El presidente de Argelia ha mantenido una conversación telefónica este lunes con su homólogo ruso para fortalecer su asociación en varias esferas

Argelia y Túnez mueven ficha en el tablero libio

AFP / HO / SERVICIO DE PRENSA DE LA PRESIDENCIA - Fotografía de archivo. El presidente argelino Abdelmadjid Tebboune, recibe a su homólogo tunecino Kais Saied en la capital Argel el 2 de febrero de 2020

El petróleo es y ha sido siempre la codiciada riqueza tanto en Oriente Medio como en el norte de África. El tan apreciado oro negro ha marcado la evolución de algunos de los conflictos más sangrientos del siglo XXI, como el de Libia. Los intereses geopolíticos de países como Rusia o Turquía y el desprecio de las complejidades del país han llevado a la nación norteafricana al borde del abismo. El conflicto que asola a esta nación es motivo de preocupación para países como Túnez o Argelia. Este lunes, los ministros de Asuntos Exteriores de ambas naciones han anunciado su intención de alcanzar un verdadero diálogo que garantice la estabilidad y la prosperidad en Libia. 

Durante este encuentro, el ministro argelino, Sabri Boukadoum, ha subrayado que las posiciones comunes de Argelia y Túnez sobre el tema libio “no tienen nada que ver con el petróleo o los intereses económicos”, de acuerdo con las declaraciones recogidas por la agencia de noticias TAP. Así, Boukadoum ha defendido que lo más importante para ambos líderes es “la estabilidad de Libia y el respeto de su integridad territorial”.  Al finalizar la reunión, el diplomático argelino ha asegurado tener esperanza en que los esfuerzos de Túnez y su país contribuyan a alcanzar un acuerdo político en Libia y ayuden a crear un “estado fuerte, unido y estable”.  “Salvar a Libia es nuestro deber por los lazos de vecindad y las relaciones históricas sólidas”, ha recalcado. 

El ministro de Exteriores de Argelia Sabri Boukadoum durante la reunión en Argel, Argelia, el 23 de enero de 2020.

Por su parte, su homólogo tunecino Noureddine Erray ha asegurado que “se puede afirmar que Túnez y Argelia son los únicos dos estados que no tienen agenda en Libia”. En su discurso ha señalado que su intención es restaurar la unidad y la estabilidad de Libia a través de soluciones pacíficas y consensuadas entre los propios libios. “El caso de Libia es delicado y afecta directamente a la seguridad nacional de nuestros países”.  Además, ha destacado que la reunión fue una “oportunidad” para hablar sobre la cuestión palestina, “una causa importante para la nación árabe”. “Túnez y Argelia trabajarán seriamente para defender los derechos del pueblo palestino y para hacer frente a todos los intentos israelíes de socavar la legitimidad internación al”, ha agregado. 

En lo que respecta a la acción árabe conjunta ha hecho hincapié en que ambos países consideran que este sistema necesita una reforma profunda que le permita hacer frente a los desafíos actuales. El presidente de Túnez, Kais Said, también se ha reunido este lunes con el ministro de Asuntos Exteriores de Argelia para analizar la situación en la región, particularmente en Libia.  Esta visita ha tenido lugar en un contexto de tensión regional, provocado por la intervención extranjera en el conflicto libio y la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. 

Este encuentro se ha producido apenas una semana después de que el ministro de Comercio argelino, Kamel Rezig, recibiese en Argel a los embajadores de Túnez y Portugal para analizar distintas maneras de cooperación, según un comunicado publicado por el ministerio. Durante su reunión con el embajador tunecino, Rezig indicó que las relaciones comerciales entre Argelia y Túnez “han experimentado un desarrollo notable que se refleja en el volumen del comercio entre los dos países”. En junio, el presidente argelino manifestó su intención de crear una alianza con Túnez y Egipto para encontrar una solución a la guerra civil que asola a la nación norteafricana.

Argelia y Túnez han reforzado sus relaciones bilaterales para hacer frente a la inseguridad provocada por el conflicto libio. Además de las tropas leales a Haftar y a Fayez Sarraj, en esta fuera participan una serie de actores como las redes de crimen organizado o las milicias armadas.  Esta situación se recrudece por la porosidad de las fronteras y la inseguridad estructural presentes en la región. Todo ello ha favorecido la aparición de una economía de guerra de la que se benefician amplios sectores de la población, grupos de crimen organizado o redes de terrorismo. 

La pobreza e inseguridad alimentaria, el subdesarrollo o la corrupción se han instalado a las puertas de estos dos países.   A estos acontecimientos hay que añadir las crisis multidimensionales provocadas por el terrorismo y el crimen organizado transnacional. Tanto Argelia como Túnez temen que este conflicto aumente las fragilidades y tensiones presentes en la región y que estas amenazas se vean multiplicadas por la presencia de potencias extranjeras.  Por esta razón han reclamado su lugar en el tablero libio y han insistido en que el futuro de la nación norteafricana solo lo pueden decidir los propios libios.  

Un miembro de las fuerzas gubernamentales se dirige al frente de la línea de fuego sobre un vehículo militar desde Misrata, Libia, el 3 de febrero de 2020
Rusia y Argelia: ¿socios o competidores?

En este escenario, el presidente de Argelia Abdelmadjid Tebboune ha mantenido una conversación telefónica este lunes con su homólogo ruso. Los dos líderes han confirmado su intención de fortalecer aún más la asociación estratégica ruso-argelina en varias esferas, incluida la coordinación en el mercado mundial del petróleo con respecto al acuerdo de la OPEP + y la cooperación en la lucha contra la pandemia de coronavirus, de acuerdo con un comunicado oficial emitido por el Kremlim. 

Asimismo, tanto Tebboune como Putin han mostrado su preocupación por los últimos eventos ocurridos en Libia y han señalado la necesidad de consolidar los esfuerzos internacionales para alcanzar una solución a este conflicto a través de medios políticos y diplomáticos. Los dos jefes de Estado han decidido intensificar su actuación para “facilitar el establecimiento de la paz y la seguridad” de la nación norteafricana. La capital de Argelia pretende asumir el papel de mediador entre las partes beligerantes en el conflicto libio, una guerra que amenaza a la estabilidad regional. 

El Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés) – liderado por el mariscal de campo Jalifa Haftar -- cuenta con el apoyo de Jordania, Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Sudán y Rusia; mientras que el Gobierno de Trípoli, respaldado por los Hermanos Musulmanes y reconocido internacionalmente por Naciones Unidas, recibe ayuda militar de Turquía y Qatar. En este complejo escenario, el país presidido por Recep Tayyip Erdogan ha advertido de que no habrá alto el fuego hasta que Haftar se retire. 

Libia se ha convertido en una guerra de legitimidad y en una guerra por controlar los recursos naturales que existen en el país, en concreto el petróleo. El oro negro ha sido otro de los protagonistas de la reunión mantenida entre Putin y su homólogo argelino. Durante la conversación han discutido sobre el papel de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). “Ambos líderes han acordado continuar con las consultas y la coordinación con los miembros de la OPEP y sus socios para la estabilización del mercado internacional de petróleo”, han establecido en un comunicado oficial al que ha tenido acceso el digital Le 360. 

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, habla durante la reunión anual de la junta del Ministerio de Defensa de Rusia en el Centro de Control de la Defensa Nacional

La alianza OPEP+, responsable de cerca del 60 % de la producción mundial de crudo, acordó a principios del mes de junio extender el recorte de sus suministros, por un total de 9,7 millones de barriles diarios (mbd). A lo largo de esta semana, los miembros de esta alianza se reunirán para evaluar “las condiciones del mercado energético, los niveles de producción y el cumplimiento del acuerdo”. 

Tebounne y Putin también han hablado sobre la pandemia del coronavirus.  Argelia ha registrado este lunes su mayor número de contagios, obligando al Gobierno a imponer nuevas medidas para restringir la movilidad en al menos 29 provincias del país, incluida la capital, Argel. Por su parte, la pandemia de la COVID-19 ha dejado durante las últimas 24 horas en Rusia 6.248 casos nuevos y 175 muertos, elevando la cifra a más de 739.000 personas contagiadas y alrededor de 11.600 víctimas mortales.  En esta reunión, el presidente ruso ha vuelto a invitar al presidente argelino a Rusia, aunque por el momento no se ha establecido fecha para este encuentro. 

Las relaciones diplomáticas entre Rusia y Argelia han ido cambiando a lo largo de los últimos años. Sin embargo, uno de sus mejores momentos que en 2006, cuando se anunciaron importantes acuerdos sobre la venta de armas rusas a Argelia, así como un arreglo de la deuda del país norteafricano con el gigante ruso, explicaba por aquel entonces el think tank Middle East Policy Council. Durante los años posteriores estas relaciones se fueron enfriando. No obstante, el petróleo y la pandemia del coronavirus han vuelto a acercar a dos naciones que, en estos momentos, juegan un rol fundamental en el desarrollo del conflicto libio. 

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