Elon Musk busca rebajar la tensión con Irán
Elon Musk, encargado del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en el nuevo Gobierno de Donald Trump, está empezando a ejercer como asesor y colaborador relevante del nuevo presidente de Estados Unidos.
En un reciente movimiento político destacable, el multimillonario dueño de Tesla y SpaceX y figura importante en el nuevo entramado político de Donald Trump tuvo una reunión privada con Amir Saeid Iravani, embajador de Irán ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), para rebajar la tensión existente con la República Islámica, centro ahora de muchas de las tensiones existentes en Oriente Medio.
El encuentro se produjo en un lugar secreto y se habló de “desactivar la tensión” a través del encuentro con el embajador iraní, que ha sido calificado de “positivo”.
El medio The New York Times informó sobre los contactos entre Estados Unidos e Irán para intentar “calmar la tensión entre Teherán y Washington”. Un escenario que ayudaría a pacificar en parte la región de Oriente Medio, azotada por conflictos importantes como la guerra de Gaza y el conflicto en la frontera entre Israel y Líbano, unos choques militares en los que el Ejército israelí combate con la milicia extremista palestina de Hamás y el grupo armado chií libanés de Hezbolá en las guerras desatadas como respuesta a los cruentos ataques que padeció Israel en territorio propio el 7 de octubre de 2023, protagonizados por Hamás y que dejaron en torno a 1.200 muertos y unas 250 personas secuestradas.
El periódico citó a dos fuentes iraníes anónimas que dijeron que la reunión entre el hombre más rico del mundo y el embajador Amir Saeid Irani fue “positiva”, y señaló que los dos hombres se reunieron durante más de una hora en un lugar secreto.
El cónclave no fue confirmado oficialmente, ni por parte del equipo de Donald Trump, ni por parte del régimen de los ayatolás, lo que aportó ciertas dudas sobre este encuentro.
Aunque las informaciones sobre estos contactos se han extendido y pueden dar muestra de que la nueva Administración Trump pretende tener un diálogo fluido con Irán, un país considerado por diversos analistas como desestabilizador de la región de Oriente Medio por influir en diversos grupos chiíes afines que se entrometen en los asuntos internos de otros Estados y favorecen así los intereses de la República Islámica, gran estandarte de la rama chií del islam en la región.
Pacto nuclear
Una cuestión muy relevante para tener en cuenta en cuanto al vínculo entre Estados Unidos e Irán es la del pacto nuclear que acotaba el programa atómico iraní.
El pacto nuclear del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) fue un acuerdo sellado en 2015 por diversas potencias como Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China, Alemania, Rusia y la Unión Europea con la República Islámica de Irán orientado a controlar el programa atómico persa y asegurar que fuese solo para uso civil, evitando su utilización en materia armamentística.
En 2018, Donald Trump, durante su primer mandato en la Casa Blanca, se retiró del acuerdo nuclear con Irán firmado durante la era de su predecesor Barack Obama y buscó seguir una política de “máxima presión” sobre Teherán, que incluía obligar a los países aliados a no comprar petróleo iraní.
Pero ahora Donald Trump ha dado un giro total a su postura e intenta tener una política más conciliadora con el régimen de los ayatolás. Todo ello a pesar de que el nuevo presidente de Estados Unidos ha ofrecido un apoyo claro al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, en plena etapa de conflicto político serio en Oriente Próximo por las guerras de Gaza y el Líbano y la interferencia iraní que perjudica los intereses israelíes.
