La sexta ronda de conversaciones en Viena tuvo lugar dos días después de las elecciones en la República Islámica

Las elecciones de Irán y cómo pueden afectar a la vuelta al pacto nuclear

photo_camera AFP/ ATTA KENARE - Una mujer llega a votar a un colegio electoral en Teherán, la capital de Irán, el 18 de junio de 2021, durante las elecciones presidenciales de 2021

Irán vuelve a acoger el ultraconservadurismo. En unas elecciones marcadas por el veto a los candidatos de corte más reformista, Ebrahim Raisí, jefe del Poder Judicial y claro candidato a suceder al Líder Supremo, el ayatolá Ali Jamenei, se ha proclamado como nuevo presidente del país persa con casi el 62% de los votos. Estos comicios se han caracterizado por la baja participación que ha puesto en duda su legitimidad.

El veto a los candidatos reformistas y sobre todo a figuras como el expresidente del Parlamento, Alí Lariyaní, el actual primer vicepresidente, Eshaq Yahanguirí, uno de los pocos reformistas que quedan en activo y el expresidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, cuya candidatura también fue rechazada ha provocado el hastío en la población que ha visto como una lista inicial de 592 candidatos ha quedado reducida a cuatro opciones, sin grades diferencias en lo que a ideología se refiere.

Atalayar-Ebrahim Raisi presidente Irán

De los más de 59 millones de iraníes que estaban llamados a las urnas aproximadamente 29 millones han acudido a esta cita, lo que supone una participación del 48,8%. Irán acoge de nueva la “línea dura” tras dos mandatos consecutivos del moderado Hasan Rohaní. Bajo la presidencia de Rohaní, Irán acogió el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) o como se conoce comúnmente el pacto nuclear de 2015. Este acuerdo supone que el país persa se comprometía a cumplir unos requisitos en cuanto a su programa nuclear a cambio de que Estados Unidos y otros países occidentales levantaran las sanciones económicas.

La Administración Trump supuso, sin embargo, un cambio en la política con Irán, que en 2018 decidió abandonar de manera unilateral el pacto nuclear e imponer de nuevo sanciones económicas, llevando a cabo una “política de presión máxima”. Desde entonces Irán ha ido saltándose el acuerdo de forma paulatina llegando a enriquecer uranio hasta el 60% mientras que en el pacto se contemplaba el enriquecimiento de uranio hasta un máximo de 3,67%. Asimismo, el país persa ha amenazado en más de una ocasión con limitar las inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Atalayar_Joe Biden

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca ha supuesto una vuelta a la política exterior de la Administración Obama, algo comprensible ya que Biden fue vicepresidente durante la presidencia de Barack Obama y llevo en gran parte el peso de la política exterior. Uno de los principales objetivos del nuevo Ejecutivo fue reavivar el pacto nuclear de 2015 con la República Islámica. Seis rondas de negociaciones se han ido sucediendo desde el pasado mes de abril, con avances significativos, pero aún insuficientes para que ambos países se acojan finalmente al acuerdo.

Las elecciones en Irán han estado en el punto de mira de la comunidad internacional en gran medida por el acuerdo nuclear. Uno de los principales temores era que al ser elegido presidente de la República Islámica un ultraconservador como Ebrahim Raisí, el pacto se pusiera en peligro en un momento decisivo. Sin embargo, es cierto que la última palabra en un tema de tamaña importancia para el país siempre la tendrá el ayatolá Ali Jamenei, que es quien toma las decisiones finales que afectan a la República Islámica. El equipo de Raisí por lo tanto cogerá el testigo en las negociaciones para recuperar el acuerdo nuclear.

Atalayar_Conversaciones Iran Viena Pacto Nuclear

El portavoz de la campaña del nuevo presidente, Alireza Afshar, aseguro que Rasí cree en la necesidad de continuar con estas conversaciones, si bien las entiende como “una cuestión marginal que no debe ir asociada a los problemas que atraviesa el país o a otros asuntos del Estado”. Queda por determinar la postura del Ejecutivo estadounidense ante la elección de Ebrahim Raisí como nuevo presidente de Irán, quien tomara posesión de su cargo el próximo 3 de agosto, y que ostenta sanciones a nivel personal impuestas por Estados Unidos por su supuesta implicación en las ejecuciones masivas de detenidos marxistas o de izquierdas en 1988, cuando era vicefiscal del tribunal revolucionario de Teherán.

A pesar de los últimos acontecimientos en Irán, las conversaciones en Viena para reanudar el pacto nuclear continúan. Al parecer la última ronda de negociaciones que se llevaron a cabo dos días después de las elecciones en el país persa han finalizado con resultados positivos. Según recoge la agencia de noticias EFE, Enrique Mora, el diplomático español que coordina los contactos en nombre de la Unión Europea (UE) explicaba que "mis expectativas como coordinador (..) es que para la próxima ronda las delegaciones vuelvan de las capitales con instrucciones claras y, finalmente, podamos cerrar un acuerdo".

Atalayar_Enirque Mora Conversaciones Viena

Asimismo, el representante iraní, en la misma línea que el diplomático español ha señalado que "los principales temas en desacuerdo se han resuelto" y en los que todavía no se ha hallado una solución se han logrado por lo menos avances. El optimismo sobre una inminente vuelta al pacto también fue compartido por el negociador ruso, Mijail Ulianov, que sostuvo que la próxima ronda de negociaciones podría comenzar en unos "diez días".

La Casa Blanca no ha hecho aún ninguna valoración publica sobre la última ronda de conversaciones, pero sí ha criticado las elecciones iraníes tachándolas de no ser "libres ni justas". El optimismo manifestado por los mediadores en Viena choca con la postura de contención previa a las elecciones de la República Islámica cuando se ponía en entredicho la posibilidad de llegar a un acuerdo si Raisí salía elegido presidente. Al parecer la delegación asentada en Viena pretende cerrar el acuerdo antes de agosto, fecha en la que el ultraconservador Ebrahim Rasí jurará su puesto. Un optimismo que posiblemente enmascare la necesidad de no crear mayores desencuentros para que la vuelta al pacto nuclear se haga efectiva lo antes posible. 
 

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