Essebsi y Marzouki irán a segunda vuelta por la presidencia de Túnez

Por Mohamed Sahli

Foto: De izquierda a derecha, Beji Caïd Essebsi y Moncef Marzouki.

Los dos principales candidatos para la jefatura del Estado en Túnez, ambos laicos, el conservador  Beji Caïd Essebsi, y el presidente saliente, Moncef Marzouki, de centroizquierda, irán a una segunda vuelta electoral el próximo 28 de diciembre. Essebsi se alzó cono el ganador de los comicios con un 42,7% de los sufragios, según los sondeos a pie de urna. Essebsi, que ganó las elecciones legislativas del pasado mes de octubre,  representa a amplios sectores sociales que desean cambios ordenados y no una ruptura radical con el pasado, y es el líder del partido Nida Tounes (La Llamada de Túnez). Marzouki, antiguo opositor a la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, logró el 32,6% de los votos. En tercera posición se situó  el líder de izquierda del Frente Popular, Hamma Hamami (10,20 %), seguido de  Eslim Riahi, de la Unión Patriótica Libre (UPL), que consiguió un 5,40 % de los sufragios. Essebsi, de 88 años, al no conseguir  la mayoría absoluta (50 % más uno) tendrá que disputarse la presidencia de la república en una segunda vuelta con Marzouki.  En principio, los resultados oficiales y definitivos de las elecciones presidenciales tunecinas podrían divulgarse en las próximas horas, según la junta electoral central (ISIE) del país magrebí. Este organismo estatal tiene  un plazo de tres días para hacerlo. Los resultados oficiales serán comunicados por los dos canales de la televisión pública ‘Al Wataniya I y II’. La participación electoral se situó en torno a un 60%.

Algunos incidentes
La jornada electoral del domingo se desarrolló sin graves incidentes Sin embargo, la portavoz de la Asociación Tunecina para la Integridad de la Democracia y las Elecciones (ATIDE), Huda Meheni, denunció que a sus observadores electorales se les impidió el acceso a los colegios en las regiones de Nefta, Beya y Testur. Meheni aseguró que sus expertos fueron testigos de  algunas disputas con insultos entre simpatizantes de Essebsi y los islamistas del movimiento Enahda, que fueron los grandes perdedores en las pasadas legislativas de octubre y que no presentaron candidato en las presidenciales. Otro incidente fue la detención a 14 kilómetros del centro de la capital de Imed Degich, líder de un grupo radical y violento denominado  Ligas de Protección de la Revolución (LPR), cuando repartía en la puerta de un centro de voto propaganda electoral a favor de Marzouki. Degich fue puesto en libertad dos horas después. Además,  se denunciaron algunas agresiones y al menos 56 centros de voto vieron sus horarios reducidos (de 10.00 a 15.00 horas) por cuestiones de seguridad en las regiones Tenduba, Kaserín y El Kef, fronterizas con Argelia y zonas donde se refugian grupos terroristas yihadistas desde hace varios años. 27.000 observadores tunecinos y extranjeros vigilaron de cerca el buen desarrollo de la jornada electoral.

Dos visiones enfrentadas
La cita electoral se convirtió en un  duelo político entre Essebsi, que quiere cerrar el ciclo de la transición democrática que se inició en Túnez en el marco de la ‘Primavera Árabe’ en 2011, y por eso tiene también el apoyo de muchos expartidarios de Ben Ali, y Marzouki, que desea preservar los logros de la revolución, pero es criticado por  sectores laicos de izquierda que no le perdonan que su partido, el Congreso para la República (CPR), pactara con   los socialdemócratas de Etakatol y los islamistas de Enahda un gobierno de transición. Mientras el país espera que Essebsi forme un nuevo ejecutivo, el líder de Nida Tounes y su principal contrincante quieren poner toda la carne en el asador de cara a la segunda vuelta de las presidenciales. Los otros 20 candidatos, la mayoría mayores de 50 años, no lograron entusiasmar a los votantes de un país acogotado por la crisis económica y el terrorismo yihadista.  El desempleo supera el 15% y hay muchos problemas sociales y corrupción.  Los jóvenes y las mujeres, que encendieron la mecha de la ‘Revolución de los Jazmines’, están desencantados.  En la práctica, la campaña para la segunda vuelta electoral entre Beji Caïd Essebsi y Moncef Marzouki  ya ha empezado. Habrá que ver si el líder izquierdista Hamma Hamami da su apoyo al presidente saliente y si el candidato multimillonario Slim Riahi se pronuncia a favor de Essebsi. Según la analista política tunecina Farida Ayari, el Frente Popular de Hammami será el árbitro de la seguna vuelta electoral. La otra incógnita, quizá la más importante, es hacia dónde irán los votos de los islamistas de Enahda. Según algunos observadores, a la abstención o a Marzouki. Teóricamente, Enahda se declara “neutral” en esta batalla electoral, pero ningún  analista piensa que  el movimiento liderado por Rachid Ghanouchi pueda decantarse por Essebsi, porque, en parte, este candidato representa el pasado, cuando gobernaba Ben Ali y reprimía sin contemplaciones las actividades del islamismo político.
 

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