El grupo insurgente hutí, respaldado por Irán y uno de los principales actores involucrados en la guerra de Yemen, ha reivindicado el ataque con drones contra la zona de Mussafah, el área industrial de Abu Dabi, próxima a los depósitos de la Compañía Nacional de Petróleo (ADNOC). El ataque provocó la explosión de tres tanques de combustible y un incendio en una zona en construcción del aeropuerto internacional emiratí. Asimismo, esta zona industrial se encuentra cerca de la base aérea de Al-Dhafra, que alberga tropas estadounidenses y francesas El incidente ha causado la muerte de al menos tres personas, un ciudadano pakistaní y dos ciudadanos indios. Por otra parte, 6 personas resultaron heridas, según informó WAM.
"Las autoridades competentes iniciaron una extensa investigación sobre la causa del incendio y las circunstancias que rodean", explicó la agencia de noticias emiratí. Por el momento, las investigaciones preliminares señalan “pequeños objetos voladores, posiblemente drones” como los causantes de las explosiones y el incendio.

El portavoz militar de la milicia hutí, Yahya Saree, anunció que el grupo había lanzado un ataque “en lo profundo de los Emiratos Árabes Unidos”. “Se publicará próximamente un comunicado importante en el que se anunciará una operación militar precisa en EAU”, declaró Saree.
No es la primera vez que los hutíes atacan intereses emiratíes. A principios de mes, un barco de Emiratos fue secuestrado por los rebeldes en la costa de Hodeida. A pesar de que los hutíes publicaron imágenes donde se mostraba que el buque transportaba material militar, la coalición internacional dirigida por Riad aseguró que el barco llevaba “un hospital de campaña saudí” desde la isla de Socotra, en Yemen, en el océano Índico, hasta Jazan, en el sur del Reino.
Este tipo de ataque contra Emiratos no es común, ya que los rebeldes chiíes suelen centrarse en su vecino del norte, Arabia Saudí. El Reino ha sido objeto de ataques fronterizos con misiles y aviones no tripulados. No obstante, los hutíes anunciaron ataques contra Abu Dabi en 2017 y en 2018, aunque las autoridades emiratíes desmintieron las informaciones. Por otra parte, tal y como señala, Torbjorn Soltvedt, analista de la empresa de inteligencia de riesgos Verisk Maplecrof, el ataque contra el corazón industrial de Abu Dabi “se produce solo unos días después de que grupos respaldados por Irán amenazaran con atacar a Emiratos en respuesta a la supuesta interferencia de los emiratíes en la política iraquí”. Soltvedt, en declaraciones recogidas por periódico británico The Guardian, sostiene también que, al menos que los estados del Golfo Pérsico encuentren una solución para disipar las tensiones regionales, “seguirán siendo vulnerables a los ataques”.

Emiratos Árabes Unidos, aunque disminuyó su presencia militar en Yemen en 2019, continúa formando parte de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí. Recientemente, la alianza que respalda al Gobierno de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi y sus aliados yemeníes han arrebatado a los hutíes la región de Shabwa, rica en petróleo. Los hutíes amenazaron a Emiratos tras este avance. El portavoz de los insurgentes aseguró en Twitter estar "totalmente preparado" para enfrentarse a la escalada "del enemigo emiratí". Asimismo, la semana pasada, el general Turki Al-Maliki, portavoz de la coalición militar, anunció una nueva operación en el país contra los rebeldes “en todos los frentes”.
Paralelamente, las Brigadas de los Gigantes, unidades respaldadas por Emiratos, se dirigen a Marib, actual foco de la guerra de Yemen. Estas tropas de élite, conocidas como al-Amaliqah en árabe, forman parte de las Fuerzas Conjuntas o Fuerzas Nacionales de Resistencia (NRF), grupos paramilitares yemeníes que reciben apoyo emiratí.

Además de las Brigadas de los Gigantes, que tuvieron un papel fundamental en la conquista de Shabwa, las NRF están integradas por los Guardianes de la República y la Resistencia Tihama. Según detalla ACLED (The Armed Conflict Location & Event Data Project), la Brigada de Gigantes “Al Amaliqah” es el componente más grande de la NRF y reúne entre 20,000 y 28,000 combatientes. De entre sus miembros más destacados se encuentran Abdulrahman (Abu) Zarah Mahrami y Hamdi Shukri al Subaihi. “Sus combatientes son predominantemente yemeníes del sur, en su mayoría salafistas, incluidos algunos que fueron expulsados de Dammaj en Sadah por los hutíes en enero de 2014, y miembros de tribus de la región de Yafa”, explica la organización no gubernamental que se encarga de analizar, describir y explorar conflictos y sus actores.