La periodista y corresponsal María Senovilla analizó la última hora del conflicto ucraniano en los micrófonos del programa “De cara al mundo” de Onda Madrid

Cada año de guerra supone 75.000 millones de euros para la reconstrucción en Ucrania

Los bomberos apagan un incendio mientras los expertos de la policía buscan fragmentos de misil en un cráter en una zona industrial de la capital ucraniana de Kiev, después de un ataque masivo con misiles durante la noche a Ucrania el 21 de septiembre - AFP/SERGEI SUPINSKY
Los bomberos apagan un incendio mientras los expertos de la policía buscan fragmentos de misil en un cráter en una zona industrial de la capital ucraniana de Kiev, después de un ataque masivo con misiles durante la noche a Ucrania el 21 de septiembre - AFP/SERGEI SUPINSKY

Otro año más, la Conferencia sobre Seguridad de Múnich concentró su atención en la situación en Ucrania y cómo repercute a nivel internacional. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, participó en Múnich con el objetivo de evitar que se relaje la ayuda económica y militar de Estados Unidos y de la UE (Unión Europea). Un asunto que fue tratado por la periodista y corresponsal María Senovilla en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid.  

En Múnich, se prestó especial atención a la información desvelada por la pregunta de un congresista al Gobierno de Washington sobre el desarrollo ruso de un sistema de armas nuclear a instalar en el espacio con el objetivo de destruir satélites occidentales.  

Moscú responde que es una estrategia para superar el veto republicano al paquete de ayuda para Ucrania, todo en previsión de que Donald Trump pueda volver a la Casa Blanca. Mientras, Advidka podría estar a punto de caer: las tropas ya han entrado en la ciudad y hay combates urbanos. 

En varios distritos ya se han registrado esos combates, y ahora intentan contener a las tropas rusas tanto la 3 Brigada de Asalto ucraniana como la 110 Brigada, que han hecho un trabajo magnífico en defensa. Pero lo cierto es que el “embolsamiento” ruso cada vez se cierra más, y viendo los mapas de situación parece que los ucranianos tendrán que salir de la ciudad.  

Ya está claro que en Avdivka no se va a presentar batalla de la misma forma que se hizo en Bajmut, esa batalla frontal que costó decenas de miles de vidas. Aquí esa proporción de bajas es mucho menor, aproximadamente por cada ucraniano que muere, mueren 13 rusos. Pero, aun así, es un precio el que se está pagando, obviamente, y las tropas ucranianas ya tendrán en mente una ruta de evacuación.  

Hay también efectivos ucranianos dentro de las instalaciones de la planta de coque, que recuerdan a aquel momento en Azovstal, cuando se hicieron fuerte allí las tropas de Azov. Aquí también hay militares de la 3 Brigada ahora. Es una ciudad que recuerda un poco a la batalla de Bajmut y también a la de Azovstal en ese sentido. Llevan meses defendiéndola casi sin medios, porque en comparación con la cantidad de armamento, de munición y de gente que tiene el Ejército ruso, los ucranianos tiene muy poco. Están haciendo un gran y un inteligentísimo esfuerzo defensivo, intentando que se produzcan las menos bajas posibles. 

Hace meses se dijo que a la ciudad le quedaban pocas semanas, de momento estamos en febrero y siguen resistiendo, pero una vez que han empezado ya los combates urbanos y que ya esas tropas rusas han entrado en la urbe, parece que va a ser cuestión de poco tiempo que Avdiivka caiga.  

Lo más preocupante es que habría entre 900 y 1000 personas civiles en la ciudad. No tengo ni idea de cómo estarán viviendo ahora, porque la última vez que estuve allí fue octubre y aquello ya estaba destrozado. Imagino que esa gente estará viviendo en sótanos, pero allí no hay ni electricidad, ni gas, ni calefacción, ni agua corriente, ni está entrando ayuda humanitaria por ese embolsamiento que están haciendo las tropas rusas y los continuos bombardeos, porque el asedio es día y noche desde hace semanas. 

Expertos en explosivos militares ucranianos examinan el sitio de un hotel destruido tras un ataque con misiles en Kharkiv, el 11 de enero de 2024, en medio de la invasión rusa de Ucrania - AFP/SERGEY BOBOK
Expertos en explosivos militares ucranianos examinan el sitio de un hotel destruido tras un ataque con misiles en Kharkiv, el 11 de enero de 2024, en medio de la invasión rusa de Ucrania - AFP/SERGEY BOBOK

María, se han registrado movimientos militares ucranianos contra la flota rusa y también oleadas de ataques rusos en varios puntos de Donetsk, como Bajmut, ¿no? 

En el norte de Donetsk entero se han intensificado esos ataques rusos, aquí en Kramatorsk llevamos tres días en los que las sirenas antiaéreas no paran. Hace dos días hubo un bombardeo cerca de las vías del tren, y también atacaron varios almacenes de la zona industrial con misiles S-300. Y se están produciendo ataques aéreos con bombas guiadas en diferentes ciudades. En un pueblo no demasiado alejado de Kramatorsk, el otro día mataron a una mujer embarazada, a un niño y a otra persona mayor en uno de esos ataques. Ha habido días de registrarse nueve, quince muertos, y decenas de heridos. Es como una oleada de ataques en todo el norte de Donetsk, incluidas todas las localidades que están en la retaguardia del frente de combate de Bajmut. Y son oleadas de ataques que se producen a cualquier hora: pueden ser por la noche, y también durante el día. 

Tropas del Ejército ucraniano a la entrada de Bajmut, tras meses de bombardeos rusos - PHOTO/ARCHIVO
Tropas del Ejército ucraniano a la entrada de Bajmut, tras meses de bombardeos rusos - PHOTO/ARCHIVO

María, has estado visitando algunos pueblos en el sur de Izyum que estuvieron ocupados. Hay quien ya está calculando lo que podría costar la reconstrucción de Ucrania. Repíteme la cantidad porque la estimación de la ONU es altísima, 487.000 millones. 

Es una estimación tras una evaluación de daños que han hecho de forma conjunta el Gobierno de Ucrania, el Banco Mundial, la Comisión Europea y las Naciones Unidas, y los resultados que han recogido son desoladores: 487.000 millones de euros y una década de tiempo van a ser necesarios para reconstruir Ucrania. Y suponemos que no quedará como estaba, pero por lo menos para que pueda volver la vida.  

En este informe se dice también que el año pasado, por estas mismas fechas, eran necesarios 411.000 millones. Es decir, que cada año más de guerra en Ucrania le cuesta 75.000 millones en daños, en destrucción que comete Rusia impunemente contra, sobre todo, ciudades, objetivos civiles.  

Hablamos de que el 10% del parque de viviendas de Ucrania está destruido. Una destrucción que se concentra en zonas como la parte oriental, donde buena parte de las escuelas, hospitales, universidades o bibliotecas en muchos casos han quedado reducidas a escombros.  

Y de forma más inminente, antes de pensar en reconstruir esos edificios, el informe advierte que en 2024 se necesitarán 15.000 millones para necesidades básicas y que la gente pueda seguir viviendo y no se produzcan más desplazados internos. Porque, aunque no se pongan ahora a reconstruir, sí que hay que acometer arreglos para devolver el suministro eléctrico, para devolver el suministro de agua corriente, para devolver el suministro de calefacción, los servicios básicos y el transporte a pueblos como los que he visitado en regiones que estuvieron ocupadas. 

En la zona de Izyum (Járkiv) –que fue liberada en otoño de 2022– aún no han podido volver a la normalidad. Hay muchos pueblos que están completamente destruidos, donde ya no queda gente viviendo porque no hay ni un solo edificio que esté sano. En uno de los que visité esta semana, de 12.000 personas quedan viviendo aproximadamente entre 1.000 y 1.200. Han conseguido volver a conectar la electricidad después de año y medio, pero todavía no tienen calefacción, todavía no tienen agua. Dependen de la ayuda humanitaria para poder sobrevivir. Y es que, un último dato, en estos momentos en Ucrania el 40% de la población depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir. 

Mandel NGAN / AFP - El presidente estadounidense, Joe Biden, le da la mano al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la Oficina Oval de la Casa Blanca
El presidente estadounidense, Joe Biden, le da la mano al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la Oficina Oval de la Casa Blanca - Mandel NGAN / AFP

Diplomáticamente se busca que se mantenga la ayuda occidental a Ucrania, ¿qué valoración se hace sobre el terreno? 

Está todo el mundo pendiente de Estados Unidos, sobre todo de las elecciones que van a tener lugar en noviembre, pero también pendientes de la ayuda. Lo tienen todo en cuenta. Precisamente por eso Zelensky ha adoptado la estrategia, que ya hemos comentado en estos micrófonos con anterioridad, de enfocarse ahora en los países de la Unión Europea. Se han anunciado acuerdos con el primer ministro de Reino Unido, también con Alemania, con Francia; y se han prometido tanto armamento como munición. 

Es una decisión inteligente porque, mientras ese paquete de ayuda está bloqueado en el Congreso estadounidense, los países europeos que empezaron a ayudar ya desde diciembre se están empezando a firmar acuerdos bilaterales. Es un acierto por parte de Zelensky que lo alimente, que lleve a cabo esas giras de marketing, por llamarlas de alguna manera, que se le dan muy bien al presidente ucraniano, y que intente conseguir lo máximo posible hasta que finalmente se aprueben esos grandes paquetes de ayuda.  

Aquí, cuando vas al frente de combate, los soldados te preguntan siempre de qué nacionalidad eres. Te agradecen la ayuda que les estás dando en cuanto dices que eres de Europa. Ellos son muy conscientes del soporte que está viniendo de todos los países, o de casi todos los países de la Unión Europea. Cuando les preguntas por el tema de Estados Unidos, ya te digo, la preocupación de que ese gran paquete militar y económico se desbloquee está presente, pero también la preocupación de qué va a pasar de cara a las elecciones. Ellos son conscientes de que ahora mismo Estados Unidos tiene también cuestiones internas que abordar, y son bastante realistas.