, de 350.000 de los más de 900.000 desplazados. La UE aportó en 2022 hasta 35 millones de euros de su Fondo para la Paz para sostener el esfuerzo en esta región de Mozambique y tanto la misión SAMIM de la SADC como Ruanda siguen manteniendo desplegados sobre el terreno sus efectivos145.
La posible ampliación hacia Suráfrica de la expansión de un EI ya bien asentado en Mozambique emergía como preocupante hipótesis cuando el pasado noviembre los EEUU elevaban su alerta antiterrorista en relación con el país líder de la subregión austral africana146. El mes anterior, el 26 de octubre, la Embajada estadounidense había alertado sobre un posible atentado en Sandton, en el centro financiero de Johannesburgo, y señalaba poco después a cuatro personas y a ocho empresas del país que podrían estar implicadas en la financiación del grupo terrorista147.
Conclusiones
África es el continente donde analistas varios sitúan el presente y el futuro del activismo yihadista, aparentemente en declive en otras latitudes del mundo.
Una aproximación subregión por subregión a cada una de las cinco que compartimentan el continente según la UA nos permite comprobar que en todas ellas hay presencia, preocupante en todos los casos, de actores yihadistas una vez la ideología que los dinamiza se ha extendido previamente. Desde la región «decana» de dicha implantación, África del Norte, hasta las dos subregiones donde el asentamiento ha sido más tardío, África Central y África Meridional, pasando entre ellas por África Occidental y Oriental, hemos comprobado la proliferación de actores yihadistas, la necesidad por cada vez más Estados del continente de diseñar herramientas para la prevención y la gestión de la amenaza que representan y la inflación de instrumentos internacionales de respuesta.
En el Norte de África perdura la amenaza con intensidades diversas, pero ha mutado en años recientes por efectos de las revueltas árabes con consecuencias en Túnez, Libia y Egipto. Mientras tanto, de Argelia a Mauritania pasando por Marruecos y por el Sáhara Occidental perduran las dificultades diplomáticas que se añaden al deterioro de la situación en su región vecina meridional, el Sahel Occidental.
En dicha subregión saheliana el deterioro de la situación se agravó primero en Malí para extenderse después a sus vecinos Burkina Faso y Níger, afectar a Chad y avanzar en tiempos más recientes hacia los países ribereños del Golfo de Guinea. En esta latitud destaca desde antiguo Nigeria, donde el activismo de Boko Haram también muta, alcanzando sus efectos a cada vez más países.
El Cuerno de África sigue teniendo su epicentro en el activismo de Al Shabab en Somalia, pero con consecuencias para sus vecinos Kenia, Uganda y Etiopía.
Y a partir de aquí, una vez recorridos los escenarios clásicos en los que siguen activos sus protagonistas, entramos en escenarios sobrevenidos de activismo yihadista, desde el norte de Kivu en el este de la República Democrática del Congo hasta la región de Cabo Delgado en el norte de Mozambique.
Todo ello ha provocado una verdadera proliferación de políticas antiterroristas nacionales y de herramientas multinacionales que están detrás de siglas como FC-G5 Sahel, FMM AMISOM o SAMIM entre otras. La inflación de respuestas es muestra de la creciente preocupación por la expansión de la amenaza, pero no aporta una solución, o al menos no por ahora, al problema. Si en lugar de crecer en número los instrumentos de respuesta, estos fueran menos pero más integrados, con mandatos más adaptados al desafío y herramientas más robustas para combatirlo, los escenarios tratados podrían evolucionar mejor de como lo están haciendo.
Las políticas y las herramientas antiterroristas no pueden ser ajenas a las demás rémoras a las que hay que enfrentarse en paralelo, desde los tráficos ilícitos y sus efectos hasta situaciones económicas y sociales insostenibles, y además se ven debilitadas cuando los gobernantes eligen peligrosos atajos como son los entendimientos «ad hoc» con los actores terroristas yihadistas en clave de apaciguamiento. Aquellas rémoras engrosan las filas de los grupos yihadistas, verdaderos asideros económicos para no pocas personas, y estos atajos no hacen sino alimentar la impunidad y reforzar a un enemigo que siente que tiene cada vez más cerca la victoria.
Carlos Echavarría Jesús*
Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED
Referencias:
1 El investigador y docente Luis Martinez, del Centre d’Etudes et de Recherches Internationales (CERI) de París, uno de los más tempranos y solventes analistas sobre el terrorismo yihadista del Grupo Islámico Armado (GIA) y de su sucesor el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), desarrollado en Argelia desde principios de los años noventa y proyectado en todas direcciones desde suelo argelino, ha acuñado el término de «próximo califato» en relación con el continente africano. Véase Martinez, Luis: L’Afrique, le prochain califat?, París, Taillandier, 2023.
2 Le Clerq, Hubert: «L’Afrique, nouvelle terre ‘praise’ de l’EI», Lalibre.be. (26 de julio de 2022).
3 Porter, Geoff D.: «Mauritania Terrorists’ Prison Break», North Africa Risk Consulting. (6 de marzo de 2023).
4 «Mauritania: arrestation d’un organisateur de l’évasion de quatre jihadistes», Africaradio.com. (26 de marzo de 2023).
5 «Au Mali, au moins quince soldats et trois civils tués dans des attaques coordonnées», Le Monde. (28 de julio de 2022).
6 «Démentélement d’une cellule de l’EI au Maroc et en Espagne», Africaradio.com. (11 de enero de 2023) y
«Detenidos 13 presuntos terroristas en varias ciudades de Marruecos», El Faro de Ceuta. (27 de abril de 2023).
7 En el 21º Comité de Coordinación del Foro Global Contra el Terrorismo (GCTF), celebrado en El Cairo el 4 de mayo de 2023, Marruecos y la UE lanzaban conjuntamente la Iniciativa «La educación para la prevención y la lucha contra el extremismo violento que conduce al terrorismo». Marruecos ha presidido ininterrumpidamente este Foro desde 2015 – conjuntamente con Holanda (2015-2019), Canadá (2019-2022) y ahora con la UE si bien acaba de cederle la presidencia a Egipto – ejerciendo en él una evidente influencia. Véase «Prevenir y luchar contra el terrorismo: objetivo para Marruecos y la UE», El Faro de Ceuta. (5 de mayo de 2023).
8 Gonin, Jean-Marc: «Au Maroc, quand la lutte contre les djihadistes passe par les imams», Le Figaro. (8 de enero de 2021).
9 «Le BCIJ révèle les dessous de l’arrestation des terroristes impliqués dans l’affaire du policier tué», Maghreb Intelligence. (17 de marzo de 2023); «Mort d’une touriste agressée au Maroc», Marianne. (13 de diciembre de 2022);e Ibrahimi, Khalil: «Tanger: un trentenaire extrémiste, partisan de Daech, arrêté après une tentative de meutre»,
fr.le360.ma. (28 de agosto de 2022).
10 «Mohamed VI indulta a 17 condenados por terrorismo en el final del Ramadán», El Faro de Ceuta. (22 de abril de 2023) y «Morocco’s King pardons 29 jailed for «terrorism or extremism offenses», Al Arabiya. (2 de mayo de 2022). 11 Tal fue el caso de la Cumbre de la Coalición Internacional contra el EI, que lidera EEUU y que Marruecos se encargó de organizar en Marrakech en mayo de 2022. Véase «Argelia acusa a Marruecos de manipular la cumbre sobre el EI para hablar del Sáhara Occidental», Europa Press. (12 de mayo de 2022).
12 Morel, Sandrine: «Sahara Occidental: au Front Polisario, la presión monte pour ‘intensifier la guerre’ contre le Maroc», Le Monde. (23 de enero de 2023).
13 «Chengriha: L’Algérie refuse toute forme d’ingérence au Sahel et au Sahara», Algérie Patriotique. (2 de abril de 2023).
14 «L’organisation terroriste Rachad dans la continuité du GIA?», Algérie Patriotique. (16 de marzo de 2022) y «Trois terroristes abattus et un outre arrêté à Tipasa», Algérie Patriotique. (11 de diciembre de 2022).
15 «Algeria Says Army Officer Killed in Clash With Islamists», Barrons.com. (11 de mayo de 2023).
16 «Trois terroristes activant au Sahel capturés en Algérie», Tout sur l’Algérie (TSA). (15 de diciembre de 2023).
17 Laplace, Manon: «Entre Iyad Ag Ghali et Abu Al Bara Al Sahraoui, la guerre des (chefs) jihadistes», Jeune Afrique.
(17 de octubre de 2023).
18 «Une terroriste franco-libanaise arrêté a l’aéroport d’Alger», Algerie360.com. (22 de febrero de 2023).
19 «Dos detenidos acusados de terrorismo yihadista en Barcelona», El País. (15 de julio de 2020).
20 «Presidente del Alto Consejo Islámico visita el Instituto de Formación de Imames de Tamanrasset», Noticias CIDAF-UCM. (22 de marzo de 2023).
21 De Saint Perier, Laurant: «France-Chems-eddine Hafiz: «Il n’y a pas d’islamisme modéré», Jeune Afrique. (25 de septiembre de 2021).
22 Hamdi, Rania: «Algérie: Le projet de loi d’amnistie est une nouvelle atteinte à la memoire des victimes de la décennie noire», Jeune Afrique. (22 de julio de 2022).
23 «Clôture de la Conférence sur la paix en Afrique: l’Algérie intensifiera les mesures de lutte antiterroriste dans le continent», Algérie Patriotique. (9 de diciembre de 2022).
24 Dahmani, Frida: «La bataille de Ben Guerdane: Daech mis en échec», Jeune Afrique. (10 de abril de 2023).
25 «Tunisie. Le parquet refuse la libération de tous les prévenus dans l’affaire du complot contre la surêté de l’Etat»,
Tunisienumèrique. (30 de marzo de 2023).
26 «Tunisie: les sept péchés d’ Ennahdha», Jeune Afrique. (10 de agosto de 2021).
27 «Desmantelada célula yihadista en el centro de Túnez», Infobae. (17 de marzo de 2022) y «Jihadists suspected In Gunfire On Tunisia Police Post», AFP. (20 de marzo de 2022).
28 «Tunisian President Pledges Safety for Jewish Citizens After Synagogue Attack», Devdiscourse. (18 de mayo de 2023).
29 «Envoie présumé de djihadistes en Syrie et en Irak: arrestation d’un haut dirigent du parti Ennahdha en Tunisie», Le Monde. (20 de diciembre de 2022) y «Túnez: un juez ordena prisión preventiva contra Ghannouchi, líder de la oposición islamista», France24.com. (20 de abril de 2023).
30 «Tunisie: Rachid Ghannouchi officiellement accusé d’appartenance à une organization terroriste», Algérie Focus.
(4 de julio de 2022).
31 «At least five killed in western Libya clashes», English.alwabiya.net. (25 de septiembre de 2022) y «Asesinados más de 580 civiles en Libia entre enero de 2020 y marzo de 2022 según un informe», Europa Press. (28 de septiembre de 2022).
32 Alharathy, Safa: «Libyan military leaders in Cairo say ‘no more room for wars», Libyaobserver.ly. (18 de enero de 2023).
33 Assad, Abdelkader: «5+5 JMC rapporteur: News about efforts to unify military institutions is untrue»,
libyaobserver.com. (18 de enero de 2023).
34 Thréard, Yves: «Le president du Congo au Figaro: la paix en Libye freinerait le drame des migrants», Le Figaro.
(11 de enero de 2023).
35 Diallo, Abubakar: «Tentative d’assassinat contre le Premier Ministre libyen», Afrik.com. (10 de febrero de 2023).
36 «La Libye et la Turquie signent deux accords militaires», RTBF. (25 de octubre de 2022).
37 Amellal, Meriem: «Libye: le spectre d’une nouvelle guerre», Le Journal d’Afrique. (30 de agosto de 2022) y «En Libye, le camp du maréchal Haftar retrouve 2,5 tonnes d’uranium natural porté ‘disparu’», Le Monde. (17 de marzo de 2023).
38 «Egypte: onze militaires tués dans une attaque djihadiste», Le Monde. (8 de mayo de 2022) y Sweilam, Ashraf:
«Egyptian officials: Militants blow up gas pipeline in Sinai», Associated Press News. (30 de abril de 2022).
39 «Essential Geopolitics: Terror attack in Sinai», Stratfor. (17 de mayo de 2022) y «Cinco soldados egipcios muertos en un segundo ataque mortal en el Sinaí», Reuters. (21 de mayo de 2022).
40 «Egypt, une bombe à retardement migratoire», Le Point. (8 de enero de 2023).
41 Seif Al Adel es un antiguo mando de las fuerzas especiales egipcias que vinculado al magnicidio del Presidente Anuar El Sadat en 1981, como miembro de Yihad Islámica que era como Ayman Al Zawahiri, purgó dos años tan solo de prisión y al salir se marchó a Afganistán iniciando su recorrido en el entorno de Al Qaida desde el nacimiento de esta en 1988. Véase Guillon, Jihâd: «Égypte: qui est Seif Al Adel, pressunti pour prendre la tête d’Al Qaïda?», Jeune Afrique. (20 de agosto de 2022).
42 «Afrique de l’Ouest et Sahel: il faut renforcer la collaboration et la résilience contre les extremismes violents, selon l’ONU», News.un.org. (10 de enero de 2023).
43 Vaudaux, Jérémie: «Maroc-Sénégal: un axe contre l’extrémisme religieux», Jeune Afrique. (31 de diciembre de 2021).
44 «Mali: le chef jihadiste Iyad Ag Ghali recrute et s’affiche dans la región de Ménaka», Rfi.fr. (23 de enero de 2023) y Clement-Bollée, Bruno: «Plus de 200 islamistes relâchés …Comment poursuivre la lutte contre le terrorismo au Mali?», Le Monde. (13 de octubre de 2020).
45 Entre los ataques contra militares véase Laplace, Manon: «Mali: au moins 42 morts au sein de ‘armée à la suite des attaques de Tessit», Jeune Afrique. (10 de agosto de 2022).
46 «Un an de massacres dans le Nord Est du Mali», Rfi.fr. (10 de marzo de 2023).
47 «Mali’s Azawad movements unite in a bid to pressure the ruling junt», Africanews.com. (9 de febrero de 2023).
48 «Mali: rencontres secrètes entre Iyad Ag Ghali et les responsables et dirigents de groupes armées du nord»,
afrique.le360.ma. (31 de enero de 2023).
49 «Mali: entre Bamako et la CMA la tension va croissant», Information.tv5.monde.com. (14 de febrero de 2023).
50 «Au Mali, l’imam Dicko, l’eternel opposant?», Jeune Afrique. (14 de enero de 2023).
51 Laplace, Manon: «Mali: Haidore, Dicko … les leaders religieux peuvent-ils-bousculer la transition de Goïta?»,
Jeune Afrique. (20 de diciembre de 2022).
52 Véase Clement-Bollée, B.: op cit.
53 «Burkina Faso: neuf morts dans une attaque contre une mosque, selon des sources locales», Africaradio.com. (11 de enero de 2023) y «Mali: 14 soldats tués dans des combats avec Al Qaida qui revendique une ‘double emboscade’», Africa.radio. (11 de enero de 2023).
54 «Mali: pourquoi l’insurrection jihadiste est aux portes de Bamako», Apnews.net. (23 de enero de 2023).
55 Acción terrorista tan selecta fue rápidamente reivindicada en Al Zallaqa (Sagrajas) por el JNIM. Véase «Mali: el jefe de gabinete del presidente de transición, entre los cuatro muertos en un atentado», France24.com. (20 de abril de 2023).
56 «Día negro en Malí: un atentado suicida en el aeropuerto de la capital deja 38 muertos», El Debate. (23 de abril de 2023).
57 «Al Qaeda reivindica el atentado suicida en un aeropuerto de Malí», La Vanguardia. (25 de abril de 2023).
58 «Au Mali la Minusma n’est «pas viable» sans une augmentation des troupes, selon ONU», Le Monde. (20 de enero de 2023).
59 «Mali: un homme condamné à mort pour la meurtre de trois casques bleus en 2019», Le Monde. (26 de enero de 2023) y «Mali: trois casques bleus tués par un éngin explosif», Afrik.com. (21 de febrero de 2023).
60 El Consejo de Seguridad de la ONU renovaba su mandato en tales condiciones el 29 de junio de 2022 y por un año. Véase «La mission de l’ONU au Mali prolonguée d’un an sans soutien aérien français», Le Monde. (30 de junio de 2022).
61 «UN chief wants AU force with tougher mandate for Mali», Rfi.fr. (6 de mayo de 2022).
62 «Au Mali, l’ultimatum de DanDan Atubessagou», Dn.com. (7 de febrero de 2023). En la región de Mopti estamos en zona de implantación de los Dogon y de los cazadores Donzo, y diversos ataques yihadistas en ella producidos en años recientes han ido obligándoles a organizarse en términos de autodefensa.
63 «Mali: accusations d’exactions de l’armée et du groupe paramilitaire Wagner à Ouenkoro», Rfi.fr. (30 de marzo de 2023) Y «Bamako réceptionne de nouveaux hélicopères et équipements militaires de Russie», Rfi.fr. (31 de marzo de 2022).
64 «Al menos 10 civiles muertos y 61 heridos en un atentado en Malí», France24.com. (23 de abril de 2023).
65 El golpe anterior había llevado al poder a Paul-Henri Sandaogo Damiba, el 24 de enero de 2022, que derrocó al Presidente Roch Marc Christian Kaboré después de que 300 yihadistas de JNIM atacaran un cuartel de la Gendarmería, en Inata el 14 de noviembre de 2021, asesinando 53 gendarmes y a cuatro civiles. Véase «Burkina: le lieutenant-colonel Damiba déclaré président», L’Express. (30 de enero de 2022) y «Calm returns to Burkina Faso after junt chief flees to Togo», Yahoo.finance. (3 de octubre de 2022).
66 «La rama de Al Qaida en el Sahel (JNIM) reivindica la autoría del atentado de la semana pasada», Europa Press. (5 de octubre de 2022) y «Eleven soldiers dead 50 civilians missing after Burkina Faso convoy attack», USnews.com. (27 de septiembre de 2022).
67 «Le Burkina Faso va recruter 50,000 voluntaires pour renforcer la lutte de l’armée contre le djihadisme», Le Monde. (26 de octubre de 2022).
68 Vincent, Elise y Le Cam, Morgane: «Au Burkina Faso, imbroglio sur une demande de départ des forces spéciales françaises», Le Monde. (23 de enero de 2023).
69 Coulibaly, Nadoun y Roger, Benjamin: «Le départ de Sabre, un pas de plus vers la rupture entre le Burkina Faso et la France», Jeune Afrique. (23 de enero de 2023).
70 Tal es el caso por ejemplo del grupo nacionalista maliense Yerewolo, de perfil bámbara y según algunas fuentes financiado por Rusia desde la Cumbre Rusia-África de Sochi, celebrada en octubre de 2019. Véase Haidara, Boubacar: «Amid popular opposition, is the UN’s peacekeeping mission in Mali doomed?», The Conversation. (23 de agosto de 2022).
71 «Burkina Faso: au moins 70 soldats tués en quatre jours dans des attaques», Le Monde. (21 de febrero de 2023).
72 «Burkina: 11 civils dont 5 supplétifs de l’armée tués dans plusieurs attaques djihadistes», Le Figaro. (21 de marzo de 2023) y «Attack in East Burkina Faso Military Post Leaves 33 Soldiers Dead, Army Says», US News.
(27 de abril de 2023).
73 «Pouquoi France24 a-telle été suspendue au Burkina Faso?», Le Monde. (27 de marzo de 2023).
74 «Burkina Faso: llamamientos a la ‘exterminación de la comunidad fulani hacen temer una guerra civil»,
France24.com. (19 de agosto de 2022).
75 «Lavrov promet l’aide russe aux pays du Sahel et du Golfe de Guinée contre le jihadisme», h24.info.ma. (7 de febrero de 2023) y «Alassane Ouattara face à la tentation russe d’Ibrahim Traoré», Jeune Afrique. (7 de febrero de 2023).
76 «David Malpass, président de la Banque Mondial, au Niger: la sécurité ‘indispensable au développement’», Jeune Afrique. (31 de marzo de 2023) y «La difficile montée en puissance des armées sahéliennes», Institut Montaigne. (23 de febrero de 2023).
77 «Países de la UE piden estudiar más apoyo a países de África Occidental en crisis», Agencia EFE. (23 de enero de 2023) y «German GIs Possibly Going to Niger», VOA. (29 de marzo de 2023).
78 «Washington apporte son soutien au Niger, pays stable dans un Sahel en crise», Le Point. (16 de marzo de 2023).
79 «Níger mata 5 presuntos miembros de Boko Haram tras un secuestro en la región de Diffa», Europa Press. (9 de noviembre de 2022).
80 Rousset, Alexandre: «L’avenir de la présence française au Sahel en quatre questions», Les Échos. (25 de febrero de 2023); «Niger: cinq soldats tués par ‘les terroristes’ dans le nord», Africaradio.com. (10 de abril de 2023); y Koné, Hassane y Rodrigue Koné, Fatiraman: «Y-a-til une exception nigérienne dans la lutte contre le terrorismo?», Africa Institute d’Études de Sécurité (Africa ISS). (31 de marzo de 2023).
81 «Mueren siete soldados en un ataque con explosivos en el sureste de Níger», EFE. (8 de mayo de 2023).
82 Véanse «Niger army kills 7 suspected ‘terrorists’: ministry», Spacewar.com/afp. (15 de septiembre de 2022).
83 «El Grupo Wagner desembarca en Níger y en Costa de Marfil y expande la influencia rusa en África», El Debate.
(16 de abril de 2023).
84 «La empresa turca fabricante de drones Baykar es condecorada en Burkina Faso», Noticias CIDAF-UCM. (4 de mayo de 2023).
85 «Niamey appelle à creer une force régionale contre les jihadistes du Sahel», Voafrique. (31 de marzo de 2022).
86 «Mort d’Idriss Déby au Tchad: plus de 400 rebelles condamnés à la prison à vie», Le Télégramm. (21 de marzo de 2023) y «Al menos 77 muertos, incluyendo 63 rebeldes, en una operación militar en Chad», Infobae. (20 de enero de 2023).
87 «El Gobierno de Chad insiste en su versión sobre las protestas de finales de octubre y habla de ‘insubordinación’», Europa Press. (8 de noviembre de 2022) y De Gmeline, Vladimir: «Jean-Bernard Padaré: «Si la France partait, les problèmes du Tchad ne se résoudraient pas, au contraire», Marianne. (11 de enero de 2023).
88 «À Ndjamena, un premier sommet G5 Sahel depuis 2021 et sans le Mali», Rfi.fr. (20 de febrero de 2023).
89 Chad firmaba un Protocolo de Acuerdo con Arabia Saudí en materia de defensa en enero de 2023. Véase Hoinathy, Remadji: «Tchad: peut-on rechercher la pai xen préparant la guerre?», Africa ISS. (27 de marzo de 2023). 90 Chad participa en la MINUSMA, en la FCG-5 Sahel y en la Fuerza Militar Mixta (FMM) contra Boko Haram en el Lago Chad, y alberga el Cuartel General de Barkhane en la Base Aérea 172, en Yamena. Véase Gallego Gordón, Alberto (2023): Idriss Déby Itno, el último presidente guerrero caído en combate: consecuencias imprevisibles para la estabilidad del Sahel, Documento de Opinión del IEEE nº 27 (14 de marzo de 2023), p. 14.
91 «Golfe de Guinée: comment ne pas retomber dans les pièges du Sahel?», Institut Montaigne. (25 de enero de 2023).
92 Lepidi, Pierre: «Au Benin, la lute antidjihadiste fait craindre une stigmatization des Peuls», Le Monde. (27 de enero de 2023) y Martinez, Luis: «Le Bénin et le Togo sont clairement ménacés par l’expansion jihadiste», Jeune Afrique. (26 de marzo de 2023).
93 Toulemonde, Marie: «»Jihadism in the Sahel: The unstoppable spread towards the Gulf of Guinea», The Africa Report. (26 de julio de 2022).
94 Ahissou, Virgile: «Killings reported in Benin’s north», Apnews.com. (4 de mayo de 2023).
95 «Le Rwanda promet un soutien militaire eu Bénin face aux djihadistes», Le Monde. (17 de abril de 2023).
96 Djade, Charles: «Togo: Faure Essozimna Grussingbé face au peril jihadiste», Jeune Afrique. (3 de agosto de 2022).
97 «Au Togo, la nouvelle task force sécuritaire de Faure Gnassingbé», Jeune Afrique. (8 de enero de 2023).
98 «Attempted bombing in North Ghana fuels jihadist fears», France24.com. (9 de febrero de 2023).
99 «Siete países de África Occidental se reúnen bajo Iniciativa de Accra para luchar contra el terrorismo», Noticias CIDAF-UCM. (24 de noviembre de 2022).
100 González, Damien: «Benin, Ghana, Nigeria… West Africa the new hub of cocaine», The African Report. (30 de marzo de 2023).
101 «L’inquiétude d’Alassane Ouattara face l’afflux de réfugiés burkinabé», Jeune Afrique. (6 de abril de 2023).
102 Assanvo, William: «Terrorism in Côte d’Ivoire is no longer just an external threat», Africa ISS. (15 de junio de 2021).
103 «Côte d’Ivoire: la stratégie antiterroriste dans le Nord à l’heure des comptes», Jeune Afrique. (9 de noviembre de 2022).
104 «EEUU confirma una ‘formación’ con militares de Costa de Marfil ante la amenaza yihadista en África Occidental», Europa Press. (10 de septiembre de 2022).
105 Soumaré, Marième: «Sénégal-Mali: comment Macky Sall renforce la surveillance de sa frontière», Jeune Afrique.
(29 de noviembre de 2022).
106 «Sénégal: l’armée, entrainée dans la politique, assure maintenir ses effectifs au Mali», Le Figaro. (18 de agosto de 2022).
107 «Sénégal. L’appel au calme des imams et oulémas face ``a un contexte politique Tendu», Rfi.fr. (8 de marzo de 2023).+
108 El 18 de mayo de 2021 habría muerto el emir de Boko Haram Abu Bakr Shekau al hacerse estallar antes de ser capturado. Le sucedió al frente del grupo terrorista Ali Ngulde. Véase «Nigeria: le chef du Boko Haram est mort, selon le groupe jihadiste rival ISWAP», RadioFrance24.com. (6 de junio de 2021). Sobre la financiación de la FMM véase Tayo, Teniola. «Can Nigeria finance its war against insurgence?», Africa ISS. (25 de agosto de 2022).
109 En tan solo dos semanas de agosto de 2022 se entregaban a las autoridades 1.652 terroristas y sus familias. Véase «El Ejército de Nigeria abate a 57 terroristas en diferentes operaciones en el noreste del país», Noticias.es. (26 de agosto de 2022).
110 Angbulu, Stephen: «Over 30,000 Boko Haram, ISWAP insurgents have surrendered, says governor Babagana Zulum», Punch Newspaper. (10 de febrero de 2022).
111 Carrión, Francisco: «Un califato 2.0., el plan del terrorismo yihadista que está conquistando África», El Independiente. (11 de septiembre de 2022).
112 El sucesor de Al Barnawi es Sani Shuwaram, y bajo su liderazgo el EIAO expande sus operaciones más allá de la región del Lago Chad, afecta a 13 estados de Nigeria y al vecino Níger. Véase Carrión, F.: op cit.
113 «Le goupe terroriste Boko Haram change de méthode dans la región du Lac Tchad», Rfi.fr. (3 de abril de 2023).
114 «Los yihadistas atacan un pueblo y una base militar en Nigeria», Noticias CIDAF-UCM. (24 de noviembre de 2022) y «Boko Haram ataca en Chad», Noticias CIDAF-UCM. (23 de noviembre de 2022).
115 «Terroristas de Boko Haram matan a treinta mujeres del EI en plena guerra entre yihadistas», 20minutos.com.
(10 de diciembre de 2022).
116 «Somalia confirma haber abatido a más de 3.000 terroristas en su ofensiva contra Al Shabab», Noticias CIDAF- UCM. (3 de mayo de 2023).
117 El Ministerio de Educación ya fue objetivo de Al Shabab en un atentado anterior que provocó en 2019 y en el momento 92 muertos y 128 heridos. Véase «Al menos 100 muertos y 300 heridos por la explosión de dos coches bomba en Mogadiscio», RTVE. (30 de octubre de 2022).
118 «El atentado yihadista en Mogadiscio deja más de 100 muertos y 300 heridos», Europa Press. (29 de noviembre de 2022).
119 «Somalia confirma el uso de drones turcos en las últimas operaciones contra Al Shabab», Europa Press. (26 de septiembre de 2022) y «EEUU confirma su participación en una operación contra un líder de Al Shabab», Swissinfo.ch. (3 de octubre de 2022).
120 «Vigilantes join Somalia military in battle with Al Shabab», Theeastafrica.co.ke. (26 de septiembre de 2022) y «El Ejército somalí abate a 60 integristas de Al Shabab», Noticias CIDAF-UCM. (5 de mayo de 2023).
121 Daysane, Mohamed: «Somali Military Liberates Strategic Town in Central Region», VoA News. (20 de septiembre de 2022).
122 «El atentado yihadista en Mogadiscio deja más de 100 muertos op cit y «Un centenar de miembros de Al Shabab muertos en una operación en Somalia», Europa Press. (10 de noviembre de 2022).
123 At least five injured after a blast at major’s office in Mogadistu», msn.com. (23 de enero de 2023).
124 «Al menos 20 yihadistas muertos en un intento frustrado de atacar una base militar en Somalia», Europa Press. (13 de octubre de 2022) y Dhaqane, Hussein Hassan: «Al Shabab Attacks Key Bridges in Somalia, kills at least 21 people», AllAfrica.com. (19 de octubre de 2022).
125 «Borrell: «No podemos permitirnos la desintegración de Somalia», Infobae. (12 de septiembre de 2022).
126 «Burundi confirma la muerte de diez militares en un ataque de Al Shabab contra una base de la Unión Africana en Somalia», msn.com. (5 de mayo de 2022); «Suben a 38 los muertos en ataque de Al Shabab contra base de la UA en Somalia», EFE. (5 de mayo de 2022); y «Somalie: le Conseil de Sécurité de l’ONU vote à l’unanimité pour une nouvelle force de paix», Le Figaro. (31 de marzo de 2022).
127 «Más de 55.000 refugiados somalíes huyen a Kenia por la sequía y el conflicto», Infobae.com. (8 de noviembre de 2022).
128 «Kenia y Somalia reabren su frontera tras doce años cerrada por los ataques de Al Shabab», Swissinfo.ch. (15 de mayo de 2023).
129 Sobre la fuerza regional EACRF véase «RDC: une manifestation contre la forcé régionale réprimé à Goma, dans l’est du pays», rtbf.be. (18 de enero de 2023).
130 «Beni: la sócieté civile alerte sur l’installation de plusieurs bastions des ADF dans des localités près d’Oicha»,
Politico.cd. (11 de abril de 2023).
131 «L’Afrique, zone de croissance exponetielle du groupe EI», Lalibre.be. (19 de julio de 2022).
132 Militants kill at least 40 villagers in east Congo attacks», Reuters. (30 de agosto de 2022).
133 «El EI reivindica un ataque en la República Democráticas del Congo con al menos 23 muertos», Agencia EFE. (23 de enero de 2023).
134 «Islamic State group claims deadly attack in est DR Congo», France24.com. (23 de enero de 2023).
135 Le Bihan, Jeanne: «Cinq questions pour comprendre la menace que font peser les ADF dans l’est de la RDC», Jeune Afrique. (21 de marzo de 2023) y «IS claims responsibility for killing 10 people est of DR Congo», Reuters. (19 de marzo de 2023).
136 «RCD: au moins six morts dans une attaque des ADF en Ituri (NE)», Africaradio.com. (2 de mayo de 2023) y
«RDC. Plus de 150 morts en deux semaines en Ituri, selon l’ONU», Africaradio.com. (18 de abril de 2023).
137 «Mozambique Gas Baoumza in Limbo as Islamist Insurgency Simmers», BNNBloomberg.com. (3 de abril de 2022).
138
139 «Borrell se reúne con el Presidente de Somalia y cierra su gira africana», msn.com. (12 de septiembre de 2022).
140 «L’Afrique, zone de croissance exponentielle op cit.
141 «Mozambique alerta de la presencia de ‘terroristas’ entre los desplazados para obtener comida e información»,
Europa Press. (9 de marzo de 2022).
142 «Asesinada una monja italiana en un ataque en el norte de Mozambique», Europa Press. (7 de septiembre de 2022).
143 Feijó, Joao: «The Return to Cabo Delgado: Gas, War and Emergence of Total Land», Africa Arguments. (9 de mayo de 2023) y «UNHCR Mozambique Cabo Delgado-Update. Internal Displacement Response-February 2023», Reliefweb.int. (23 de abril de 2023).
144 «Japan Wows To Help Mozambique Fight Terrorism», Barrons.com. (4 de mayo de 2023).
145 Nhamirre, Borges: «Cabo Delgado: two years since the Palma invasion», Africa ISS. (3 de abril de 2023).
146 Fabricius. Peter: «Are red flags about IS in South Africa alarmist?», Africa ISS. (11 de noviembre de 2022).
147 «La embajada de los EEUU en Suráfrica ha dado dos veces la voz de alarma sobre el terrorismo en el país», The Conversation. (10 de noviembre de 2022).