Donald Trump instaura la incertidumbre en Ucrania

María Senovilla pasó por los micrófonos del programa “De cara al mundo” en Onda Madrid sobre la reacción de Ucrania ante la victoria de Donald Trump 
<a href="https://depositphotos.com/es/?/">Depositphotos</a> - Mujer ucraniana en una manifestación
Mujer ucraniana en una manifestación - Depositphotos

La reportera y periodista María Senovilla, colaboradora de Atalayar, analizó en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid cómo afectará la victoria de Trump en la guerra de Ucrania. Además, consideró los continuos bombardeos contra objetivos civiles. 

¿Cuál es el ambiente que se respira en Kiev tras anunciarse la victoria de Donald Trump? 

Tal y como se anunciaba que el candidato republicano iba a volver a ocupar la Casa Blanca, la incertidumbre se instalaba en todos los hogares ucranianos. Kiev amaneció más silenciosa. El semblante de la gente que iba a trabajar, que pasaba por la calle, era más serio. Había una especie de halo de pesimismo que lo envolvía todo. Yo estuve recogiendo testimonios a pie de calle y el desconcierto era palpable. 

Sorprende lo informados que estaban los ucranianos, no solo del resultado electoral, sino del funcionamiento del sistema político estadounidense, de esa composición de las cámaras. Y muchos de ellos se aferraban a la esperanza de que no todos los republicanos iban a dar la espalda a Ucrania y que no se detendría el envío de ayuda militar. 

Pero la mayoría, coincidía en la idea de que Ucrania y la guerra de Ucrania van a entrar en una nueva fase a partir de ahora. Así lo aseguraba Oleksiy, un informático de Kiev, que no se ha movido de la capital durante toda la guerra. “Cuando me enteré de la victoria de Trump, pensé que estábamos en una nueva etapa, una fase de inestabilidad, que puede ser muy buena o puede ser muy mala. Ese fue mi primer pensamiento”, dijo Oleksiy. 

Otros aseguraban que habían sentido decepción, tristeza, que habían pensado en los miles de personas que habían muerto y, sobre todo, en los que aún estaban vivos en el frente de combate, en las trincheras, dependiendo de esa ayuda militar que envía Estados Unidos. Lo cierto, es que los ucranianos han tenido presentes estas elecciones desde hace muchos meses. Han seguido cada paso de la campaña electoral y cada encuesta, por lo que eran conscientes de que la balanza estaba más inclinada del lado de los republicanos en los últimos días. Así que no podemos hablar de sorpresa, pero sí de que la victoria de Trump ha sido un jarro de agua fría, por mucho que fuera predecible. 

Operarios públicos de Kiev trabajan para reparar el socavón que ha dejado los restos de un misil ruso - PHOTO/MARÍA SENOVILLA
Operarios públicos de Kiev trabajan para reparar el socavón que ha dejado los restos de un misil ruso - PHOTO/MARÍA SENOVILLA

Y con los ucranianos que has hablado, María, ¿qué piensan?, ¿qué creen que va a pasar a partir de ahora con Trump en la Casa Blanca? 

También Oleksiy hablaba sobre lo que esperaban de esta nueva etapa y la conclusión es que no hay término medio. Escuchamos sus declaraciones. Dice Oleksiy, “Estoy simplificando mucho, pero pienso que podrían darse dos escenarios diametralmente opuestos. Podemos ganar en un mes o podemos morir todos aquí”. La gente también citaba las palabras de Trump, esa promesa o amenaza, porque los ucranianos no saben bien cómo interpretarlo, de que acabará con la guerra en 24 horas. 

Y a ese respecto me decían que, si acabar con la guerra supone capitular y regalar a Rusia todos los territorios ocupados, eso no va a traer paz al país. Algunos apuntaban que no podían aceptar que esas decenas de miles de muertos hubieran muerto para nada. Otros iban un paso más allá y afirmaban que se desataría una guerra civil interna si eso sucedía. 

Otra de las personas que entrevisté, que era soldado veterano, a él lo habían herido en el frente de Bajmut y se estaba recuperando ahora, él me recordó que había varios cientos de miles de soldados ucranianos entrenados y armados que no estaban de acuerdo en regalar el 18 % de Ucrania a Rusia y que se podrían levantar en armas si hacen las capitulaciones en esos términos. 

Hay mucha incertidumbre y tristeza de pensar que todo lo que han resistido y sufrido podría haber sido para nada, pero también mantienen ese espíritu combativo de no querer regalar su país a Rusia, por mucho que así lo diga Estados Unidos. Y un último apunte, porque muchos de los entrevistados coincidían también en que desconfiaban, como no podía ser de otra manera, de Rusia y de Putin, y que congelar ahora el conflicto sin garantizar la seguridad de Ucrania a largo plazo podría terminar con una nueva invasión aún más sangrienta, como sucedió, sin ir más lejos, en Chechenia. Lo que quieren es entrar en la OTAN como garantía y que puede que así una mayoría aceptase unas capitulaciones que no fueran del todo favorables para Kiev. 

Dron iraní Shahed - PHOTO/ARCHIVO
Dron iraní Shahed - PHOTO/ARCHIVO

María, mientras tanto, los bombardeos contra las ciudades, contra objetivos civiles en Ucrania han continuado, no han dado tregua los rusos. 

Esta semana han sido especialmente intensos. Durante el fin de semana, tuvimos aquí en Kiev un ataque continuado de 24 horas, con esos drones iraníes tipo Shahed, que vienen armados hasta con 50 kilos de explosivo, que no es el dron que tenemos todos en la cabeza que cabe en la palma de la mano. Son pequeños aviones que cuando impactan contra un edificio matan a la gente que hay ahí dentro, y además lo hacen por la noche cuando están durmiendo, no tienen ninguna oportunidad. 

Putin quiso celebrar la victoria de Trump con un nuevo ataque, el más intenso de los últimos meses. Lanzó contra Kiev más de 100 de estos drones suicidas. La mayoría se pudieron parar, pero otros no. Y en la pasada madrugada de nuevo ha reeditado ese ataque, que, además de drones, ha incluido misiles balísticos. Ha habido muertos en Odessa, en Zaporilla, en Járkov y aquí, en Kiev, solamente ha habido heridos, pero también infraestructuras dañadas. 

Parece que se intensifica cada semana que pasa el ritmo de los ataques, no sólo en el frente de combate, que es lo esperable, sino también en las ciudades, contra esos objetivos civiles, contra edificios residenciales, contra hospitales, contra escuelas, contra edificios de oficinas, donde la gente intenta seguir manteniendo esa economía a flote. 

Un apunte, se han sacado las cuentas y sólo hablando de drones Shahed, Rusia lanza un dron suicida contra Ucrania cada 25 minutos, de forma continuada, de día y de noche. A eso hay que sumarle las bombas planeadoras que están haciendo estragos, hay que sumar los misiles balísticos como los que lanzaba ayer, y hay que sumar, por supuesto, toda la artillería, que no sólo cae en el frente de combate, sino que cae también en las ciudades que están en la retaguardia, donde también viven personas civiles.