Estados Unidos significa una oportunidad para Ucrania

Los analistas María Senovilla y Lucas Martín repasaron la situación de Ucrania en el programa “De cara al mundo” en Onda Madrid

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski (izq.), saluda al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken (dcha.), antes de su reunión en Kiev el 14 de mayo de 2024 – PHOTO/Brendan SMIALOWSKI/POOL/AFP
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski (izq.), saluda al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken (dcha.), antes de su reunión en Kiev el 14 de mayo de 2024 – PHOTO/Brendan SMIALOWSKI/POOL/AFP

María Senovilla, analista y periodista de Atalayar y otros medios, y Lucas Martín, analista internacional y escritor de libros como “Visión Global” y “Terror Global”, explicaron en los micrófonos de "De cara al mundo" de Onda Madrid la situación de Ucrania tras la aprobación de Occidente de poder utilizar armamento en territorio ruso. Durante la tertulia ambos expertos enteraron en detalle sobre como las distintas naciones están apoyando a Ucrania y como está quedando el país allá por donde avanza el Ejército ruso.

Estados Unidos y otros países ya autorizan a Ucrania el uso de sus armas en territorio ruso, sobre todo el objetivo es parar la invasión o intentar defenderse de la ofensiva en Járkov, pero hay especial interés en destacar la opción de Francia porque va más allá, incluso con el envío de tropas.

Emmanuel Macron ya ha hecho público ese anuncio de que va a enviar instructores militares a suelo ucraniano que estarán en los centros de formación donde se entrenan los nuevos reclutas y donde se especializan los reclutas que ya han obtenido ese entrenamiento básico. Es incluso más destacable que ese anuncio de Joe Biden porque cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.

Y este anuncio de Macron de enviar personal, de enviar militares, aunque sean instructores, a suelo ucraniano podría abrir el paso a otros países del entorno europeo para que también envíen a sus soldados a suelo ucraniano, algo que se descartó por completo cuando comenzó esa invasión rusa a gran escala en 2022, pero esta guerra está dando giros, está en un punto de inflexión en el que esa puerta se podría abrir.

Para quienes lo desconozcan, España es uno de los países que menos recursos económicos aportan a la OTAN. Estamos los segundos o los terceros por la cola en cuanto a esa aportación económica para sostener la Alianza Atlántica. Y, sin embargo, tenemos muy buena fama, estamos entre los ejércitos mejor posicionados en cuanto a las tareas de instrucción en misiones internacionales.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, es recibido por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, a su llegada al palacio presidencial del Elíseo en París el 14 de mayo de 2023 - AFP/LUDOVIC MARIN
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, es recibido por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, a su llegada al palacio presidencial del Elíseo en París el 14 de mayo de 2023 - AFP/LUDOVIC MARIN

El Ejército español tiene a gala, aparte de llevar muy bien a cabo esas tareas de instrucción en países, ya sea como fue el caso de Afganistán o sobre todo en países de África, una reputación encomiable por no haber recibido denuncias a nivel internacional, por haber hecho mal las cosas o haber tenido malos comportamientos en suelo extranjero. Entonces, si más países de la OTAN comienzan a dar ese paso, comienzan a enviar tropas o instructores militares a suelo ucraniano, es probable que España sea uno de los que contribuyan, porque es una de nuestras especialidades dentro de la Alianza Atlántica para con las misiones internacionales de mantenimiento o de estabilización de la paz.

Esto puede ser todavía más determinante para nosotros, para Europa, para España, concretamente que el anuncio de Biden, porque a lo mejor estamos hablando de que en los próximos meses o al año que viene un contingente de instructores militares españoles podría viajar a suelo ucraniano para ayudar allí a esos reclutas que, con la nueva ley de movilización, que no están especialmente motivados, van a necesitar ese extra de apoyo para adquirir las cualidades, las capacidades para que en el frente de combate tengan opciones y posibilidades de sobrevivir. Cabe destacar que este envío de instructores militares no frena a esa otra parte, que más países están implicados en ella, instruir a militares ucranianos en suelo europeo. España es uno de esos países.

Y es una instrucción que no queda sobre el papel, porque cada vez me encuentro con más soldados ucranianos que me dicen: “Oye, he estado recibiendo formación en España”; en lugares como León, Segovia, o Toledo, donde han recibido esa formación, en algunos casos básicas, en otros especializada por áreas. Además de España son varios los países de la Unión Europea que están instruyendo a miles de soldados ucranianos que luego van a ir a esas trincheras y van a compartir esos conocimientos con sus compañeros que no han viajado a suelo europeo. Y esto es algo que está marcando la diferencia y que está aumentando significativamente las posibilidades de que estos soldados luego sobrevivan en ese frente de combate ucraniano que, sinceramente, cada día es más complicado.

Robles recibe, en la Base Aérea de Torrejón, a los últimos miembros del contingente español, tras la culminación del repliegue de la misión EUTM Mali - Foto: Marco Romero/MDE
Robles recibe, en la Base Aérea de Torrejón, a los últimos miembros del contingente español, tras la culminación del repliegue de la misión EUTM Mali - Foto: Marco Romero/MDE

¿Cuánta mejor formación, más opciones de poder mantenerse con vida? Sin duda, a lo largo de los años, y yo he podido comprobarlo sobre el terreno en varias de las misiones, el trabajo de las tropas españolas, de las Fuerzas Armadas españolas en distintas misiones internacionales, ha sido impecable y reconocida, reconocida tanto por Naciones Unidas como por Estados Unidos, el Reino Unido, los principales países de la Alianza. Pero, Occidente parece despertar de la amenaza real que supone la invasión rusa. ¿Despertamos a tiempo, María?

Despertamos tarde, pero pasos como el que ha dado el presidente Biden, de permitir el uso de armamento estadounidense para emplearlo contra territorio ruso es un gran paso y es otro punto de inflexión.

Estamos en un punto de inflexión por muchos motivos en esta guerra de Ucrania. Si el año pasado, a lo largo de 2023, hablábamos de un conflicto estancado, de un conflicto que se estaba cronificando, 2024 ha sido una auténtica montaña rusa por todos los pasos, por esa escalada que está acometiendo Rusia en muy distintos frentes. El uso de este armamento estadounidense, que era una de esas líneas rojas, en las que insistió Zelensky: yo te envío armamento, pero no puedes atacar a suelo ruso para evitar una escalada de violencia que a lo mejor derive en una guerra nuclear.

Una mujer ucraniana contempla los destrozos que ha provocado en la fachada de su edificio, en Kiev, un bombardeo ruso con misiles - PHOTO/MARÍA SENOVILLA
Una mujer ucraniana contempla los destrozos que ha provocado en la fachada de su edificio, en Kiev, un bombardeo ruso con misiles - PHOTO/MARÍA SENOVILLA

Lo que ha permitido Biden, no le ha dado una carta blanca a Zelensky, ojo, le permite utilizar esas armas de medio alcance estadounidenses contra las regiones colindantes con Járkov, que son Belgorod, Bryans y Krum, desde las cuales Rusia está lanzando esa tremenda ofensiva que empezó el pasado 10 de mayo y que lo que ha ocasionado es que decenas de miles de civiles hayan tenido que abandonar sus casas, a las que, por cierto, ya no van a poder volver, porque Rusia está aplicando una política de tierra quemada, que es la de destruir con la artillería todo antes de mandar a su infantería a ocupar el terreno, con lo cual, más de una centena de localidades del noreste de Járkov están quedando completamente devastadas, reducidas a cenizas y a escombros. Las decenas de miles de ucranianos que han tenido que huir, personas civiles que han tenido que huir de sus hogares, ya no van a poder volver, insisto, porque no hay sitio al que volver. Y esta es una zona que, si en 2022 ya estuvo ocupada por Rusia y luego Ucrania consiguió liberarla, y la gente poco a poco iba volviendo a sus casas, esa imagen ya no la vamos a volver a ver. 

Es una ofensiva la que Rusia empezó el 10 de mayo. Empezó en realidad en octubre ya con Avdivka, pero el 10 de mayo es cuando alcanzó su apogeo en Járkov contra esas localidades del noreste y también contra la propia capital de Járkov, la ciudad homónima de Járkov. La única medida para contrarrestar esta potente ofensiva es el paso que ha dado Estados Unidos permitiendo a Ucrania atacar las bases desde las que sale la fuerza con la que Rusia está volviendo a invadir esta región y atacando esta ciudad que es la segunda ciudad más importante de Ucrania. Hay limitaciones, pero ya es un paso al que se espera que se sumen otros países que den luz verde, que autoricen a utilizar también este armamento de medio o largo alcance contra suelo ruso. 

Una anciana recoge plásticos para tapar las ventanas de su casa, arrancadas tras un bombardeo ruso en Kiev a finales de marzo - PHOTO/MARÍA SENOVILLA
Una anciana recoge plásticos para tapar las ventanas de su casa, arrancadas tras un bombardeo ruso en Kiev a finales de marzo - PHOTO/MARÍA SENOVILLA

Lucas, ¿qué supone que Estados Unidos y otros países de la OTAN autoricen a Ucrania a utilizar su armamento contra Rusia? 

Obviamente es un paso adelante, pero tiene matices. Aquí realmente lo importante es el empleo del armamento que tiene largo alcance, como son los misiles Atakams, los misiles Skal-BPG, que los pedirán utilizarlos en suelo ruso, con la finalidad sobre todo de atacar las bases aéreas desde las cuales parten los aviones con los que Rusia está bombardeando Ucrania. 

Eso es importante. También se supone que esto es una medida previa para cuando lleguen, que si se sabe cuándo llegan los F-16, estos ataques permitirán allanar el camino, porque tendrán como objetivo las defensas aéreas y los radares que permiten que penetren los aviones hasta alcanzar sus objetivos. No obstante, de momento esto se ha probado con reticencias y Estados Unidos ha sido muy cauteloso a la hora de permitirlo. 

Se habla de la zona de Járkov, cerca, y siempre y cuando sea contra objetivos que supongan una amenaza directa para Ucrania. Se están redactando las reglas de enfrentamiento para el empleo de estas armas, pero hay barra libre. 

Avion F-16 Viper norteamericano - <a  data-cke-saved-href="https://depositphotos.com/es/?/" href="https://depositphotos.com/es/?/">Depositphotos</a>
Avión F-16 Viper norteamericano - Depositphotos

María reseñaba lo que comentábamos, era la decisión de Francia de enviar instructores a instructores a enviar combatientes, entiendo que es un paso complicado, pero hay una línea roja, esto es una escalada cualitativa en la posición de los países de la OTAN, ¿no? 

Aquí se marca en esa pelea que tiene Francia por querer tomar la iniciativa, ponerse a la cabeza de todas las iniciativas europeas, pisándole la manguera, por así decirlo, a Alemania, que es mucho más reticente a implicarse en el conflicto, pero enviar instructores está muy lejos de enviar combatientes. 

No obstante, hay una cosa que es evidente, si se envían instructores sobre el terreno, te arriesgas a que esos instructores, según cualquier tipo de ataque, sean heridos o muertos, ¿no? De todas formas, es una decisión nacional, no tiene nada que ver con la OTAN, ni con ningún tipo de organización, marcamos lo que hace, y entiendo que tiene unas consecuencias. Igual que el tema de permitir atacar objetivos dentro de Rusia con armamento occidental puede tener sus consecuencias, y hay que ser consecuentes y saber a lo que se arriesga uno, igual a Francia tiene que ser consecuente y saber a lo que se arriesga. Después no pueden echarse la mano a la cabeza si mueren franceses que estén en Libil o en cualquier ciudad ucraniana, igual que a nadie se puede echar la mano a la cabeza si Rusia toma cualquier tipo de determinación con objetivos dentro de los países donde procede ese elemento. 

Desde la ciudad se ven la presa destruida de Nova Kakhovka, la ciudad de Beryslav y la orilla del río Dnipro, secas después de que el nivel del agua cayera bruscamente tras el colapso de la presa durante el conflicto entre Rusia y Ucrania - REUTERS/ALEXANDER ERMOCHENKO
Desde la ciudad se ven la presa destruida de Nova Kakhovka, la ciudad de Beryslav y la orilla del río Dnipro, secas después de que el nivel del agua cayera bruscamente tras el colapso de la presa durante el conflicto entre Rusia y Ucrania - REUTERS/ALEXANDER ERMOCHENKO

La situación es delicada, además le hiciste una entrevista a la ministra de Energía de Ucrania, reconoce que los daños en las infraestructuras eléctricas por los bombardeos rusos han sido tan fuertes que no creen que puedan tenerlos reparados para afrontar el invierno. Esto es una situación muy complicada para la población, ¿no?, para todos. 

Entrevisté a la viceministra de Energía, Zviltana Grinchuk, y efectivamente constató la diferencia entre la oleada de ataques contra infraestructura crítica que se produjo en 2022, que fueron ataques generalizados contra toda la infraestructura de Ucrania, y le dieron también a esas centrales eléctricas y se cargaron el 50% de las capacidades ucranianas, me dijo que eso no era nada en comparación con lo que había pasado entre los meses de marzo y abril de este mismo año, cuando Rusia, y con información precisa de esa infraestructura energética ucraniana, se dedicó a destruir tanto centrales de producción como infraestructura de distribución y de transmisión de energía, y lo que ha hecho es que ciudades como, por ejemplo, Járkov –volvemos otra vez a Járkov, que se ha convertido en el epicentro y en el gran objetivo ruso de la guerra de Ucrania–, no se les puede derivar energía de otras provincias, con lo cual están en un alto riesgo de desenergizarse. 

La viceministra me decía que, de cara al invierno, si no se consigue solucionar esa situación, que es muy difícil solucionarla, Járkov podría afrontar los meses de frío sin electricidad y sin calefacción, con lo cual la vida de decenas de miles de civiles en ese lugar sería imposible, y nos volveríamos a enfrentar a un nuevo éxodo de desplazados y de refugiados, probablemente en otros países de Europa, de ciudadanos ucranianos, como sucedió durante los primeros meses de la guerra. 

Una foto muestra una vista de la central nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia, en el sur de Ucrania, el 14 de junio de 2023 – PHOTO/Olga MALTSEVA/AFP
Una foto muestra una vista de la central nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia, en el sur de Ucrania, el 14 de junio de 2023 – PHOTO/Olga MALTSEVA/AFP

Lucas, ¿es una razón muy importante para que Ucrania siga reclamando más ayuda? 

Claro, evidentemente. Hay que tener en cuenta que Rusia ha tomado Járkov como objetivo, primero, utilizando su estrategia típica de intentar doblegar a su enemigo a base de doblegar a la población civil, castigando a la población civil para doblegar su espíritu de lucha, y, por otro lado, porque es la forma que tiene de que Ucrania fije recursos y efectivos en esa zona que tiene que traer de la zona del Donbass, que es donde realmente Rusia pretende o intentará llevar a cabo algún tipo de ofensiva. 

Esta táctica la llevan planteando desde que comenzó la guerra, y los bombardeos y los ataques a la infraestructura energética durante el último año han sido sistemáticos y se ve claramente una tónica de ir preparando lo que va a ser el próximo invierno, “preparando” para los ucranianos. Es una línea de acción bien pensada y bien planteada, y muy cruel, por cierto. 

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en Suiza 
 - ALESSANDRO DELLA VALLE / POOL / AFP
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en Suiza - ALESSANDRO DELLA VALLE / POOL / AFP

Allí, en Ucrania, ¿qué se espera? ¿Qué objetivos se tienen con esta cumbre internacional en Suiza, donde el tema de la negociación de la paz, etc.? ¿No se tendría que hacer en otro contexto? 

Los ucranianos esperan es recolectar más apoyo, sobre todo de países europeos, que se implique también a nivel internacional en esas negociaciones, porque lo que los ucranianos te siguen diciendo, tanto a pie de calle como en los despachos gubernamentales, la misma viceministra me lo decía, es que ellos tienen claro que el enemigo lo van a seguir teniendo como vecino durante los próximos años, las próximas décadas, y que no es de fiar. Ellos no se fían de una negociación con Rusia en la que diga: “De acuerdo, firmamos la paz bajo X condiciones”, porque temen que, dentro de dos años, o de cuatro, o de siete, se repita una invasión a gran escala, más cruenta incluso que esta, con la experiencia ya recogida de estos años, que termine de aplastar al pueblo ucraniano. 

La única vía para que se llegue a una paz duradera es que después de firmar esos acuerdos, Ucrania sea admitida dentro de la Unión Europea o dentro de la OTAN, y tenga ese paraguas de protección internacional que les resguarde contra su vecino, que va a ser su perpetuo enemigo por lo menos durante las próximas décadas. 

Convoy militar de la OTAN - <a  data-cke-saved-href="https://depositphotos.com/es/?/" href="https://depositphotos.com/es/?/">Depositphotos</a>
Convoy militar de la OTAN - Depositphotos

Lucas, ya para cerrar el tema de Ucrania, ¿crees que se están poniendo o abriendo unas puertas de la Unión Europea y de la OTAN para Ucrania que quizás sean más complicadas de lo que se está planteando? 

A pesar de las buenas palabras y de todos los posicionamientos, Ucrania está muy lejos de formar parte de la Unión Europea o de la OTAN. Si hablamos de la OTAN, por el simple hecho de que Ucrania está invadida y hasta que no tenga unas fronteras reconocidas internacionalmente y respetadas, no va a ser parte de la OTAN porque no va a permitir a la OTAN entrar a un país que está en guerra, eso es evidente. Y con la Unión Europea pasa algo parecido. 

La situación es endiablada para Ucrania porque la victoria de Ucrania, entendido como tal, echar a Rusia de las fronteras, a las fronteras al menos del año 21, solamente es posible hoy en día si se involucran fuerzas de otros países sobre el terreno. A base de ataques en profundidad, de bombardear y de destruir objetivos dentro de Rusia, se debilita a Rusia, se les contiene, pero no se les expulsa. Y Ucrania tiene un problema muy serio en ese sentido, porque no hay ningún país que esté dispuesto a involucrar sus fuerzas en esa guerra. 

Por lo tanto, la situación es endiablada. Esta semana se han producido dos ataques que han pasado desapercibidos o no ha habido mucha publicidad por parte de Ucrania, muy en profundidad dentro de Rusia, contra radares del sistema de alerta temprana antimisil ruso. Ojo con eso, porque esto sí que es un tema delicado, porque ese sistema que tiene Rusia, en teoría para defenderse de un posible ataque de misiles nucleares por parte de otras potencias. Entonces, atacar esa infraestructura, quizás Rusia puede interpretarlo como subir un punto la tensión.