El Frente Polisario no cesa su furia contra activistas saharauis

La situación de la población saharaui es cada vez más alarmante debido a los continuos ataques y deshonores que soportan por parte del Frente Polisario. La disputa entre el Frente, auspiciado por Argelia, y Marruecos por la autonomía del Sáhara Occidental está llevando a la población local a escenarios de marginación y exclusión. De hecho, en muchos de los campamentos de refugiados no se están cumpliendo los mínimos requeridos por las Naciones Unidas en términos de Derechos Humanos, por culpa de las intrusiones del Frente en la vida de las personas.
Los constantes actos suscitados por el Frente Polisario están provocando las acciones de la Administración marroquí, quien, durante años ha priorizado la situación de la ciudadanía saharaui sobre la autonomía de la región, pues el Ejecutivo alauí considera más la vida de las personas que las decisiones territoriales. Desde 2019, ciudadanos de a pie, periodistas, activistas, blogueros e “influencers” han cargado con todo tipo de impedimentos para realizar su trabajo y sus tareas, siempre bajo la continua reprensión, bien siendo amenazados con el exilio, o bien con el encarcelamiento en recintos penitenciarios del Sáhara Occidental, como la prisión de Dhaibiya.

En los últimos días son 24 los jóvenes que, según informa el opositor Mahmoud Zeidan exiliado en España, fueron detenidos el 8 de abril en la ciudad costera de Dajla, por orden de la ministra del Interior del Frente Polisario, Meryem Salek H´Mada. De igual forma, la misma fuente reveló la existencia de planes para que otros campamentos “se movilicen en apoyo de las personas que viven en Dajla”, como señal de protesta y unión frente a los actos propiciados por el Frente Polisario.
El Foro de Apoyo a los Autonomistas de Tinduf (FORSATIN) reprobó y culpó a los cárteles, los traficantes de armas y las organizaciones terroristas de la región, de efectuar secuestros “a plena luz del día”. Al mismo tiempo, el Ejército argelino y las milicias del Polisario detuvieron a más activistas saharauis el 6 de abril, según notificó FORSATIN, quien no facilitó las cifras exactas del número de arrestados.

Las familias, mujeres y niños se han visto afectados, de manera desproporcionada, por parte de la gendarmería desde el comienzo del mes sagrado del Ramadán. En señal de protesta, atacantes no identificados aún por las fuerzas de seguridad, incendiaron el puesto de mando de la gendarmería de la ciudad de Dajla el 1 de abril, situado a una distancia de 200 kilómetros de la sede administrativa del Frente, en Rabouni. El incidente, según hizo público la formación de Apoyo FORSATIN, fue una respuesta al maltrato y torturas propiciadas por los oficiales a los saharauis en el campamento de Dajla.
Según adeptos al Frente Polisario, que intentan ocultar la participación de la dirección del Frente de Responsabilidad Política en la última ronda de detenciones, el fiscal general “no habría dado permiso” para llevar a cabo todas estas interpelaciones en el campo de Dajla.
Mismo “fiscal general” que se abstuvo sobre las demandas presentadas por los tres blogueros Mahmoud Zeidan, Moulay Abba Bouzeid y Fadel Breika, detenidos sin cargos durante varios meses en 2019 por unidades del Frente Polisario, el brazo armado de República Árabe Saharaui Democrática (RASD), por hacer públicos actos de corrupción en la cúpula del Polisario. Estos supuestos actos perpetrados por los detenidos fueron, a ojos del Frente, “una traición contra la nación, actos de agresión contra el Estado saharaui y sedición”.