El terrorismo en Afganistán no ha hecho más que irrumpir. Al menos dos personas han fallecido y 19 personas han resultado heridas tras un nuevo atentado cometido en el este de Afganistán. Este ataque sería “el primer gran atentado” que se produce en suelo afgano, después de la retirada de las tropas estadounidenses finalizada el 31 de agosto.
El atentado bomba se ha producido durante la mañana del sábado en la ciudad de Jalalabad, capital de la provincia oriental de Nangarhar. Entre las víctimas, sólo tres de los heridos son civiles. El resto son talibanes que se habrían mantenido desplegados en la ciudad “para mantener la seguridad”, según ha relatado una fuente anónima a EFE.
Este atentado se produce después de otra explosión registrada en Kabul tras la detonación de una bomba magnética en el este de la capital, sin causar víctimas, según señalan oficiales de la policía talibán.
Estas explosiones se enmarcan dentro de los primeros atentados de una importante envergadura desde que los talibán tomaron el control del país con la caída de Kabul y la consiguiente huida del expresidente Ghani.
Los atentados de agosto se produjeron en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul después de que dos explosiones acabasen con la vida de 183 personas, la mayoría civiles, y provocasen cientos de heridos.
La zona de Nangarhar constituye una de las principales zonas de operaciones del Daesh en Afganistán. Durante los últimos años la región ha sido escenario de números enfrentamientos entre los terroristas, grupos talibán y tropas afganas y extranjeras.
Sin embargo, la lucha contra el terrorismo en la zona no ha sido suficiente. Células operativas del Daesh siguen amenazando importantes partes del territorio y ahora se han convertido en la principal amenaza de los talibán, que tratan de desligarse de cualquier atentado terrorista para seguir contando con la validación internacional.
Estos ataques pueden suponer el inicio de una campaña de terror en el país más prolongada en el tiempo. Tras la propagación de este tipo de terror, los terroristas buscarían sembrar todavía más el caos en el país y dotarlo de una fuerte inseguridad.
