El primer ministro libio viaja a El Cairo para fortalecer las relaciones con Egipto
El recién elegido primer ministro de Libia, Abdul Hamid Dbeibah, viajó este jueves a El Cairo para reunirse con el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi y poner en común futuras políticas de ambos países. Dbeibah mostró un gran agradecimiento al país vecino por su intenso apoyo contra los movimientos extremistas y las organizaciones terroristas durante los tiempos tan complejos que atraviesa el país que lidera.
El comunicado oficial emitido por la Oficina de la Presidencia egipcia habla de la firme intención de sendos gobiernos de establecer una asociación integral. Por su parte, al-Sisi felicitó al primer ministro por haber conseguido ganarse la confianza del Foro de Diálogo Político Libio (FDPL) celebrado el pasado 5 de febrero en la ciudad suiza de Ginebra. Algo que, dice, supone un gran impulso para su país gracias a la importante cohesión que les va a proporcionar un nuevo gobierno unido y renovado en el que el único objetivo sea mejorar la situación del pueblo libio.
El presidente de Egipto también quiso hacer referencia al afán de su país de continuar apoyando a Libia e ir un paso más allá. Estrechar relaciones entre ambos estados se encuentra entre las prioridades de su agenda para lograr sentar las bases de la paz y la estabilidad. Aunque no todo iban a ser palabras de agradecimiento. Abdel Fattah al-Sisi destacó que debe ser el país de Dbeibah el que comience por reconstruir poco a poco su país, empezando por movilizar a su población para asegurar su territorio y volver a sentar los pilares básicos de su nación. Si bien es cierto que, para todo ello, ha puesto a su entera disposición toda la ayuda que le pueda brindar Egipto gracias a su experiencia, y así ponerse en marcha cuanto antes en asuntos de construcción y desarrollo.
Ya en la víspera del encuentro, ambos líderes mantuvieron una conversación telefónica en la que anticiparon todo lo que iban a comentar una vez el primer ministro libio pisase tierras egipcias. Desde el primer momento, el foco estuvo puesto en conservar las históricas relaciones que unen a los dos países y mejorar la cooperación entre gobiernos en el máximo número de terrenos posibles. También el canciller egipcio Sameh Shoukry, quiso dejar claro en todo momento que el acercamiento de su país a Libia no tiene ningún tipo de interés más allá del fortalecimiento de los vínculos que siempre les han unido y, esperan, les siga uniendo durante mucho más tiempo.
Cabe recordar que la longevidad del Gobierno encabezado por Abdul Hamid Dbeibah es mínima. Más de cinco meses de negociaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) fueron requeridas para formar el FDPL en el que estuvieron presentes 73 representantes de las tres regiones de Libia. El ejecutivo libio formado por Dbeibah como primer ministro, acompañado por Abdullah Hussein al-Lafi y Mossa al-Koni, mientras que Mohammad Younes Menfi preside el Consejo de Presidencia.
Uno de los objetivos fundamentales del nuevo Gobierno libio está centrado en la retirada de tropas rusas y turcas. Desde Ankara no ven con malos ojos facilitar las peticiones de un primer ministro que, desde antes de su llegada al poder, ya guardaba una muy estrecha relación con el país presidido por Recep Tayyip Erdogan: “Turquía puede tener un papel fundamental para que los libios consigan sus objetivos”, afirmaba Dbeibah. Además, su ciudad de origen, Misrata, es uno de los puntos más importantes del territorio libio para las milicias islamistas, que suponen un apoyo fundamental para el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA).
