El futuro hacia una Europa nueva
Democracia, participación ciudadana y defensa de los derechos fundamentales. Estos son los pilares principales que sostienen el proyecto de crear una nueva Europa, adecuada a los nuevos desafíos que demandan nuestro siglo. El nuevo proyecto de una Europa revitalizada y nueva forma parte del ambicioso designio de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, que tiene como fin construir un puente de unión entre las instituciones y la sociedad civil para que esta juegue un papel activo en su construcción.
En este sentido, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha dado luz verde a la señal de salida de la Conferencia. En esta línea Macron declaró en un Parlamento Europeo inusualmente vacío por la pandemia de la COVID que “nuestra democracia europea es de compromiso, de equilibrio, que es una virtud que debemos proteger, pero también es una debilidad cuando se ahoga en sus propios procedimientos”.
Estos procedimientos hacen referencia a una demanda que se ha ido prolongado y posponiendo hasta la actualidad. La falta de comunicación y escucha activa entre las instituciones europeos y las demandas sociales por parte de los ciudadanos han generado un espacio de distancia entre ambas partes que ha ocasionado que la ciudadanía europea no se sienta ni escuchada ni representada por los organismos europeos.
Ente aspecto, la Conferencia promete abrir un diálogo y formarse a partir de un procedimiento mixto entre los ciudadanos y las instituciones, de manera que las demandas se lleven a cabo desde abajo a arriba. Así, el pleno de la Conferencia estará formado por 433 miembros de los que 54 serán representantes de los Estados, 108 eurodiputados, 3 miembros de la Comisión, 18 miembros electos del Comité Económico y Social y del Comité de las Regiones y 108 parlamentarios nacionales a los que se sumarían 116 representantes de la sociedad civil.
La primera reunión de la asamblea plenaria tendrá lugar el sábado 19 de junio y contará con diez grupos temáticos. Además, se celebrarán cuatro paneles, cada uno de ellos compuesto por 200 ciudadanos, sobre diferentes temas. Del mismo modo, se han escogido las ciudades para acogerlos siendo, Florencia, Dublín, Maastricht y Natolin.
En esta línea, España acogerá el inicio de la Conferencia sobre el Futuro de Europa del 6 al 13 de mayo con motivo de la celebración de la Semana de Europa tras conmemorar el 9 de mayo la Declaración Schuman, discurso que consiguió sentar las bases de la Unión Europea para “contribuir a la paz mundial a través de realizaciones concretas”.
Además, la Conferencia contará con “paneles de ciudadanos” y propone un espacio online para todos aquellos ciudadanos europeos que quieran participar. En este aspecto, la presidenta Von der Leyen declaró el pasado marzo que “las expectativas de los ciudadanos son claras: quieren expresar su opinión sobre el futuro de Europa en asuntos que afectan a sus vidas. Nuestra promesa de hoy también lo es: les prestaremos oído y, a continuación, actuaremos”.
Ante esta nueva dinámica, los temas que se discutirán durante su transcurso van desde la defensa de la Democracia y los derechos fundamentales a la creación de una Europa “social, sostenible, creativa y próspera”. Junto a esto, el nuevo proyecto europeo quiere promover el rol de Europa en el mundo desde un enfoque de promoción de la paz, la estabilidad y la seguridad, además de fortalecer las relaciones internacionales.
En este aspecto, el espíritu de la Conferencia pretende “lograr una reflexión conjunta entre los miembros de la Unión sobre el funcionamiento de esta, los retos a los que nos hemos enfrentado, y las opciones de futuro”.
Así, la Conferencia anima activamente a los jóvenes a “participar y compartir sus ideas” para reforzar y accionar la presencia de estos en la construcción del nuevo plan europeo. En esta línea, la Conferencia es un ejercicio democrático que fomenta la apertura del debate público, abierto e inclusivo con los ciudadanos en relación con aspectos claves que deben responderse.
