Argelia solicita la intervención de la Unión Europea en la crisis con Francia

La economía argelina no puede permitirse mantener las tensiones diplomáticas con importantes potencias europeas como Francia y España, por lo que ha solicitado a la Unión Europea que intervenga a través del director general de la Unión Europea para Oriente Medio y el Norte de África, Stefano Sannino.
Los principales círculos políticos cercanos al Gobierno de Abdelmadjid Tebboune temen que la desconfianza crezca entre los países occidentales, como ya sucediera con el rechazo de potencias, en teoría aliadas, como Rusia y China después de que rechazasen la entrada de Argelia a los BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica), bloque económico que rivaliza con occidente.

La inquietud que ronda en el Gobierno se centra en la posibilidad de que Europa busque socios en materia energética, lo que podría tener consecuencias económicas muy graves para el país argelino. Un problema que se agrava debido a los rechazos por parte de Estados Unidos y su fuerte alianza con Marruecos.
En una reunión entre Stefano Sannino y el secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lounas Mokriman, en la sede del Ministerio en Argel, debatieron el futuro de las relaciones entre el bloque europeo y Argelia. Tras el encuentro Sannino hizo hincapié en la importancia que tiene la lucha antiterrorista argelina para Europa, y en la búsqueda de unas relaciones win-win.
En el mismo viaje oficial, el responsable europeo mantuvo además varias reuniones con altos funcionarios argelinos, incluido el secretario de Estado del ministro de Energía a cargo de las Energías Renovables, Noureddine Yassa. La reunión se centró en las formas de fortalecer la asociación estratégica en el campo de las energías nuevas y renovables.

Grandes pérdidas económicas
Sin embargo, la crisis entre Francia y España, con Argelia, especialmente, en materia de migración y de lucha contra el terrorismo, podría frenar los deseos transmitidos por Sannino de intervenir en las relaciones entre la Unión y Argelia.
Esto se debe principalmente a que, tanto España como Francia han solicitado a las instituciones europeas ayuda para presionar al Ejecutivo argelino para que revierta parte de las medidas de paralización en el comercio bilateral y, en el caso de Francia, para que se auditen todos los acuerdos con el país argelino en cuanto a materia migratoria.

Desde el Gobierno de España, estiman que los bloqueos en el comercio con Argelia han supuesto la pérdida de más de 3.000 millones de dólares para empresarios españoles y argelinos.
En cambio, el Ministerio de Economía francés señaló que las pérdidas en el sector agrícola tras el detenimiento de las importaciones de trigo han supuesto no solo grandes pérdidas, sino que un aumento considerable de los precios y de inquietud empresarial para las compañías argelinas que trabajaban con París.

Pero, de puertas para dentro, el presidente argelino declaró que las nuevas consultas con diplomáticos europeos tienen como objetivo promover los intereses argelinos, pero no el de resolver los desacuerdos con países como Francia y España, por lo que proyectos europeos con Argelia, enmarcados en la nueva Carta del Mediterráneo de la UE, en el sector energético podrían peligrar como el proyecto Medlink y el SOT H2 Corridor; o los planes de desarrollo energético renovable como el proyecto Takat Ashi.