Condenado en España un miembro del Daesh por adoctrinamiento terrorista
Monni Ahmed Merhba, alias “Ismail”, ha sido condenado a dos años de cárcel y 5 de libertad vigilada por la Audiencia Nacional por su incitación al terrorismo, aunque la Fiscalía pedía para él 4 años de cárcel.
Desde agosto de 2019, Ismail de origen saharaui, animaba a grupos en las redes sociales a la yihad a través de textos e imágenes extremistas y dónde expresaba su adhesión ideológica al Daesh. También reconocía su odio hacia España, a la que calificó de "tierra de infieles ", según el fiscal. Por otro lado, el condenado estaba en contacto a través de Facebook con otros supuestos yihadistas que se encontraban en zonas de conflicto.
Además, durante el juicio se ha revelado el contacto que había tenido con Yassin al-Bar quién fue detenido el mismo día que el condenado en Suiza. Yassin había ido a Siria a luchar con el Daesh y posteriormente regresó a Suiza. Ismail le ofreció ayuda si decidía instalarse en España, aunque no se ha concretado qué tipo de ayuda.
Por otro lado, Merhba afirmaba ser miembro de la organización terrorista "Daesh en el Gran Sahara"(EIGS) y mostraba con orgullo que había tenido con anterioridad contacto con comunicación con su ex dirigente del EIGS, Adnan Abu Walid al-Sahraoui, asesinado por el ejército francés en agosto de 2021. El líder del EIGS era al igual que Ismail de origen saharaui.
Daesh actúa desde 2015 en el Sahel, principalmente en Mali, Níger y Burkina Faso dónde ha asesinado a miles de civiles y militares. El terrorismo en el Sahel está ganando cada vez más adeptos ante unos países que no pueden hacer frente a las necesidades económicas y sociales de la población. Estos países, que se encuentran entre los más pobres del mundo y que carecen de servicios básicos de calidad, como la educación, sean un caldo de cultivo perfecto para que jóvenes desesperados ante la falta de un futuro simpaticen con los mensajes radicales y se alisten en sus filas a cambio de dinero. Estas naciones precarias, que sufren constantes crisis políticas y económicas no pueden controlar sus inmensas fronteras y el auge de la radicalización en sus territorios, a pesar de estar siendo ayudados por ejércitos extranjeros como las fuerzas armadas francesas. La radicalización no solo se centra en esos tres países del Sahel si no que se existe también en el Magreb. Esta cercanía con las fronteras europeas, principalmente las de Ceuta y Melilla que se encuentran en el continente africano, puede hacer que los terroristas consigan atentar en algunos países europeos que consideran infieles como ha ocurrido con anterioridad en países como España o Francia. Así, en 2017, Daesh reivindicó la autoría de los atentados que tuvieron lugar en Cambrils.
Sin embargo, en Occidente, estos últimos años, la radicalización se está produciendo a través de las redes sociales principalmente. Los grupos radicales islamistas han promovido las redes sociales y Whatsapp para captar a lobos solitarios que puedan hacer atentados individualmente y así poder pasar desapercibos ante la policía más fácilmente. Asimismo, según el Real Instituto Elcano, el 10% de todos los yihadistas condenados o muertos en España en los últimos años se han radicalizado en prisión.
Desde los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, en España se ha arrestado a más de 1000 supuestos yihadistas. Sin embargo, la Audiencia Nacional solo ha dictado 300 condenas y alrededor de un centenar se encuentran en prisión en estos momentos, por lo que la mayoría de las personas detenidas han sido absueltas o su caso ha sido archivado.
